Igual no somos tan buenos como pensamos y quizá nos tenemos que bajar de la nube”
Mensajes directos, sin pelos en la lengua. Dos exdefensas reconvertidos a entrenadores demostraron tras la segunda jornada que, si se lo proponen, pueden ser ofensivos. Djukic no titubeó para poner a caldo a sus jugadores, con los que se mostró especialmente molesto después de caer contra el Espanyol por 3-1 en el mejor partido de Aguirre desde que aterrizó en Cornellà-El Prat. Sea como fuere, el Valencia no estuvo a la altura de las circunstancias, dejándose remontar un tanto de Postiga y recibiendo un baño de actitud y fútbol por parte de su rival. “Hemos hecho el ridículo y estamos avergonzados, por lo menos yo, espero que todos lo estén después de lo que he hemos hecho hoy y no vuelva a repetirse”, expresó el serbio. No es el primer tirón de orejas público del técnico a sus jugadores y lo cierto es que tiene visos de no ser el último. Salvo que sus futbolistas recojan el guante, o guantazo, de su míster.
Los más mierdas de la categoría somos nosotros. Cuando sepamos eso, podemos competir con cualquiera”
Por su parte, su homólogo en el banquillo del Rayo tampoco se anduvo con chiquitas. Su equipo recibió una reprimenda por parte de un Atlético on fire y el técnico trasladó su mosqueo a la sala de prensa. “Somos el equipo más pequeño de la categoría. Hay 19 y luego nosotros, el 20. Y a nadie le ha entrado en la cabeza eso. Hasta que no seamos conscientes de eso no entraremos en la dinámica buena. Gracias a Dios que sólo nos llevamos cinco. Somos los más pequeños de la categoría; los más mierdas de la categoría somos nosotros. Cuando sepamos eso, podemos competir con cualquiera”, aseveró el preparador de la franja, que vio como sus pupilos encajaban una dolorosa derrota en el Calderón. Nada que ver con las sensaciones de la semana pasada, donde el Rayo ganó al Elche con comodidad. Su tempranero cabreo pretende reactivar un conjunto humilde y que el año pasado hizo muchas cosas bien, salvo echar pestes.
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