La lucha por la permanencia y los rumores de amaño

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Ya estamos en el mes de Mayo y, como suele pasar, la zona que tiene a más equipos implicados es la de la lucha por eludir el descenso. A cinco jornadas para el final, seis clubes combaten por evitar una de las tres plazas que implican bajar a Segunda División. Por si no fuera poco con los nervios y tensión que siempre aparecen cuando se llega al final del curso, esta semana se ha disparado la rumorología sobre los maletines que vienen y van, ésta vez con el Levante en el ojo del huracán. Pero vayamos por partes. Primero, lo futbolístico; después, la polémica.

15º CA Osasuna (33 puntos)

  •  Racha 5 últimos partidos: 5 puntos (3+0+0+1+1)
  • Últimos 5 rivales: Valencia, Getafe, GRANADA, Sevilla y Real Madrid

16º Granada CF (32 puntos)

  •  Racha 5 últimos partidos: 4 puntos (0+0+0+1+3)
  • Últimos 5 rivales: Málaga, R.Sociedad, OSASUNA, Valencia y Getafe

17º RC Deportivo (31 puntos)

  •  Racha 5 últimos partidos: 11 puntos (3+3+3+1+1)
  • Últimos 5 rivales: Atlético, Valladolid, Espanyol, Málaga y R.Sociedad

18º RC Celta (30 puntos)

  •  Racha 5 últimos partidos: 7 puntos (1+0+0+3+3)
  • Últimos 5 rivales: Athletic, Betis, Atlético, Valladolid y Espanyol

19º Real Zaragoza (30 puntos)

  •  Racha 5 últimos partidos: 4 puntos (1+0+0+0+3)
  • Últimos 5 rivales: Rayo, Levante, Athletic, Betis y Atlético

20º Real Mallorca (28 puntos)

  •  Racha 5 últimos partidos: 4 puntos (0+0+3+1+0)
  • Últimos 5 rivales: Levante, Athletic, Betis, Atlético y Valladolid

Los seis equipos amenazados por el fantasma del descenso están metidos en apenas cinco puntos. La última jornada sumaron todos menos el Mallorca, actual farolillo rojo. Si extendemos la racha a los últimos cinco encuentros, vemos que los dos equipos gallegos llegan a la recta final con más fuerza que los demás (11 puntos de 15 posibles el Depor, 7 de 15 el Celta). Todos han de jugar tres partidos en casa (los destacados en negrita) y dos a domicilio, excepto Osasuna, que comenzará y terminará esta mini-Liga peleando lejos del Sadar.

Curiosamente, sólo queda un duelo directo entre los seis implicados, el Osasuna-Granada de la 36ª jornada, la antepenúltima. Pero, en cambio, hasta siete equipos de la Liga ejercerán, en mayor o menor medida, de jueces en la lucha por eludir el descenso. Getafe, Málaga, Real Sociedad y Levante han de jugar un partido con dos de los seis equipos implicados, Valladolid y Athletic con tres de ellos y el Atlético de Madrid hasta con cuatro, primero contra el Depor este mismo fin de semana para finalmente rematar la temporada con tres encuentros ante Celta, Mallorca y Zaragoza.

Enfrentarse al Atleti en el epílogo liguero puede resultar ventajoso para sus rivales, pues por entonces ya puede tener fijada la tercera plaza, sin poder pelear por la segunda ni estar amenazado por el cuarto, mientras asimila la resaca de la final de Copa ante el Real Madrid, la gane o la pierda. Otro dato curioso es que de los seis últimos, cinco ya no tienen que jugar ni ante Madrid ni Barça, mientras que Osasuna sólo se tendrá que ver la cara contra los merengues en la jornada final, una circunstancia que ya le ha venido bien en varias ocasiones en los últimos años.

La polémica levantada por Barkero

Como es habitual en el país del Lazarillo de Tormes, las sospechas sobre el pago de primas y compra de partidos han salido a la luz en la recta final del campeonato. Javier Tebas, recientemente elegido nuevo presidente de la Liga de Fútbol Profesional, lleva meses haciendo públicas sus sospechas de que el movimiento de maletines en España se ha convertido en un problema preocupante: las pocas investigaciones que se han abierto sobre pasados rumores ha provocado que los tramposos se hayan envalentonado, y donde antes había, sobre todo, primas por ganar, ahora se intente (y logre) comprar a futbolistas o equipos para que se dejen perder.

Así que, una vez estrenado su nuevo puesto, Tebas ha puesto en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción el primer caso sospechoso con el que se ha encontrado: el Levante-Deportivo de la 31ª jornada, que acabó 0-4 a favor de los herculinos. Llegados a este tramo de la Liga es normal que pueda extrañar que uno de los equipos que luchan por el descenso gane con tanta holgura lejos de su estadio (y más si antes sólo había ganado un partido a domicilio). Sin embargo, en este caso el gatillo lo apretó José Javier Barkero.

Según lo revelado por algunos medios de comunicación, y reconocido por los implicados, el centrocampista guipuzcoano llegó al vestuario en el descanso del Levante-Depor (0-3 tras el primer tiempo) y acusó a varios de sus compañeros de no esforzarse como es debido y poniendo en duda que pudieran estar comprados. Concretamente a Munúa, Ballesteros, Juanfran y Juanlu. Las insinuaciones de Barkero provocaron la indignación de los señalados y se armó una bronca con la que lidió Juan Ignacio Martínez como buenamente pudo. Tras el partido, supuestamente, Barkero le solicitó a su presidente la carta de libertad para abandonar el equipo el 30 de Junio.

Una vez que todo esto se hizo vox populi, Barkero se sintió en la obligación de convocar una rueda de prensa (en la que no aceptó preguntas de la prensa) en la que pidió perdón públicamente a los cuatro jugadores que había acusado de falta de profesionalidad. Afirmó que toda la culpa había sido suya y sólo suya, pues una vez reflexionado se había dado cuenta que no había ninguna razón para sospechar de sus compañeros, a los que nombró para disculparse ante ellos y sus familias por el gran daño a su imagen que les había ocasionado con su denuncia en el vestuario.

Independientemente de la verdad que haya detrás de todo esto, teniendo en cuenta que lo que estaba haciendo el Levante era perder, el único sospechoso de tener interés en que esto ocurriera sería el propio Deportivo de La Coruña. Un tercer hombre pondría dinero para que el Levante ganase a los coruñeses, no al revés. No seré yo quien ponga la mano en el fuego por Lendoiro y, mucho menos, por algún supuesto comprador desconocido. No parece, sin embargo, que un club que está en concurso de acreedores y, por consiguiente, controlado por un administrador concursal, vaya a poder moverse mucho entre sombras y tener la liquidez necesaria para amañar un partido.

Pero… todo puede ser. Bien está que la LFP haga algo bien y que toda sospecha se ponga en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción. Primar a un equipo que no se juega nada para que se esfuerce contra su rival a mí me parece poco ético, personalmente. Pero desde luego que comprar a un equipo a una serie de jugadores para que dejen perder en un enfrentamiento directo es, a todas luces, una aberración. Una sucia trampa que atenta contra la deportividad y la sana competición. Si se demuestra un caso así, los castigos deben ser extremadamente duros. Si se trata de un club, expulsión de la LFP, lo que supondría un descenso a Segunda B, como mínimo; si se trata de uno o varios jugadores, retirada inmediata de la ficha federativa, con la prohibición de competir profesionalmente que ello implica.

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Bruno Sanxurxo