Cualquiera diría que hace poco más de un año vieron de cerca el descenso. Por si fuera poco, su capitán, Riccardo Montolivo, terminó contrato y se marchó gratis a San Siro. Pero comenzaba una nueva etapa en el Artemio Franchi bajo las directrices de Vincenzo Montella y no se escatimó en refuerzos importantes: llegaron Borja Valero y Gonzalo Rodríguez procedentes del Villarreal, Aquilani tras no cumplir las expectativas en Juventus y Milan, el chileno Pizarro, un clásico del Calcio, el prometedor carrilero Cuadrado, Roncaglia, El Hamdaoui, Viviano… y como guinda del pastel, el retorno de Luca Toni. Se unirían así a Stevan Jovetic con el objetivo de hacer subir puestos a los viola en la tabla de clasificación, y lo consiguieron con el buen fútbol que propuso Montella sobre el tablero. Sólo los minutos finales del Siena-Milan en la última jornada les privó del tercer puesto para la previa de la Champions, pero no supuso un borrón para lo que fue una buena temporada. Pero no se quedan ahí las intenciones en Florencia: este verano están llegando nuevas e importantes incorporaciones para hacer más fuerte aún al equipo. El último en llegar el de más lustre: el ariete alemán Mario Gómez.
Pero antes, dos españoles más se han unido a Borja Valero, quien rompió la maldición última de los nuestros en la Serie A cuajando una notable temporada. Uno de ellos es Joaquín, quien emprende de esta forma su primera aventura en el extranjero tras su buen hacer en Málaga, que lo dejó salir por 2’2 millones de euros. Un precio que será considerado positivo en función de su adaptación al Calcio. El extremo gaditano compartirá en principio banda derecha con el colombiano Cuadrado, una de las revelaciones del pasado curso en Italia y quien ya es a todos los efectos futbolista de la Fiore tras pagar ésta la opción de compra al Udinese. El otro español no ha sonado tanto: se trata de Marcos Alonso, el hijo del ex futbolista del Barcelona y nieto del antiguo jugador del Real Madrid, Marquitos. El canterano madridista supone un fichaje sorprendente ya que no tuvo mucha suerte en su paso por el Bolton de la Premier, donde fue noticia más por temas extradeportivos. No obstante encaja en el perfil de carrilero con recorrido que demanda Montella y probablemente asumirá el rol de reemplazo de Pasqual, dueño de la banda zurda y protagonista de una buena temporada.
Otro viejo conocido de la liga española, el uruguayo Gustavo Munúa, ha fichado también por el club toscano para defender la portería tras la marcha de Viviano, que alternó buenas actuaciones con otras más irregulares. Si no llega otro refuerzo más para la meta no será ésta la línea la más fuerte del equipo. Para acompañar a Valero, Pizarro o Aquilani en el centro del campo ha llegado un futbolista más defensivo que todos ellos juntos y todo un clásico del Calcio: Massimo Ambrosini, que dejó el Milan tras toda una vida en San Siro y llega libre a Florencia después de concluir contrato con los rossoneri. A sus 36 años, Ambrosini tiene todavía ganas y fuerzas para el primer nivel y será el contrapunto táctico y de amarre a la clase del centro del campo viola. Un jugador fuera de alardes y virguerías, pero un cumplidor nato. Para el centro del campo ha llegado también, con funciones más ofensivas, el joven polaco Rafal Wolski procedente del Legia Varsovia.
Y el fichaje estrella está en el ataque: Mario Gómez no sólo es un buen fichaje para la Fiorentina, sino también para un Calcio necesitado de prestigio y nombres importantes. Súper Mario llega a Florencia tras pagar el club 16 millones de euros al Bayern más cuatro variables. Perdida la titularidad en Múnich a favor de Mandžukić y con el posible refuerzo de algún delantero para el equipo de Guardiola, Mario Gómez deseaba un cambio de aires y ha decidido centrar sus miras en la Toscana. Seguro que más ofertas no le faltarían. No olvidemos tampoco en la delantera viola a Giuseppe Rossi, que fichó hace pocos meses procedente del Villarreal y de quien habrá que comprobar cómo se ha recuperado de sus graves lesiones en la que fue una apuesta arriesgada de la Fiorentina. Pero no sólo de altas podemos hablar en el ataque del equipo italiano: Jovetic, seguido de cerca por algunos de los equipos más fuertes de Europa como el Madrid o el City, y Ljajić, quien ha despertado el interés del Atlético de Madrid y termina contrato el año que viene, podrían salir del Artemio Franchi. La de Jovetic sería una baja especialmente sensible, y es que el montenegrino se ha convertido en uno de los referentes de la Serie A.
A pesar del equipo que están armando me cuesta creer que puedan hacer frente a la Juve si la Vecchia Signora prosigue el nivel, más aún si se vende a Jovetic, pero sí están dando un paso adelante a la hora de formar un equipo más competitivo que pueda pelear por los puestos altos. Un proyecto ilusionante el de esta Fiorentina, de esos que hacen falta en el Calcio.