Cuadrado se reencuentra

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Su evolución fue una de las grandes atracciones del Calcio en los últimos años: a medida que fue ganando metros en las bandas del Artemio Franchi aumentaron sus prestaciones hasta convertirse en uno de los mejores futbolistas de la Serie A. Juan Guillermo Cuadrado pasó de ser un lateral derecho más en el Udinese a un carrilero o extremo por cualquiera de las dos bandas en la Fiorentina previo y fructífero paso por el Lecce. Montella, extécnico del conjunto de la Toscana, no tardó en darse cuenta de que cargar de responsabilidades defensivas al colombiano era cortar las alas a sus credenciales ofensivas. Su fútbol y también sus goles llamaron la atención de varios de los grandes de Europa, incluido el Barcelona, que buscaba sustituto para Dani Alves. No obstante, fichar a Cuadrado para hacerle jugar de lateral diestro en una defensa de cuatro hubiese significado no explotar sus virtudes. Fue Mourinho, en el último mercado invernal, quien se llevó al colombiano a Londres tras pagar el Chelsea 35 millones de euros a la Fiorentina más la cesión de Salah. Todo parecía indicar que Cuadrado se convertiría en un argumento de peso más para un Chelsea lanzado hacia el título en Inglaterra, sin embargo no logró adaptarse a la Premier y verle sentado en el banquillo se convirtió en una imagen habitual en Stamford Bridge. Tras realizar la pretemporada con el conjunto blue y comprobar que sus opciones de acceder a la titularidad no eran muchas, pocos días antes del cierre del mercado se acordó su cesión a la Juventus por una temporada, y Cuadrado no ha necesitado mucho tiempo para demostrar que ha sido una buena decisión para él y para la Vecchia Signora, tal y como se pudo comprobar ayer en el Derby d’Italia ante el Inter.

Aunque cada caso es distinto, llegar a mitad de temporada a una liga y a un equipo nuevo no es el mejor momento para juzgar la adaptación de futbolista, pero ya se sabe que el fútbol y la paciencia no van de la mano. En cualquier caso, a Cuadrado le surgió la posibilidad de fichar por un campeón de Italia en reconstrucción tras la marcha de Pirlo, Vidal y Tévez y no la desaprovechó, como tampoco lo hizo el conjunto juventino ante la posibilidad de hacerse con un futbolista que hasta hace pocos meses era uno de los destacados de la Serie A.

Faltaba comprobar el rol que desempeñaría el colombiano en el conjunto de Allegri, en qué sistema se iba a desenvolver y en qué posición. Tras la salida de tan importantes futbolistas, al técnico italiano le tocaba recomponer piezas y encajar las nuevas: Khedira, Dybala, Mandzukic… Las bandas en la Vecchia Signora estaban reservadas generalmente a los laterales en defensa de cuatro o a los carrileros si eran tres los centrales. Así, difícilmente Cuadrado arrancaría como extremo puro. Además tiene la seria competencia de Stephan Lichtsteiner, que durante años ha ofrecido un gran rendimiento en la banda derecha bianconera. No obstante, el suizo ha tenido que someterse a una operación de corazón por la que le estimaron un mes de baja, y el ex del Chelsea está cubriendo bien su ausencia.

Volcados en su banda

Cuadrado, que forma parte de la buena generación de la que disfruta ahora el fútbol colombiano con los James, Bacca, Jackson o Guarín, buscaba resarcirse ayer de la expulsión sufrida en el choque ante Uruguay (se le achaca no brillar igual con la selección desde el Mundial). El Derbi de Italia ante el reforzado Inter parecía el escenario idóneo para pasar el mal trago, y Cuadrado se convirtió desde la banda derecha en uno de los mejores del partido. El colombiano hizo gala de todas sus virtudes: velocidad, dribbling y la capacidad de subir y bajar la banda todo el partido. También de llegada: suyas fueron algunas de las mejores ocasiones de la Juventus, pero dos veces se topó con Samir Handanovic como último escollo. Con Chiellini, Bonucci y Barzagli en el eje central de la defensa, Cuadrado jugaba con la certeza de que este último le guardaba las espaldas en el flanco derecho cuando subía la banda, y es que Barzagli estuvo imperial en la zaga. Marchisio y Khedira buscaban constantemente a Cuadrado, y de esta forma, el juego del conjunto bianconero estuvo volcado en el ala derecha. Buena prueba de ello es que Pogba, interior zurdo en el centro del campo, apenas entró en juego hasta el tramo final. Cuadrado fue un incordio para Juan Jesús, lateral zurdo interista, y también para Perisic cuando bajaba a ayudar en defensa.

El partido tuvo alternativas para ambas escuadras y un tiempo para cada equipo, pero el marcador no se movió para ninguno de los dos. El choque dejó la certeza de que a ambos equipos les falta algún paso para encontrar su mejor nivel, y también que Cuadrado será de gran ayuda para que la Juve lo encuentre.

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Gabriel Caballero

Periodista
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