Dicen que todos los caminos llevan a Roma, pero la Roma se ha quedado a medio camino en el suyo. El equipo de Rudi García fue una de las grandes noticias de la pasada temporada en Europa, aprovechando al máximo todos sus recursos disponibles para firmar el mejor arranque de la historia de la Serie A y regresar finalmente a la Liga de Campeones. Esta temporada, el paso adelante debía suponer pelearle enconadamente el título a la dominadora Juventus y hacer un buen papel en su vuelta a la máxima competición continental, pero no ha logrado ni una cosa ni la otra. Los números dicen que aún puede lograr lo primero, pero tras el empate de ayer en el Olímpico de Roma ante la Vecchia Signora, la pelea por el título se pone muy cuesta arriba en la Ciudad Eterna.
Comencemos por el principio: el conjunto giallorosso se propuso mantener a sus cotizadas estrellas en un mercado en el que el Calcio no se encuentra en su mejor momento para retener futbolistas frente a otras competiciones, sin embargo, fue demasiado jugosa la oferta del Bayern Múnich de 26 millones de euros por el central Mehdi Benatia, el capo de la defensa romana. El futbolista marroquí había hecho olvidar la venta un año antes de Marquinhos al PSG y formó junto a Leandro Castán un sólido eje de la zaga. Esta temporada no están ni uno ni otro: el primero no está contando con la confianza de Guardiola en Baviera, y el segundo fue intervenido en noviembre de una delicada operación cerebral que lo mantiene fuera del equipo. Yanga-M’Biwa, Astori y Kostas Manolas, fichados este pasado verano, no han cubierto ese hueco en el centro de la defensa.
La gran adquisición del mercado fue la del argentino Iturbe tras una magnífica temporada en el Hellas Verona, donde llamó la atención de equipos como el Real Madrid o la Juventus. Finalmente desembarcó en la capital italiana a cambio de 22 millones de euros en el fichaje más caro del Calciomercato, pero hasta el momento, el rápido mediapunta sólo ha dejado fogonazos de lo que mostró en Verona.
Aparte de una defensa más sólida, si de algo ha adolecido la Roma esta temporada ha sido de un goleador. Ningún futbolista giallorosso aparece entre los diez máximos goleadores de la Serie A, cosa rara en el segundo clasificado. Su máximo anotador hasta el momento es el extremo serbio Adem Ljajić, con ocho tantos. Totti siempre está, y esta temporada ha tenido sus momentos como cuando se convirtió en el goleador más veterano de la Liga de Campeones o cuando decidió el Derby della Capitale ante la Lazio, su partido favorito, con selfie incluido, pero a sus 38 años ya no puede sacar siempre las castañas del fuego. Mattia Destro parecía el indicado para el oficio del gol en el Olímpico, pero ha acabado cedido en San Siro. En el mercado de invierno llegó para tal efecto el marfileño Seydou Doumbia a cambio de 15 millones de euros procedente del CSKA de Moscú; veremos cuál es su rendimiento.
Como vemos, la Roma no ha escatimado gastos para discutirle a la Juve la supremacía italiana: a los 22 millones de Iturbe y los 15 de Doumbia hay que sumar los 13 que costó el ya mencionado Manolas procedente del Olympiacos; entre los tres suman 50 millones.
La Roma tenía uno de los centros del campo más completos del continente con De Rossi, Strootman, Pjanić y Nainggolan, a los que se sumó el veterano Seydou Keita tras un buen año en Mestalla. No obstante, el bosnio Pjanić aúna esta temporada tanto talento como irregularidad, y la del holandés Kevin Strootman se ha convertido en una de las peores noticias del club romano. El ex del PSV fue uno de los mejores jugadores del Calcio hasta la grave lesión que le impidió jugar el mundial, cuando media Europa se interesaba por él. Regresó a finales del pasado año pero volvió a recaer no solo para perderse lo que quedaba de temporada, sino para temer por su carrera con sólo 25 años.
En Europa no pudieron comenzar de mejor forma, goleando al CSKA en la primera jornada de la Champions y empatando en el Etihad Stadium con aquel gol de récord de Francesco Totti, pero la severa derrota en Italia por 1-7 ante el Bayern fue un antes y un después en la temporada de los de Rudi García. Volvieron a perder, esta vez en Múnich, por 2-0 ante los de Guardiola, y en la jornada clave, la visita a Moscú, dejaron escapar la victoria en los últimos instantes del partido. La derrota en casa ante el Manchester City en la última jornada confirmó su adiós a la Liga de Campeones. Repescados en la Europa League, vencieron al Feyenoord en dieciseisavos y ahora se enfrentarán a la Fiorentina, que ya los eliminó en la Coppa.
La visita de la Juventus a Roma pasaba por ser la penúltima ocasión para subirse al tren del Scudetto, pero, aunque el 1-1 supo a victoria tras comenzar perdiendo y quedarse con diez, no fue suficiente: la ventaja bianconera de nueve puntos se mantiene. Mientras los equipos de Milán vagan por el centro de la tabla y el Napoli de Benítez hace gala de su irregularidad, la Roma está consolidada como el segundo mejor equipo de Italia, pero no creo que eso sea suficiente en una ciudad que una vez creó un Imperio.