fc barcelona vs bayern munich messi

El FC Barcelona fue ultrajado por el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la UEFA Champions League, encajando ocho goles como ocho soles en una noche para olvidar para el barcelonismo. Desconozco si es la derrota más dolorosa de la historia para los culés, pero seguramente sí sea la que más cambios desencadene en muchos años. Porque lo que sucedió en Roma o Liverpool fueron dos ‘accidentes’ que no trajeron consigo decisiones drásticas. Ni se le dio salida al entrenador, ni hubo una limpieza en el vestuario y, ni mucho menos, los de arriba dieron un paso al lado. Todo continuó más o menos igual, con alguna que otra incorporación ilusionante pero con una planificación deportiva que el paso de los meses ha vuelto a dejar paños menores a quienes gobiernan la entidad azulgrana. La humillante derrota ante el Bayern debe servir para poner de patitas en la calle a Josep Maria Bartomeu, al que el crédito hace tiempo que se le agotó y, en consecuencia, a muchos pesos pesados del equipo que andan a rastras por el terreno de juego. Evidentemente, tampoco puede tener cabida en el nuevo proyecto un Quique Setién que ha pagado los platos rotos de la incompetencia de sus jefes, pero que ni encajando ocho chicharros es capaz de anunciar su dimisión ipso facto.

De ninguna de las maneras una institución como el Barça puede permitirse la vejación pública a la que le sometió el conjunto bávaro. El marcador habla por sí solo y es el resultado a una nefasta gestión de los dirigentes, que va más allá de lo sucedido en Da Luz, mucho más allá de 90 minutos catastróficos. Una concatenación de errores que debe provocar la necesaria catarsis.

FC BARCELONA 2 BAYERN 8

Era una obviedad, ya lo habíamos comentado, que los blaugrana no partían como favoritos frente el gigante alemán. Pero de ahí a hacer un ridículo tan espantoso va un trecho. El Barça aguantó el chaparrón hasta que encajó el segundo. Con el 1-1, tras igualar el tanto inicial de Müller, pudo incluso ponerse por delante en el electrónico. Pero los de Hansi Flick, con una presión muy alta, provocaron los fallos constantes en la salida de balón culé y de Stegen, tanto en corto como en largo. De una pérdida de Sergi Roberto llegó el zurriagazo de Perisic. Antes de la media hora, el 1-3 de Gnabry y después, el segundo en su cuenta particular de Müller (1-4). Los bávaros provocaban pérdidas absurdas y el desorden y la anarquía táctica de los de Setién comenzaban a aflorar con demasiado riesgo. Tras el paso por la caseta, los germanos siguieron controlando y campando a sus anchas, aunque el gol de Luis Suárez (2-4) supuso un amago de reacción del Barcelona. Pero nada más lejos de la realidad, un jugadón estratosférico de Alphonso Davies Davies ―19 añitos tiene la criatura― por la izquierda lo culminó Kimmich en el 63’, situando el 2-5. El Barça parecía el típico equipo de solteros contra casados, en el que nadie conoce a nadie, en el que no existe sintonía alguna, en el que cada uno va a su rollo sin que parezca que la cosa va con él.

La manita ya escocía, pero ese resultado quién sabe si hubiese sido suficiente para que nadie se replanteara nada ―como sucedió tras las debacles en Roma y Liverpool―. Así que como no hay mal que por bien no venga, el Bayern terminó cebándose ante la falta de fútbol, de amor propio y de dignidad de unos jugadores que, definitivamente, no daban para más. Señalar a uno en concreto es una osadía, lo mismo que apuntar al cuerpo técnico o directamente al presidente. Todos, de la A a la Z, tienen su cuota de responsabilidad ―alguno más que otro― en este amargo pastel al que el conjunto de Baviera únicamente le puso la guinda. Lewandowski no podía irse sin marcar y lo hizo con el 2-6 y Coutinho, cedido por el Barça al cuadro muniqués y que salió en el tramo final, cerró la histórica goleada con dos chicharros más para sonrojo de muchos. El Bayern, con el 2-8, dejó claro esta vez que el resultado no es un accidente, sino un crimen en toda regla que se venía fraguando, sobre el Barcelona, desde demasiado tiempo atrás. Las víctimas, los aficionados culés; los verdugos, que cierren al salir.

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Fernando Castellanos

Periodismo deportivo. En NdF desde 2006. Hacer todo lo que puedas es lo mínimo que puedes hacer. [ Twitter]