Lewandowski saca las vergüenzas al Madrid

Lewandowski

El Borussia Dortmund ha hecho con el Real Madrid lo que ayer martes hizo el Bayern de Múnich con el FC Barcelona: pasarle por encima. Un resultado de 4-1 justo y merecido -que pudo ser más abultado de no ser por Diego López-, y sobre todo, una sensación de impotencia durante todo el encuentro. De no saber qué hacer para imponerse a las circunstancias.

Se podría destacar a muchos jugadores alemanes. La calidad de Gündogan a la hora de iniciar jugada. El fútbol eléctrico de Reus, una pesadilla para Sergio Ramos en ataque, y para todo el Madrid en defensa. No se ha cansado de presionar durante los 90 minutos. Pero sobre todo hay que desacar a Robert Lewandowski, que anotando los cuatro goles de su equipo ha sacado las vergüenzas de una defensa madridista con buenos nombres, pero mala mezcla. Al partido del polaco sólo se le pueden dedicar halagos, porque en cada acción ha manifestado una superioridad pasmosa. Superioridad por calidad. Sirva de ejemplo el tercer gol, definiendo a la escuadra tras pisar el balón con una sangre fría y suavidad espectacular.

El Madrid ha echado de menos a Álvaro Arbeloa, aunque a muchos esto les pueda sonar a chiste. Sus limitaciones en ataque se compensan con su seguridad defensiva e inteligencia táctica. Todo lo contrario de un Sergio Ramos totalmente desubicado en el lateral derecho, perdiendo su posición continuamente y dejándose arrastrar por los nervios que transmitía el resultado.

Como decíamos en la previa, Ramos es un gran central pero un lateral medriocre. A su vez, Varane le ha echado de menos como compañero en el centro de la zaga. El francés no se siente cómodo con Pepe, que además no ha vuelto a ser el mismo desde su última lesión. En resumen, la ausencia de Arbeloa ha sido dramática para el Madrid no tanto por lo que él aporta, sino porque para corregir su ausencia hay que desbaratar una defensa que ya estaba consolidada. La zaga madridista se ha visto totalmente superada por la movilidad y el desparpajo de los alemanes, y ni siquiera con las ayudas de Khedira y Xabi Alonso se podía remediar el daño.

Un Xabi Alonso al que ha vuelto a desenchufar el Borussia Dortmund, hasta el punto de ser cambiado en la segunda parte con 4-1 ya en el marcador. El Madrid ha sufrido horrores para sacar la pelota con claridad, mérito de un centro del campo alemán que ha presionado como perros de presa. El único remedio estaba en los balones largos, exceptuando la primera parte, cuando se encontró un camino en la banda izquierda a través de las botas de Coentrao y Cristiano Ronaldo. Pero en la segunda parte, tras esos quince minutos fatídicos en los que el Borussia zarandeó al Madrid hasta dejarlo en la lona, las prisas se apoderaron del conjunto blanco y los balones largos se convirtieron en los únicos intentos de ataque. Como suele ser habitual, no llevaban a ningún lado, y sólo en un par de acciones a balón parado fueron capaces de asustar a Weidenfeller.

Ahora tenemos seis días por delante de frases hechas. Veremos cómo se apela al espíritu de Juanito. Cómo se recuerda que “90 minuti en el Bernabéu son molto longios”. Y es cierto que al Real Madrid nunca se le puede dar por muerto. Que esa camiseta ya se ha visto en situaciones parecidas en más ocasiones, y ha sido capaz de sobreponerse. Que anotar tres goles en 90 minutos es complicado, pero posible para un equipo en el que juega Cristiano Ronaldo. Pero eso no debe desviar la atención. Ha sido la tercera vez en un año en la que el Borussia ha señalado las carencias del Real Madrid. La autocrítica es necesaria, y el reconocimiento al rival también. Un rival que, jugando a este nivel, será difícil que no vea puerta en el Bernabéu. En el horizonte ha quedado dibujada una final alemana, y promete ser apasionante.

Sobre el autor Ver todos los posts

Daniel Iglesias

Tu Fe Nunca Decaiga