Messi. La carrera entre el argentino y Cristiano por ver quién la tiene más larga promete. Y no malpenséis, que no hablo de sus respectivas cuentas corrientes, sino de la lista de goles de uno y otro. El martes el portugués firmó un hat-trick y 24 horas después el crack del Barcelona recogió el guante haciendo lo propio ante el Ajax. No tiene pinta de que la llegada de Neymar vaya a perjudicar a Leo teniendo en cuenta, además, el papel secundario que parece haber asumido el brasileño. Y probablemente suceda lo mismo en la capital con Bale, si bien el galés acaba de llegar y su estado físico no es el óptimo. La respuesta de Messi, erigiéndose protagonista de un partido sin historia, deja claro que acepta reeditar el duelo con Ronaldo.
Valdés. Cada vez que Víctor realiza una intervención de mérito me viene a la cabeza una mediocre portada del diario Sport en la que se leía que ‘Valdés deja tirado al Barça’ por no haber aceptado renovar con el conjunto blaugrana. Con el paso del tiempo, y una vez confirmada su continuidad hasta que venza el contrato, Víctor no sólo está dejando en evidencia primeras planas como la que sin titubeos publicó el citado periódico, sino que lo está haciendo con clases magistrales de profesionalidad, cosa que muchos de sus críticos deberían replantearse. Ayer, en las escasas aproximaciones del Ajax, tuvo tiempo de parar un penalti y firmar un par de paradones. Actuaciones que no copan portadas, pero que deberían.
Bojan. Para el delantero el de anoche era un partido especial. Se hinchó a marcar goles en su etapa de formación en La Masia y se estancó en el primer equipo. Dijo, antes del choque, que le gustaría marcar. Y lo tuvo cerca, pero no. Krkic sigue buscando su sitio, ahora en el Ajax, un destino teóricamente ideal de donde salieron grandes figuras y donde él debería convertirse en una de ellas. Se marchó a última hora Eriksen y la creatividad ajacied quedó huérfana. En busca de ese papel estelar anda el catalán, que con todavía 23 años tiene tiempo de sobra para cumplir su condición de promesa. Nunca es tarde para alcanzar el apogeo, pero muchos empiezan a pensar que el de Bojan llegó hace tiempo. Contradecir esta teoría depende de él.
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