La lluvia no quiso perderse el partido de vuelta de dieciseisavos de final de la Europa League entre Athletic y Torino, y por eso no cesó en su empeño durante los noventa minutos: fue un jugador más en San Mamés. Lógico, visto el buen partido de ida en el que el club bilbaíno sacó petróleo del Olímpico de Turín (2-2) en un choque en el que los locales fueron superiores. Se antojaba una ocasión propicia para rematar la faena en Bilbao, pero ha sido el equipo italiano el que ha sacado billete a octavos tras un partido repleto de emoción que ha ganado por 2-3. Tras una bonita eliminatoria, el Athletic dice adiós a Europa con la cabeza alta, pero evidenciando sus carencias.
Ambos equipos parecían espejos en su sistema táctico: tres centrales y dos carrileros, tres en el medio y dos arriba. Más habitual para el Torino y no tanto para el Athletic, que probó en Italia y quedó satisfecho. Los primeros minutos nos mostraron a unos leones con ganas de no dar respiro al Torino al ejercer la presión muy arriba. En el minuto ocho tuvo su primera ocasión el Athletic, cuando Beñat desafió la distancia en un lejano lanzamiento de falta que Padelli tuvo que despejar a córner. El exbético fue importante a balón parado en la primera mitad.
No tardaría mucho en dar la réplica el conjunto turinés, cuando Quagliarella disparó alto. El Athletic ya no ejercía tanta presión y el Torino aprovechó la circunstancia para echarse arriba: en una de esas, Gurpegui hizo un claro penalti a Vives que Quagliarella mandó al fondo de las redes. Herrerín llegó a tocar el balón y acariciar la machada.
Al Athletic no le quedaba otra que volver a recuperar el mando del partido y a ello se puso, pero el Toro seguía embistiendo con su mejor arma: el veterano Quagliarella volvería a tener otra clara oportunidad mientras los leones no mordían la portería de Padelli. Por si fuera poco, el partido entró en una extraña fase en la que se acumularon los sucesos: Gurpegui recibió un golpe y tuvo que dejar el campo unos minutos para después volver y darse cuenta de que no podría seguir. Por su parte, Laporte recibió un manotazo de Maxi López y también tuvo que abandonar el césped por unos momentos. El partido estaba trabado y la circunstancia beneficiaba al Torino. Finalmente, Williams entró en el campo por Gurpegui, con lo que San José bajó al centro de la defensa y Beñat al mediocentro.
El final de la primera parte resumió lo alocado de la eliminatoria: Iraola empató el encuentro con una definición propia del mejor goleador tras un milimétrico centro de Beñat, pero poco después, cuando el conjunto local estaba volcado sobre la meta de Padelli, Maxi López volvió a poner en ventaja al Torino con un tanto de cabeza. Tres goles para el exbarcelonista en esta eliminatoria.
Complicada situación para el Athletic, que tenía que echar el resto consciente de que otro gol en contra ponía las cosas muy cuesta arriba. Podía pasar tanto una cosa como la otra: la primera por el empuje del León, la otra, por su debilidad en defensa. Comenzó el segundo tiempo con un buen lanzamiento de falta de Laporte que salió fuera por poco, pero el Torino seguía imprimiendo peligro a cada uno de sus acercamientos al área rojiblanca, como en otra ocasión de Maxi que Herrerín sacó con los pies. El pase fue de El Kaddouri, de lejos el jugador más técnico de los suyos.
Le sobraba emoción e incertidumbre al encuentro, cosa que certificó el segundo gol del Athletic: tras un magnífico pase de Muniain entre líneas, De Marcos volvía a empatar la eliminatoria, pero el guion del choque era claro y de nuevo el Athletic volvió a hacer aguas atrás cuando Darmian marcó el tercero para el Torino libre de marca. Con 2-3 en el marcador, dos goles le hacían falta al Athletic para remontar: empresa complicada. No ayudó la extraña ocurrencia de Valverde de quitar a Beñat, el más clarividente del conjunto local, para meter a Susaeta.
Todavía pudo marcar Josef Martínez el cuarto para el Torino tras otro gran pase de El Kaddouri, pero el marcador ya no se movería. El Torino fue justo vencedor de una eliminatoria vibrante que el Athletic vendió cara, pero que expuso demasiado en el escaparate.