El EuroLevante hace de los sueños realidad

PedroRiosBarkeroLevante

El Levante UD se ha ganado el derecho a soñar. Ya lo hizo el curso pasado, logrando ser líder de Primera durante tres jornadas y por primera vez en su Historia y, lo que es más importante, clasificándose para la UEFA Europa League. Parecía difícil, por no decir imposible, que los granotas pudieran mejorar lo conseguido, pero ahí están: en Liga, a sólo cuatro puntos de los puestos europeos (y trece por encima del descenso) y en Europa sumando una machada tras otra hasta granjearse el derecho de usar un prefijo que es como una medalla al mérito.

El Levante ya es el EuroLevante. Se lo han ganado con creces con la exhibición que realizaron ante el Olympiakos, líder destacado de la Liga Griega (y, desde hace dos semanas, bajo las órdenes de Míchel). Un partido memorable que nunca olvidarán los 25.000 granotas que, de la mano de su equipo, convirtieron el Ciutat de València en una fiesta en la tarde de ayer.

El fútbol moderno se ha metido en una deriva peligrosa: cada vez más alejado del juego y más cerca del negocio, corriendo el riesgo de olvidar su esencia más pura. Pero entonces aparece un equipo como el Levante, un Señor Equipo, con todas las letras, para recordarnos qué es lo verdaderamente importante. Empezando por arriba, por los despachos, donde Quico Catalán no vende humo sino ir despacito y con buena letras. Siguiendo por un entrenador como Juan Ignacio Martínez, que a partir del trabajo y la humildad, ha construído un equipo digno de toda admiración. Y acabando por los futbolistas, cuyo compromiso y esfuerzo no están dejando a todos con la boca abierta.

Lo de la tarde de ayer fue memorable. Reventaron al campeón griego, que viene de jugar la Champions League, endosándole un 3-0 que deja la eliminatoria prácticamente sentenciada (no quito el adverbio por no tentar a la suerte, pero vamos…). José Javier Barkero se echó al equipo a su espalda, demostrando una vez más que no sólo tiene una gran clase, sino que además sabe hacer gala de ella en los partidos grandes. Su exhibición comenzó a los 9 minutos, sirviendo con su zurda un gran pase al no menos bueno desmarque de Pedro Ríos, que dejó sentado a dos defensores griegos para luego definir a la perfección ante el meta Megyeri.

El Olympiacos no supo reaccionar. Tras recibir el gol quiso tener más el balón, pero no supo que hacer con él. Mediado el primer tiempo perdió a Abdoun por doble amarilla. El penalti derivado lo erró Martins pero ni siquiera eso frenó a los granotas. Sólo diez minutos después dispuso de una segunda oportunidad desde los once metros y la responsabilidad la asumió quién tenía que asumirla, Barkero. Y claro, no falló.

Con dos goles de ventaja el Levante se dedicó a hacer lo que mejor sabe hacer. Convertirse en una roca en lo defensivo y soltar contragolpes con la fuerza de la marea. Hasta que apareció, una vez más Barkero, poniendo una maravillosa a asistencia para Martins. El nigeriano, que no pudo jugar la primera fase del segundo torneo continental, no faltó a su cita con el gol, resarciéndose de la pena máxima fallado anotando el definitivo 3-0.

No faltó a la cita Navas, que paró las mejores ocasiones de los atenienses y hasta se alió con el palo en un disparo de Djebbour. El Olympiakos no fue capaz de sacar nada positivo, acabó frustrado y aún pudo marcharse de España con algún gol más, ya que Barkero y Valdo dispusieron de oportunidades para engrosar la goleada.

Sí, señor. El EuroLevante se ha ganado el derecho a soñar. Como lo hizo hace doce años el Alavés de Mané y Javi Moreno, otro gran equipo con mayúsculas, todo esfuerzo, compromiso e ilusión, como este Levante con el que tiene grandes reminiscencias. El partido de vuelta será la semana que viene. Los granotas acudirán a la capital griega a rematar la faena. No fallarán: JIM ajustará las tuercas necesarias y sus hombres no le fallarán.

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Bruno Sanxurxo