Muchos os preguntaréis, viendo el título y la portada del post, qué relación puede existir entre Johan Cruyff y la Premier League. Una liga que, el holandés, nunca ha pisado ni como jugador ni como entrenador. Y, además, una competición que se ha caracterizado tradicionalmente por el fútbol directo -no quiero emplear el término pelotazo hacia arriba-, pero la idea básica ha sido siempre llegar a portería rival lo más rápido posible. Una idea futbolística que está a las antípodas de lo que planteaba el ‘Flaco’, quien predicaba por un fútbol combinativo, de posesión, donde tener el balón hace que el rival no pueda causarte peligro mientras tú llevas la batuta del partido.
Sin embargo, estos últimos años y, sobre todo en lo que llevamos de temporada, la Premier parece que está aplicando al pie de la letra una de las míticas citas del técnico holandés: “prefiero ganar 5-4 que 1-0”. Cruyff siempre ha sido, como jugador y como entrenador, una persona que ha dado espectáculo (en el buen sentido de la palabra). Sus equipos han propuesto un fútbol alegre, intentando marcar el máximo de goles posibles, por el cual el espectador pagaba con gusto la entrada para ver el partido.
En estos tiempos, se ha abierto un interesante debate en la forma de plantear los partidos: ¿Qué es más importante el resultado o jugar bien? Como es natural, todos los equipos juegan para ganar, pero algunos han entendido que para maximizar sus posibilidades de victoria lo más importante es mantener primero de todo la portería a cero y, luego, si es posible ya se preocuparan por anotar algún gol. Esta forma de entender el fútbol se ha visto replicada en varios equipos, sobre todo españoles, que todos tendréis en mente. Quiero señalar que no tengo nada en contra de esta forma de plantear los partidos, simplemente quiero dejar constancia de las diferencias que existen entre la Premier y la Liga en cuanto a goles/espectáculo se refiere.
Premier League
La temporada ha comenzado con una locura goleadora, como señalan nuestros compañeros de La Media Inglesa parece que la Premier se haya roto. Y no les falta razón, hasta ahora se han disputado 38 partidos en los que se suman un total de 144 goles, lo que nos da una media de 3,79 goles por partido. Una cifra altísima si lo comparamos con otras ligas y el registro de la pasada campaña. Destacan partidos como el Liverpool 4 Leeds 3 de la primera jornada o el reciente 7-2 del Aston Villa al Liverpool. El 29% de los partidos disputados esta temporada ha finalizado con 5 o + goles. Unas cifras del todo inusuales, que superan la media de goles por partido de la temporada anterior, 2,72. Me figuro que Johan, desde su trocito de cielo, estará sintonizando DAZN para disfrutar del espectáculo que nos está brindando la Premier.
La Liga
Por su parte, en la Liga española, estamos viendo la otra cara de la moneda. Hasta ahora se han disputado 43 partidos, en los que se suma la irrisoria cifra (comparativamente) de 95 goles, con una media de 2,21 goles por partido. En la máxima categoría española el 33% de los partidos, 1 de cada 3, se resuelven con 0 o 1 goles, lo que da muestra del tipo de planteamiento que hacen los equipos. Hasta 6 partidos han finalizado con un 0-0 (ninguno en Premier): Eibar-Celta, Real Madrid-Real Sociedad, Alavés-Getafe, Huesca-Atlético de Madrid, Atlético de Madrid-Villarreal y Elche-Huesca. Si observamos lo que pasó la temporada anterior, los equipos anotaron 47,1 goles de media en toda la temporada, con una media de goles por partido de 2,48, unas cifras superiores a la sequía goleadora con la que está arrancando la presente temporada.
El otro día escuchaba a un periodista, siento no recordar el nombre, hablar de forma muy interesante sobre este dilema futbolístico. Sobre si es mejor jugar de una forma conservadora o es preferible ir al ataque, aunque ello conlleve dejar la portería más desprotegida. Bajo su punto de vista, el cual suscribo: ¿Qué sentido tiene jugar de una forma tan defensiva en una competición regular? Donde si pierdes tienes una nueva oportunidad de ganar a los pocos días. En una competición de eliminatorias, como la Champions, cobra más sentido este tipo de planteamiento de ‘a verlas venir’. Pero, en una liga doméstica parece más lógico, por el bien del espectáculo y por la propia liga, aplicar el famoso mantra de nuestro querido y añorado Johan: “Prefiero ganar 5-4 que 1-0”.