24 años son muchos años y en el Merseyside es inevitable que la historia retumbe en cada centímetro del viejo Anfield. Más de dos décadas alejados del trofeo que monopolizaron hasta el 2009 es una herida abierta que pocas noches ha dejado de escocer, entre ellas en la inolvidable Istambul. Pero el inglés, el scouser de corazón, sueña desde hace demasiado tiempo con un momento como éste.
El Liverpool ha dado un golpe encima de la mesa encaramándose al liderato de la Premier League tras golear 4-0 al Tottenham y aprovechar la derrota del anterior líder, el Chelsea, en el campo del Crystal Palace (1-0), y el empate entre Arsenal y Manchester City en la capital (1-1). La jornada ha sido más redonda todavía para el equipo de Rodgers, ya que el Liverpool depende única y exclusivamente de sí mismo para ser campeón de liga. Y todo apunta a que será el templo de Anfield quien decida.
No será un camino de rosas para los reds, ya que de las seis finales que le restan, dos son enfrentamientos directos contra los otros dos candidatos a la corona. El Liverpool recibe el 13 de abril al City y el 27 será el Chelsea el que intente rascar puntos de Anfield. El conjunto de Pellegrini tiene dos partidos aplazados que debe recuperar y en el caso de salir victorioso de ambos, podría superar al actual líder en la tabla. En todo caso, la pelea por el título entre reds y citizens ya habrá tenido lugar.
El Liverpool ha perdido este año en el estadio del Arsenal (2-0), del City (2-1) y del Chelsea (2-1). La revancha contra los gunners en Anfield se saldó con un claro 5-1 a favor de los rojos. Los triunfos ante Manchester United (1-0), Everton (4-0) y Tottenham (4-0) son aval más que suficiente para que en el Merseyside se crea hoy más que nunca que el primer título de Premier League en la historia del Liverpool es posible.
La exigencia, pues, es máxima y de ésta deriva la lectura menos optimista para el equipo red. En los últimos años, la presión ha minado muchas esperanzas y no son pocos los que opinan que el calendario puede dinamitar la opción más clara de ser campeones de las últimas dos décadas. Todo apunta a que Anfield será la ruleta dónde se decidirá el vencedor. Siendo así, yo apostaría todo al rojo.