No es el vigente campeón, ni el subcampeón, ni tan siquiera el club más laureado de los últimos años en Inglaterra, el que mete miedo en el nuevo curso de la Premier League que arranca hoy. Es de nuevo el equipo de José Mourinho, el Chelsea, el candidato número uno a levantar el título el próximo mes de mayo. Aunque, claro está, sólo es una apuesta basada en lo que a simple vista me parece tras echar un vistazo a las plantillas de los principales aspirantes. La temporada es larga y todo puede pasar (nadie se lo va a poner fácil, sin duda), pero si algo podemos asegurar ya es que si el equipo londinense no se alza como nuevo campeón lo podríamos considerar un fracaso.
Los blues están construidos para la conquista de Inglaterra y de Europa. Gracias, una vez más, a la mano experta en negocios de Roman Abramovich, sus aficionados podrán disfrutar de una de las mejores plantillas del continente. Y además, ganando dinero. Tomen nota: con las ventas de David Luiz (PSG), Lukaku (Everton) y Demba Ba (Besiktas) el Chelsea ha ingresado casi 100 millones invertidos en Cesc Fàbregas (36 millones), Diego Costa (38M) y Filipe Luis (20M). A estos nombres se le suman otro campeón de Liga que regresa de su cesión (coste cero, por lo tanto), Courtois, y un viejo rockero de Stamford Brigde que vendrá a suplir el rol encomendado a Eto’o el pasado curso: Didier Drogba. Habrá que ver cómo los recién llegados suplen las bajas del central brasileño y del eterno Lampard, que se ha marchado a hacer las Américas. Pero a priori, ni la retaguardia ni el centro del campo se me antojan poco competitivas en absoluto.
Pero el Chelsea no es el único que ha movido ficha este verano. El que menos ha zarandeado la cartera (de momento) ha sido precisamente el vigente campeón. El Manchester City se ha traído a dos jugadores del Oporto, Mangala y Fernando, un lateral suplente -presuntamente- de garantías como Sagna y un portero a petición de su entrenador, Willy Caballero. El correctivo ante el Arsenal en la Community Shield (3-0 para los de Wenger) es ya un aviso de lo competitiva que puede llegar a ser esta Premier.
El equipo gunner es otro de los que ha dado y dará que hablar. A pesar de que acabó diluyéndose, el brillante inicio el anterior curso dejó detalles que quizás volvamos a ver a partir de hoy. En Londres, el triángulo formado por Özil, Cazorla y Alexis Sánchez enamora. Quizás su línea defensiva sea todavía hoy su talón de aquiles, a pesar de haberla reforzado con las incorporaciones de Debuchy y Chambers.
Más animada ha estado la secretaría técnica del Liverpool, el equipo que más cash ha invertido este verano. Claro que los más de 80 millones que se ha embolsado con la venta de Luis Suárez han dado mucho de sí. El equipo de Rodgers, que se quedó a las puertas de conquistar la Premier (ese maldito resbalón y la pájara en Selhurst Park) ha reforzado todas sus líneas excepto la posición que ha dejado huérfana el máximo realizador del pasado curso. Daniel Sturridge será el nuevo hombre de referencia de los red, pero no caminará solo: el refuerzo esperado, Adam Lallana, completa el elenco de centrocampistas con gol y creación de juego. Aunque desde los exteriores de Anfield, sigue retumbando un deseo: Marco Reus, que ayer se vinculó y de desvinculó del Atlético de Madrid en cuestión de horas. Cosas del verano. El exsevillista Alberto Moreno es la última incorporación conocida de un Liverpool que quiere volver a pelear por el título.
Es una incógnita (sobre todo por la desastrosa temporada que completó en la 13/14) el papel que tendrá en esta Premier el Manchester United. Obviamente, no se puede descartar al club con más títulos de la competición doméstica en su haber y mucho menos tras el fichaje más importante de su verano: Louis Van Gaal. El técnico holandés, acompañado por Ryan Giggs en el banquillo, dirigirá una plantilla nada despreciable. Pocas caras nuevas, con la salvedad de la incorporación de más renombre y que, sin duda, le permitirá dar un salto de calidad importante al equipo red devil: Ander Herrera. A la fuerza, la salida de Vidic, Evra y Ferninand modificará la experimentada defensa de los últimos años. Si su rendimiento no es bueno, siempre les quedará De Gea…
