Los delanteros de la selección

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El primer gran torneo del que tengo un nítido recuerdo fue el Mundial de 1994 en Estados Unidos con sus soleados campos y sus horas intempestivas. El de Alexi Lalas, Oleg Salenko y Jorge Campos. España iba con un buen equipo y con expectativas: la base la conformaba el Dream Team, pero en aquel Barcelona, jugadores como Romario o Stoichkov eran vitales en ataque. Ambos tuvieron un destacado papel en aquella cita mundialista. España era fuerte en defensa y centro del campo, pero Julio Salinas y Juanele no ofrecían las mismas garantías en la delantera. Al primero siempre le acompañaron los números (no hay más que ver sus estadísticas), pero también esa fama de delantero fallón, y el más célebre de sus errores se dio precisamente en el fatídico duelo ante Italia en aquel mundial, cuando no pudo superar a Pagliuca en el mano a mano. Salinas también formaba parte de aquel Barça de Cruyff, pero venía jugando poco. Por su parte, Juanele era una de las revelaciones de la Liga vistiendo la camiseta del Sporting, pero el mundial era otra historia, y prácticamente se despidió de la selección tras aquel torneo en el que no llegó a debutar.

Me quedé con la idea de que la selección española no tenía buenos delanteros, y eso que en el pasado, jugadores como Isidro Lángara, Telmo Zarra, Quini, Santillana o Butragueño habían provisto de goles a la selección. Pero poco a poco se fueron aclarando las cosas: ya estaban Kiko y Alfonso, campeones olímpicos en 1992 que llegaron a la absoluta, se nacionalizó el argentino Pizzi, máximo goleador de la liga con el Tenerife, y surgieron talentos que darían muchas alegrías a la selección, como Morientes y principalmente Raúl. También Joseba Etxeberria, aunque con el tiempo hizo de la banda su hábitat. Así las cosas, en 1998 España acudió al Mundial de Francia con Raúl, Morientes, Kiko, Alfonso, Pizzi y Etxeberria, y sin embargo las cosas salieron peor que nunca: el fútbol no es una ciencia exacta.

Urzaiz, Catanha, Luque, Tamudo, Diego Tristán… pasaron varios delanteros por la selección y todos tuvieron sus momentos, pero fueron Raúl y Morientes los que asentaron: España tenía un buen ataque. En 2002 parecía que llegaría el momento de hacer algo grande, Raúl llegó en su mejor momento a Corea y Japón y tiró del carro hasta que llegaron los fatídicos cuartos con los coreanos, Al Ghandour, el centro de Joaquín, el gol anulado de Morientes, el enfado de lván Helguera y la ausencia por lesión del ‘7’, que quiso jugar pero al que Camacho prefirió no forzar.

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Por aquel entonces, David Villa ya comenzaba a destacar en segunda división con el Sporting y Fernando Torres se postulaba como una de las promesas del fútbol europeo en el Atlético de Madrid, entonces también en la división de plata. Ambos serían los delanteros de la mejor selección española de la historia. Avisaron ya en el Mundial de 2006, pero lo mejor llegaría en las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de 2010. Torres y Villa no eran de esos delanteros que marcan una época como Van Basten, Ronaldo o Shevchenko, pero sí buenos futbolistas que además cumplían a la perfección el objetivo de mandar a la red el fútbol de Xavi, Iniesta, Silva o Xabi Alonso.

Dudas en el presente

Pero Torres y Villa son ya futbolistas veteranos, y mientras jugadores como Isco, Koke o De Gea aclaran el relevo generacional en otros puestos, en ataque no está tan claro. Diego Costa era todo un depredador con el Atlético y lo sigue siendo con el Chelsea, pero no se acaba de adaptar a la selección. Alcácer es uno de los candidatos, pero no atraviesa su mejor forma tras un buen inicio en su andadura como internacional. Morata es ahora el nombre que está en boca de todos con el gol de la victoria ante Ucrania, sus buenos minutos ante Holanda y su labor en Turín, donde ha mandado al banquillo a otro habitual de la selección en los últimos años como Llorente. El exmadridista, con solo 22 años, es un buen futbolista, pero ha de mejorar en el acierto de cara a puerta. Le ha acompañado en esta convocatoria el malaguista Juanmi sustituyendo al lesionado Costa, en una decisión que sorprendió a todos.

Aduriz y Alberto Bueno son jugadores en un buen estado de forma, pero no son esos delanteros que se asentarían en la selección, que quizá sea lo que busca Del Bosque. Caso aparte sería el regreso de Villa, al que Del Bosque considera “seleccionable” y “un caso excepcional”. Habrá que ver si otros como Jesé o Deulofeu dan el salto necesario, algo que no se vislumbra por ahora.

Unas veces la selección ha tenido grandes defensas, otras centrocampistas, delanteros… en los últimos años se juntaron en todos los puestos generaciones de grandes futbolistas, y pasó lo que pasó. Parece que tenemos centrocampistas y porteros para rato, también laterales y no tanto centrales aparte de Ramos y Piqué. En ataque también surgen dudas: ante Holanda se vieron buenos minutos en la segunda parte, pero no hubo manera de transformar esa posesión en gol. Siempre existió ese problema, pero no había tantos despistes en defensa y se marcaba ese 1-0 que tantas veces se ha repetido. Hace falta encontrar a ese ‘9’ que lo marque.

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Gabriel Caballero

Periodista
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