No hubo goleada europea como en la primera semifinal. No asomó la humillación del día anterior, ni el manojo de goles, ni un despelote futbolístico como con el que anocheció ayer Belo Horizonte. Tampoco brillaron las estrellas: ni internadas de Arjen Robben, ni juegos de magia de Leo Messi, nada. La segunda semifinal de Brasil 2014 dejó un finalista, Argentina, que consiguió el billete desde los once metros tras 120 minutos de escaso fútbol ofensivo y demasiado miedo. La albiceleste se medirá a Alemania en la final del Mundial apeando a una Holanda que, hasta hoy, demostró mucho más que la selección de Alejandro Sabella.
No se esperaba mucho más de Argentina, a tenor de lo demostrado durante todo el campeonato. Sin Di María, el futbolista que más kilómetros recorre de Argentina, el equipo ha sido lento, sin chispa y nulo de ideas en ataque. Y de nuevo Messi ha desaparecido de un encuentro crucial para los suyos, y en el que se le esperaba como agua de mayo. Sólo Javier Mascherano, columna vertebral de esta selección, rayó al nivel esperado de un partido como el de hoy. Y Romero bajo palos decantó la moneda para los suyos en la tanda de penaltis con dos grandes paradas, a disparos de Vlaar y Sneijder.
También Holanda decepcionó en esta semifinal. Llegó el combinado de Van Gaal tieso al penúltimo partido de este campeonato y se notó en la circulación de balón y en las llegadas al área de la orange: sólo un disparo entre los tres palos en 120 minutos, un bagaje paupérrimo por lo demostrado hasta la fecha y por la dinamita que atesoran en la delantera.
La goleada de Alemania ante Brasil ha intimidado hoy tanto a los otros dos semifinalistas. La verticalidad germana, unido con los errores defensivos de los brasileños, ha mandando un aviso a Sabella y Van Gaal: prioridad número 1, no conceder errores en defensa. De ahí, el escaso atrevimiento de los 22 hombres sobre el césped, la nula valentía y el tremendo miedo en dejar escapar el partido. Ante estos dos planteamientos, la tanda de penaltis era la única opción posible para determinar el rival que se medirá a Alemania el próximo domingo en Maracaná.
Visto lo visto, cualquiera que haya seguido todos los partidos de ambos finalistas pensaría que Alemania es la clara favorita para llevarse el entorchado. La duda es: ¿aparecerá Messi? Y si así sucede, ¿podrá Messi neutralizar el favoritismo alemán?
