Mundial Brasil 2014: ¿Con Messi es suficiente para Argentina?

Argentina parte como una de las grandes favoritas para ganar el Mundial de Brasil 2014, pero a tenor de lo visto en su debut ante Bosnia -con victoria por 2 a 1-, se antoja complicado que lo consigan. Esas esperanzas de alzarse con la victoria están depositadas principalmente en Leo Messi. En saber que el que para muchos es el mejor futbolista del planeta, necesita una actuación legendaria en Brasil para poder serlo también de la historia. Este debe ser su Mundial.

El problema para Messi es que sus compañeros no están a la altura. Puede que le vayan a la estela en calidad individual, sobre todo en lo referente al ataque -Agüero, Di María, Higuaín…-, pero Argentina no deja buenas sensaciones como colectivo.

La primera parte ante Bosnia han sido los 45 minutos más aburridos de lo que llevamos de campeonato. La responsabilidad fue de Sabella, que no quiso contratiempos en el debut y armó al equipo con un 5-3-2 que le sirvió para no sufrir en defensa, pero también para mostrar unas carencias en la creación de juego alarmantes. Y ese esquema incomodaba a Messi. Argentina siempre tenía seis futbolistas al menos por detrás del balón. Messi tenía que bajar hasta el centro del campo a recibir el esférico. En cuanto se giraba e iniciaba la conducción, se encontraba con que prácticamente no tenía compañeros por delante más allá de un errático Agüero. Por consiguiente, el crack blaugrana se estrellaba una y otra vez contra el doble pivote bosnio conformado por Besic y un Pjanic que demostró tener más fútbol en sus botas que todo el centro del campo argentino.

Argentina vencía por 1-0 al descanso gracias a un autogol de Kolasinac nada más arrancar el encuentro, pero eso no impidió que Sabella retocara su once. Una vez analizados los déficits de su equipo, retiró del campo a Campagnaro y Maxi Rodríguez para dar entrada a Gago e Higuaín. Y sin necesidad de que ambos brillaran, Argentina encontró una mayor armonía en su juego de la que Messi se benefició. Gago atraía al doble pivote bosnio dejando mayores espacios para el ataque albiceleste, y además servía de enganche entre la defensa y Messi. En la segunda parte, Leo iniciaba sus conducciones con mayores espacios y de camino se encontraba a más compañeros con los que asociarse. Sirva de ejemplo la pared con Higuaín que desembocó en el 2-0. Un golazo que significa el segundo gol de Messi en los Mundiales.

Y a buen seguro que no será el último, porque más allá de su mayor o menor inspiración en las acciones técnicas, Messi demostró que se encuentra en un gran estado de forma. Con la liberación que le supondrá este gol -y que manifestó con la rabia de la celebración-, Messi podrá encarar lo que resta de primera fase con una mayor tranquilidad, y ante rivales muy propicios para seguir engordando su ego. La pregunta es, ¿será Messi suficiente para que Argentina gane el Mundial?

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Daniel Iglesias

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