Frescas y maravillosas noticias que no podemos escapar para los aficionados españoles. Luis Rubiales, presidente de la Federación, ha decidido, en un alarde de ingenio, que uno de los torneos más esperados, con más solera, que sólo causa alegría entre quienes lo disputan y que jamás ha tenido problemas de calendario por ser en pleno mes de agosto, no sólo lo juegue el campeón de la Liga y la Copa, sino que además se unan a la espectacular “fiesta del futbol” por ser el mejor equipo patrio, el segundo clasificado del torneo doméstico y el subcampeón del torneo del KO.
Qué locura. Una Final Four, con semifinales y final incluida, y que además tendrá como sede un país de otro continente. Sí, sí: la Supercopa de España fuera de España. Como la última que tuvo lugar en Marruecos, pero ahora con tres partidos y la posibilidad que los seguidores que no quieran perderse alguno de ellos puedan viajar incluso al lugar del evento. Todo ventajas, oiga. Todo aquel que no quiera perderse la Supercopa de España solamente deberá pagar el viaje o desplazamiento, el hotel y la entrada al o los partidos, dependiendo si tu equipo llega o no a la final. Porque por el tercer y cuarto puesto no habrá duelo, pa qué.
No saben los aficionados españoles la buena imagen que el hecho de que la Supercopa de España se dispute en otro país mejorará la “marca” de otros equipos que, quizá, no tienen la relevancia que normalmente tienen los de siempre. Ese es el sólido argumento del presidente de la RFEF, al que lógicamente la pasta, el interés y el negocio no le importan en absoluto, ya que lo primordial es que sea una “fiesta del fútbol” espectacular donde los aficionados de vete tú a saber qué país puedan disfrutar de la magia de la Supercopa de España, que no se rebautizará a pesar de no jugarse en dicho país.
Para que este apasionante nuevo formato que beneficiará el turismo entre los aficionados españoles —que les permitirá además de disfrutar de su deporte favorito conocer mundo— se lleve a cabo, debe primero aprobarse por la Asamblea de la Federación, el próximo mes de abril. Así que salvo sorpresa y sería raro teniendo en cuenta que en este país siempre se piensa en los aficionados —no hay más que ver los partidos de los viernes y los lunes de la Liga—, la Supercopa de España no se jugará en España la próxima edición. Armemos el petate, ¡toca viajar!
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