biwenger comunio

Recuerdo que empecé a jugar a Comunio casi de rebote, empujado por el grupo de amigos que insistían en jugar una liga. Así que como fue un poco por obligación, ahí quedó la cosa: obtuve una plantilla que apenas sufrió cambios durante todo el curso. Entre la pereza, no entender nada y tener una vida, terminé en una posición poco privilegiada. Quizá fue por allá en 2014 o así.

Fue en la 15/16 cuando ya me puse las pilas y fui tomándole la medida al juego de marras. Entraba más a menudo, compraba, vendía, hacía las alineaciones… Ese curso quedé segundo. Al siguiente, otra vez subcampeón. La 17/18 no pasé del tercer puesto ―de una liga formada por unas doce personas― y fue en la 18/19 cuando al fin pude destronar al hegemónico campeón de los tres últimos ejercicios. Para entonces ya nos habíamos pasado a Biwenger, mucho más moderno, actual e intuitivo que Comunio.

Esa temporada fue tremenda porque además, también conquisté otra liga paralela ―de 11 participantes― que había creado con otros compañeros. Así que alegría doble y premio a la regularidad y constancia. La pasada temporada en la primera terminé diría que cuarto y en la segunda, volví a ganar… sin Messi. Y es que tener al argentino o ―antes― a Cristiano, te daba muchos números para salir campeón. Era ficharlo, quedarte sin un duro, y a partir de ahí, tratar de hacer un equipo más o menos fiable y económico en el resto de posiciones.

Así que lo que he aprendido en estas temporadas en las que he podido saborear la gloria en algunas ocasiones es lo siguiente:

  • Entrar todos los días: sí. Es una liturgia que sí o sí, te llevará al éxito. Ya sea a primera hora o a última, entrar cada día y ver el mercado de fichajes puede permitirte llevarte alguna ganga o hacerte con algún jugador clave. No hacerlo ―como me ha sucedido en más de una ocasión― puede hacerte perder muchos refuerzos interesantes… y puntos. Yo lo hago antes de acostarme, cinco minutos son más que suficientes. Siempre.
  • Poner en venta todos los días: en esos cinco minutos debes poner en venta a tu plantilla. Nunca sabes qué jugador puede salir al mercado y si tendrás suficiente presupuesto para afrontar su fichaje. Así que yo pongo a la venta todos los días. Si sale una estrella, siempre puedes vender y tratar de ir a por ella. Si no has puesto a la venta y no tienes cash, es imposible.
  • Estar al día de jugadores, onces y equipos: visitar las principales páginas, ver el estado de algunos jugadores y sobre todo, antes de cada jornada, hacer como yo: observar las Posibles Alineaciones Biwenger y en base a ello, formar un equipo que juegue. No vale de nada poner los que bajo tu criterio son los mejores jugadores si no van a jugar. Es mejor dos puntos en mano que seis volando.
  • Especular: diría que esto es la madre del cordero: comprar batato y vender caro. Aunque pueda parecer un poco de flipado, intento fichar a jugadores en alza, que han destacado en la última jornada, que se acaban de recuperar de una lesión y su valor sí o sí, aumentará. Incluso a los que tienen el valor más bajo. Porque Biwenger, si fichas por 150.000 en uno, dos o tres días, te ofrecerá un poquito más. El riesgo de pérdida es mínimo. El de ganancia, vale, también. Pero todo suma. Y cuando sea el momento, lo vendes.
  • Ejemplos: este verano fiché a Alex Pozo y Bryan Gil por nada y menos, ya que eran descartes del Sevilla. Ambos no contaban para Lopetegui y estaban destinados a marcharse cedidos. Costó, porque la Liga ya sabemos cuándo empezó y cuándo finalizó el mercado, pero el subidón que han pegado tras irse al Eibar es brutal. Eso, y que además están jugando y puntuando. La paciencia, muchas veces, tiene su recompensa.
  • No rendirse: aunque creas que tienes una plantilla justita, no te des por vencido. Fíjate esta jornada y de lo que ha sido capaz por ejemplo, Carlos Soler. Cualquier jugador puede romperla en cualquier momento. Sí que es verdad que me gusta pelear por algún futbolista top, pero si no llega siempre puedes configurar un equipo en condiciones con otros de menos relevancia. Messi solo hay uno. Pero hay otros como Benzema, Gerard Moreno, Iago Aspas, Ocampos… destinados también a darte muchas tardes de gloria.

En fin, estas son algunas claves que me han llevado a cosechar varias ligas. Seguramente hay más, pero a grandes rasgos son tres: comprar barato y vender caro, entrar todos los días aunque sean cinco minutos y estar al día con las posibles alineaciones y demás. Por cierto, ahora que hay parón, es un excelente momento para especular.

Sobre el autor Ver todos los posts

Fernando Castellanos

Periodismo deportivo. En NdF desde 2006. Hacer todo lo que puedas es lo mínimo que puedes hacer. [ Twitter]