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Ronald Koeman parece no arrancar con buen pie sus andanzas como entrenador del FC Barcelona, tras el intento frustrado de Messi por abandonar el club y la dificultad para gestionar la salida de pesos pesados que han bajado su rendimiento. A todo esto, se suma la enésima “bronca” en la parroquia blaugrana, al dejar fuera de sus planes a una de las perlas de la casa: Riqui Puig. Rápidamente, los aficionados culés entraron en cólera en redes sociales contra el holandés creando el hashtag: #RiquiNoSeToca.

La noticia saltó a la luz a través de RAC1 y se confirmó con la no convocatoria del joven canterano para el trofeo Joan Gamper. Las declaraciones postpartido de Koeman acabaron de certificar la ruptura: “Los jóvenes tienen que jugar, no pueden estar un tiempo sin jugar, son jugadores que tienen que participar. Le he dicho a Riqui Puig que lo va a tener muy complicado porque hay mucha competencia en sus posiciones. Para mí es una posibilidad que se marche cedido”.

Parecía que esta iba a ser una temporada prometedora para Riqui, que había visto incrementada su participación en el primer equipo el tramo final de la pasada campaña, dirigida por Quique Setién. Su incursión en la máxima categoría azulgrana se inició la temporada 2018/19 cuando apenas disputó 157 minutos de Liga y 35 de Copa a las órdenes de Valverde. Con la marcha del Txingurri y la llegada de Setién, en enero de 2020, el joven de Matadepera disputó 507 minutos en Liga y 71 en Copa. Dejando algunos destellos de auténtico crack, como en su exhibición ante el Alavés la última jornada de Liga, dando dos asistencias. Convirtiéndose, después de Thiago Alcántara, en el jugador más joven del Barça en dar dos pases de gol en un partido, con 20 años y 341 días.

Además del factor de la competencia, como señalaba Koeman, se suma otra dificultad en las andanzas de Riqui Puig en el Barça: el cambio de sistema al 1-4-2-3-1. Sistema en el cual se pierde la posición de interior, puesto idóneo para el canterano, optando por el doble pivote donde se precisan (según apunta el entrenador) de jugadores más físicos y menos creativos. De ahí la petición del holandés para incorporar en la plantilla a su compatriota Georginio Wijnaldum, fichaje finalmente truncado.

Corren malos tiempos para los amantes del Barça de Guardiola, estos últimos años se está imponiendo el fútbol directo, vertiginoso, que busca ir al ataque sin medias tintas, sin importar tener el control del partido. Lo podemos ver en grandes equipos como el Liverpool, el Bayern de Múnich o el Borussia Dortmund. Con la contratación de Koeman, el Barça hace una apuesta clara por intentar parecerse a uno de esos equipos, renunciando así a una de sus señas de identidad: el fútbol de posesión.

A esta crisis de juego y de estilo se suma la progresiva pérdida de confianza en los jugadores formados en la cantera. Muchos aficionados recordamos con nostalgia aquellos años en los que el equipo llegaba a jugar con hasta 11 jugadores formados en las categorías inferiores. Estas últimas temporadas comandadas por Bartomeu se ha apostado por la ‘cartera’ en detrimento de la cantera: Coutinho (145M), Dembélé (138M), Griezmann (120M), De Jong (75M), etc. Un ejemplo muy significativo lo vemos en la posición de lateral izquierdo, durante varios años el club ha buscado un suplente en condiciones para Jordi Alba. Finalmente, se apostó por fichar a Junior Firpo (18M) antes que contar con jugadores de la casa como Cucurella o Miranda.

Ante este barco a la deriva llamado FC Barcelona, muchos nos ilusionamos con la aparición de la dupla Ansu Fati/Riqui Puig. Todo apunta a que el capitán del barco, Koeman, ha desestimado los servicios del grumete Riqui. Esperemos que podamos ver, al menos, al prometedor y esperanzador Ansu Fati arriando las velas de esta nave sin rumbo.

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Dani González