Ha sido el traspaso más caro del mercado de invierno que se cerró hace cinco días. El AC Milan pagó 20 millones de euros al Manchester City para hacerse con los servicios de Mario Balotelli. Lo que supone que, a pesar de críticas y rencillas del pasado, Silvio Berlusconi ha apadrinado a SuperMario.
Buenas noticias para los citizens, que por fin se quitan de encima a un futbolista cuyo rendimiento está muy por debajo de los continuos problemas que crea. Malas noticias para el milanismo, que tiene que seguir aguantando la deriva en la que su club está perdido desde hace años. El fichaje de Balotelli es el último ejemplo.
Hasta sólo unos días antes, Galliani y Berlusconi suspiraban por la vuelta de Kaká (o Ricardino, como ellos le llaman) y al final se han rascado el bolsillo por el ex neroazzurro e internacional italiano de raza negra. ¡Vaya diferencia de perfiles! Tanto en lo futbolístico como en lo personal y profesional…
Berlusconi y Balotelli. Balotelli y Berlusconi. Se juntan el hambre y las ganas de comer. ¿Cuánto tardaremos en conocer la primera fiesta auspiciada por Il Cavaliere donde SuperMario la acabe montando? Es sólo una cuestión de tiempo. Eso sí, algunos soñarán con que Balotelli se centre de una vez por todas y logre ser por fin el gran futbolista que podría ser con el inmenso talento que tiene. Yo no lo creo por muy bien que le haya ido en su estreno con la camiseta rossonera.
Y es que Balotelli ha aterrizado en San Siro de la mejor manera posible. La lesión en el calentamiento de Pazzini le convirtió en titular en el partido de este fin de semana ante el Udinese. Pudo marcar ya a los treinta segundos y acabó siendo el hombre del partido. Primero adelantó a los suyos con un gol mediada la primera parte y acabó deshaciendo el empate que había logrado el Udinese anotando un penalti en el descuento, dándole los tres puntos a su equipo en su debut.
No es de extrañar que Balotelli haya comenzado con buen pie su andadura en el Milan. Ahora mismo estará muy motivado gracias al cambio de aires, sintiéndose liberado de la presión a la que estaba sometido en Manchester, donde era más noticia en la prensa por sus desmanes y locuras que por su rendimiento sobre el campo. Esta motivación extra no le dudará mucho. Así que el tito Silvio empiece a surtirle de velinas, Mario volverá a las andadas.
Eso sí, si yo fuera el entrenador del Barcelona, me preocuparía que mantenga dicha motivación para el cruce de octavos de final de la UEFA Champions League. Fuegos artificiales aparte, si SuperMario está on fire, te puede ganar un partido él solo. Por el bien del Barça, esperemos que se meta en algún lío de faldas cuanto antes.
Actualización: como bien me corrige Javier Gi en el primer comentario, Balotelli no podrá enfrentarse al Barça en Champions porque esta temporada ya ha jugado en dicha competición con el Manchester City. Disculpas por tremendo error.
