El FC Barcelona, así como el propio Neymar da Silva (5/02/1992), han anunciado la madrugada del sábado al domingo, que el futbolista del Santos jugará a partir de la próxima temporada, y durante las próximas cinco, en el equipo barcelonista. El acuerdo llega después de unas duras negociaciones por parte de Raúl Sanllehí, director de fútbol blaugrana, que se pasó la tarde del viernes reunido con la cúpula del conjunto peixe y que desembocó en una rocambolesca decisión del ‘11’, dado que aplazó la elección de su futuro club. La otra oferta con la que contaba el mediapunta era del Real Madrid, que económicamente ofreció más al Santos. Aunque las cifras no han salido a la luz, el montante total en la operación Neymar podría rondar los 50 millones de euros. La próxima temporada finalizaba contrato.
Así pues, al culebrón del verano no le ha dado tiempo ni de llegar a la época estival. El Barcelona ha querido ir por faena en una contratación en la que llevaba meses trabajando. De hecho, los culés habrían abonado 10 millones de euros en concepto de paga y señal, además de llegar a un acuerdo de caballeros con Neymar. En caso de que el Santos hubiese aceptado otra oferta que no hubiera sido la del Barça, debería haberle abonado 40 kilos en concepto de incumplimiento de contrato. Al parecer, el Real Madrid habría tentado a Neymar en las últimas horas, así como a su club de procedencia, al que le ofrecían una cifra superior a la blaugrana. Tras anunciar anoche que su decisión final podría demorarse «cinco minutos, media hora o tres días» finalmente han sido 24 las horas que ha necesitado para reflexionar.
De la siguiente manera, y a través de la red social Twitter, anunciaba el FC Barcelona, a eso de las tres de la madrugada, el acuerdo con Neymar:
Asimismo, el jugador hacía lo propio en Instagram, donde agradecía el apoyo de la afición durante los nueve años y los emplazaba a su último partido, que tendrá lugar hoy, para despedirse de la hinchada. También comentaba el contraste de emociones ante el reto nuevo y el hecho de decir adiós a su casa:
A sus 21 años, Neymar se ha convertido en la máxima esperanza de una nueva generación brasileña que apunta alto. Sus botas destilan magia y talento y su fichaje por el Barcelona se debe, según cuentan, a cuestiones puramente futbolísticas. Lo que nadie puede negar, en cualquier caso, es el tirón mediático que tiene la joven perla internacional. Imagen de múltiples marcas, ya sabe lo que es rodar spots, posar ante una cámara y lucir sin vergüenza alguna esa cara de pillo que también muestra descaro sobre el terreno de juego. Personalmente, lo que menos me gusta del jugador, que tan ‘fichado’ lo tenían en nuestra Liga desde hace tiempo, es precisamente su lado menos futbolístico: su entorno. Uno de los protagonistas del serial ha sido su padre, más preocupado de embolsarse un buen pico que de escuchar a su hijo. Lógicamente, es lícito que lo haga, pero en Can Barça existen casos de agentes que han perjudicado más que ayudado a sus representados. Lo curioso del tema es que es Wagner Ribeiro, el mismo de Robinho, quien representa ‘oficialmente’ a Neymar.
Sobre el verde, habrá que ver cómo encaja Neymar en el Barcelona. La dupla que puede formar con Messi puede ser de aúpa, y más si tenemos en cuenta que en el Camp Nou también juegan Iniesta o Xavi. Ídolos que tendrá ahora de compañeros el joven jugador, cuya llegada podría precipitar la marcha de alguno de los de arriba, como David Villa o Cristian Tello, y que podría frenar la progresión de Gerard Deulofeu, al que el Barça cuida con mimo como una de las grandes promesas de La Masia que es. Habrá que ver si se adapta y, sobre todo, si cumple las expectativas. La duda de Neymar recae en saber si se trata de un ‘nuevo’ Robinho o de un ‘nuevo’ Ronaldinho. Si quiere seguir la senda marcada por Romario, Ronaldo, Rivaldo o el genio de Porto Alegre o, por el contrario, se topa con una nueva realidad que lejos de fortalecerle, le tumba. Lo que está claro es que Neymar es un jugadorazo, y el que Barça ha hecho un pedazo fichaje. Tiene fútbol, talento y magia, los ingredientes imprescindibles, junto a cabeza, para triunfar en el Camp Nou.
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