Dos años es lo que ha tardado Samuel Eto’o en regresar a la primera escena del fútbol. Dos años en los que se ha embolsado nada más y nada menos que 40 millones de euros por defender la camiseta del Anzhi, uno de los nuevos ricos que con la llegada del camerunés como fichaje de campanillas pretendía hacerse un hueco entre los grandes del Viejo Continente. Pero ni mucho menos. El cuadro ruso no ha conseguido siquiera clasificarse para la Champions League. Y eso que el magnate Suleyman Kerimov no ha titubeado a la hora de invertir: casi 200 millones de euros que, a día de hoy, podemos decir que han sido vilipendiados. El dueño del Anzhi se cansó de malgastar su fortuna y a través del presidente anunció a principios de agosto su intención de rebajar el presupuesto de manera considerable. Esto, traducido, ha significado la fuga de la mayor parte de los futbolistas predestinados a hacer cosas grandes en Makhatchkala. Entre ellos, un Eto’o que ha fichado por el Chelsea de José Mourinho.
Pero la del delantero no ha sido la única marcha sonada. Willian, uno de los brasileños a los que hacía tiempo que se le había quedado pequeña la liga ucraniana y que sorprendió aceptando los millones del Anzhi, aplazando el deseo de muchos de verle en un conjunto de primera fila europea, también le acompañará en Londres previo pago de 37 millones de euros en una traspaso en el que el Chelsea se adelantó al Tottenham cuando el mediapunta había pasado el reconocimiento médico con los Spurs. También Igor Denisov, fichado este mismo verano, abandonó el barco sin apenas haberlo pisado. Se rumorea que su relación con algunos de los pesos pesados del vestuario, como Eto’o, estaba desgastada pese al poco uso. Fue apartado y ha terminado en el Dinamo de Moscú. Yuri Zhirkov y Aleksandr Kokorin, éste también uno de los refuerzos de lujo por su juventud y por ser la revelación de la Premier rusa, también le acompañarán en Moscú, que ha tirado la caña para pescar en río revuelto.
Mientras el Anzhi echa el freno a su ambición, el Chelsea de Abramovich no parece tener límites. Para el regreso de Mourinho ha reforzado la plantilla con jugadores que aumentarán de forma considerable el nivel del equipo. Schürrle, el prometedor Van Ginkel, Willian y Eto’o llegan para apuntillar un plantel que para muchos es el favorito para la Premier League, incluso antes de la llegada del brasileño y el camerunés. Eto’o se reencuentra con el técnico con el que logró la Champions League en el Inter de Milán y el entrenador podrá contar con los servicios de un auténtico cazagoles que, a sus 32 años, puede disputarle el puesto a Fernando Torres —que no acaba de convencer al luso— Lukaku o Demba Ba. A uno de los tres, pero, es probable que el Chelsea le busque una salida antes del cierre de mercado. Samu se ha rebajado su ficha y ha firmado por un año con los blues. Con los bolsillos llenos, buscará de nuevo el éxito deportivo. Así le conocimos y así pretende seguir en Stamford Bridge: indomable.