Nos estamos preparando, supuestamente, para un mercado de fichajes a la baja. La crisis del coronavirus debería traer consigo una época de vacas flacas entre los clubes que se han visto económicamente afectados por la situación global. Y sí, el verbo está en condicional porque todo apunta a que no va a ser así.
Hace unos días, el periódico Marca avisaba que el Real Madrid, pese a las tantas informaciones que situaban en sus filas a Haaland, Camavinga, Havertz o Sancho, podría dejar dichas operaciones de lado y centrarse en dar salida a los futbolistas con los que no cuenta ―que no son pocos― y apostar por el regreso de cedidos que están destacando en sus respectivos destinos, como Odegaard o Achraf.
Coincide esta información y resulta curiosa cuando según un informe elaborado por KPMG denominado The European Elite 2020, el madridista es el club más valioso del mundo, por delante de Manchester United y FC Barcelona. En este ranking, sin embargo, no se ha tenido en cuenta el impacto del Covid-19.
No obstante, se hace raro pensar que de aquí a la apertura del mercado y posterior cierre, no sigan vinculando nombres con el Real Madrid, un fenómeno del que se alimenta la prensa constantemente y que muchas ocasiones viene con una buena dosis de conjeturas bajo el brazo.
Icardi, primer fichaje de relumbrón del PSG
Hace unos días se confirmó el primer gran fichaje de un verano que está a la vuelta de la esquina. Mauro Icardi, que estaba cedido por el Inter al PSG, fue adquirido en propiedad por el equipo parisino a cambio de 50 millones. Un jugador, por cierto, en la órbita blanca durante las últimas campañas varias veces y que finalmente se desligará del conjunto italiano para enrolarse, a todas luces, en la escuadra gala.
Esta operación estaba tasada en un principio en 70 millones y ha terminado ejecutándose con 30% de rebaja. No sabemos si por las condiciones del mercado o por la necesidad interista de deshacerse del delantero argentino ―que ha caído de pie en Francia y que está destinado a ocupar la vacante de Cavani si el uruguayo abandona el Parque de los Príncipes―.
Se habla del efecto de esta transacción en el mercato, aunque lo cierto es que tener como referencia al PSG tampoco es lo ideal. Habrá que ver cómo se mueven los clubes cuya billetera no la ocupan los petrodólares o los fondos de inversión; aunque de los grandes, cada vez son menos. Se da a entender que los 50 kilos pagados por Icardi son pocos cuando seguramente para Nasser Al-Khelaïfi sean migajas.
Lautaro, el otro ‘9’ que puede abandonar San Siro
Los 50 millones recibidos por Icardi (27 años) contrastan con los 111 que se ha enrocado a solicitar el Inter por Lautaro Martínez (22). Y que el Barcelona, su principal pretendiente y con el que teóricamente ha llegado a un acuerdo para las cinco próximas temporadas, estaría dispuesto a alcanzar. Hoy en Mundo Deportivo hablan de 70 millones más Júnior, valorado en 41 (!), para convencer a los neroazzuros. Sí, yo también opino que Firpo vale como máximo, la mitad.
Pagar 111 millones por el ex de Racing es una auténtica exageración, como ya comenté hace unos días. Máxime cuando la economía azulgrana lleva tiempo que es de todo, menos boyante. Pero es el Inter el que tiene la sartén por el mango y el Barcelona el que decidirá si pasa finalmente por el aro, o no.
Werner, el que no aparece en las quinielas
Timo Werner lleva años a pico y pala en el RB Leipzig, marcado goles de todos los colores y maneras, y a sus 24 años, está más que preparado para dar el salto a un coloso. Me sorprende que el Bayern, que acostumbra a reclutar a todo lo que se mueve y destaca en la Bundesliga, no le haya echado el lazo al ariete alemán.
Ha cuajado otro temporadón ―acumula en el total de las competiciones 31 goles y 12 asistencias en 40 partidos― y es de los pocos futbolistas cuyo valor actual en el mercado es superior al coste que podría tener hacerse con sus servicios. Es decir, pagando los 60 millones de euros que marcan su cláusula, te aseguras a un cazagoles a buen precio, con un recorrido más que interesante a sus espaldas y un porvenir, con la madurez en el horizonte, que promete tardes de gloria.
Es distinto a Lautaro, pero ve puerta con más facilidad y lleva más tiempo en la élite europea. Seguramente no es el perfil que ande buscando el Barcelona, pero no contemplarlo seriamente, dados los problemas que ofrece el Inter, es para hacérselo mirar. Werner, al que se ha vinculado también en los últimos tiempos con Real Madrid, el propio Barça o el Liverpool, dicen que lo tiene hecho con el Chelsea.
De ser así, sería todo un acierto. Y es que cualquiera que lo fiche, seguramente atine. Porque el gol se paga y a Werner los goles se le caen de los bolsillos. Y porque cerca de 60 kilos es un precio muy a tener en cuenta dada la moda de pedir el oro y el moro por cualquier futbolista que destaca un poco.
Eso sí, hablar de un mercado a la baja todavía me parece exagerado y prematuro. A la baja sería que Icardi le hubiese costado al PSG 30 millones y que Werner saliera por 35. Que lo que pida el Rennes fuese tres cuartas partes de la mitad de lo que pide (75 kilos) por Camavinga o que el Bayer Leverkusen se sentara a negociar por Havertz por la mitad de la mitad de lo que dicen que es el mínimo que aceptan por su perla (85 millones).
De momento, las cifras que aparecen desmienten toda teoría sobre la influencia que podría tener el coronavirus en el mercado de fichajes. Que es probable que algunos se bajen del carro de manera temporal ―como el Real Madrid, que también está por ver―, puede ser. Pero bajo el manto de la austeridad tiene visos que no se agitará el mercado.
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