Vamos a amenizar el último sábado sin Liga y vamos a hacerlo con unas declaraciones de aquellas que dan que hablar. El protagonista, Hugo Gatti, cuyo apelativo le viene como anillo al dedo: ‘Loco’. Y es que aunque el exguardameta argentino desarrollara su carrera entre principios de los años sesenta y finales de los ochenta y, en ese lapso, jamás vistiera la indumentaria del Real Madrid, es un madridista acérrimo. Al menos, desde el hábitat en el que gran parte de los aquí presentes le conocen: tertuliano de ‘El Chiringuito de Jugones’.
Hazard está a la altura de Messi, el tiempo será testigo”
'Loco' GattiSí, ese programa que genera amor y odio a partes iguales y que nadie nunca ve pero que, como tantos otros, son la diana de quienes defienden otro tipo de periodismo deportivo (hace poco hubo cruce de declaraciones con Maldini como protagonista). El problema quizá esté en tomarse en serio, o demasiado en serio, un programa cuya misión es entretener al espectador. Normalmente con polémicas que desencadenan la locura entre quienes las debaten y que enganchan de igual manera que otros programas de distinta temática pero similar formato que son líderes de audiencia en la parrilla televisiva.
Reconozco que muchas veces he visto ‘El Chiringuito’ por pura diversión. Sin ánimo de querer profundizar demasiado: como evasión a cualquiera de esas cotidianidades que te amargan el día. O simplemente, por variar. Eso no quita que no me emocionara viendo el homenaje de ‘El Día Después’ a Michael Robinson, que no haya devorado los documentales futboleros que se han estrenado recientemente, escuchado los nodcasts de La Libreta de Van Gaal o que no pueda seguir a Miguel Quintana en Youtube. Todo es compatible. Siempre y cuando sepas a qué te atienes cuando lo sintonizas.
Es como quienes critican el reguetón, el trap o cualquier música urbana que no suene a Pink Floyd. Que eso no es música, pero luego se las saben todas. Pues en según qué momentos me apetece escuchar a Bad Bunny y en otros ―muchos más, también hay que decirlo― a La Maravillosa Orquesta del Alcohol. Y no pasa nada. Como rezaba Jarabe de Palo, “la pureza está en la mezcla”. Y las comparaciones, lugar común mediante, son odiosas.
Todo este tocho para comentar la última del ‘Loco’. Una frase lapidaria como tantas otras y que en realidad, se comenta sola. Que Hazard puede estar a la altura de Messi. Es respetable, pero cuestionable cuando procede de un tipo con cierto aire entrañable (75 años a sus espaldas y evidentes achaques) que un 21 de agosto de 1984 encajó nueve goles en el Camp Nou. Quizá ese sea el origen de su empedernido madridismo.
Ahora sí: te dejo que vayas a hacer el vermut. Feliz último sábado sin Liga.