El pasado 26 de agosto el Benfica, a través de un tuit, le decía «obrigado» a Andrija Zivkovic (11/06/1996), extremo serbio que llevaba cuatro temporadas defendiendo el escudo de las Águilas, la última de ellas prácticamente en blanco. El regreso de Jorge Jesus y el ambicioso proyecto lisboeta dejaban sin sitio en la plantilla al futbolista, que, de mutuo acuerdo, firmó la rescisión de su contrato.
Obrigado, Zivkovic!#EPluribusUnum pic.twitter.com/RylkbwspOG
— SL Benfica (@SLBenfica) August 26, 2020
Cuatro días más tarde, el 31 de agosto, el sorteo de ronda previa de la UEFA Champions League 2020/2021 emparejaba a los encarnados con el PAOK de Salónica. Al subcampeón de la Superliga griega lo dirige un portugués, Abel Ferreira, que no tardó demasiado en descolgar el teléfono y tratar de convencer a Zivkovic. Lo consiguió y así, el 8 de septiembre, la entidad helena anunciaba su fichaje por el mismo medio que su anterior club comunicó su adiós.
El ‘Messi serbio’
Zivkovic tuvo una temprana irrupción futbolística. Con solamente 17 años, se convirtió en el jugador más joven en portar el brazalete de capitán del Partizán de Belgrado y, como no podía ser de otra forma, su zurda y precocidad fueron rápidamente comparadas con las de uno de los mejores cracks de la historia. Así al ‘Messi serbio’ ―como le apodaron en su país― le comenzaron a llover propuestas de muchos de los mejores conjuntos del Viejo Continente. En España, por ejemplo, se rumoreaba que la Real Sociedad o el Valencia andaban tras sus pasos, aunque fue el Atlético de Madrid quien estuvo, supuestamente, más cerca de atarlo en 2015.
El anhelo de ver al ‘Messi serbio’ con el Messi original en la misma liga se esfumó cuando durante el verano de 2016, el Benfica se adelantó a todos ―incluido el Real Madrid―y se hizo con los servicios de una de las perlas europeas que, el año anterior, había conquistado el Mundial sub-20. El cuadro lisboeta, uno de esos que sirve de perfecto trampolín para muchos futbolistas jóvenes que comienzan a destacar, se frotaba las manos al hacerse con una joya del mercado a coste cero y con previsión, como suele suceder, de hacer caja en un futuro no muy lejano. Eso sí, la prima de fichaje que se embolsó ‘Zivko’ ascendió a 6 millones de euros, con un contrato de 2 kilos por curso que, a medida que pasaran cada uno de las cinco que firmó, aumentaría gradualmente.
Zivkovic assina por 5 épocas! || Welcome, Andrija Zivkovic! #Juntos pic.twitter.com/d4jlCf8sZO
— SL Benfica (@SLBenfica) July 5, 2016
Un acuerdo con cierta lógica teniendo en cuenta el potencial que acumulaba el internacional en su siniestra, pero que a medida que pasaban los años, se fue convirtiendo en un sonrojante lastre. Únicamente en la primera de las cuatro temporadas en las que vistió de rojo dejó destellos de la velocidad, técnica y clase que poseía. Pero a partir de ahí, su progresión se vio frenada ante la falta de oportunidades. En 2018, su nombre sonó con fuerza para el Sevilla, y, desde entonces, no han sido pocas las ocasiones que el Benfica lo ha puesto en el escaparate. Sin éxito.
Rescisión de contrato y fichaje por el PAOK
Así que en un ejercicio en el que el regreso de Jorge Jesus al banquillo y la lógica ilusión se instalaban en Da Luz, el preparador dio luz verde a la rescisión de contrato del jugador. Y es que Zivkovic, a sus 24 primaveras, tenía previsto cobrar en su última campaña, alrededor de 5 millones de euros. Una cifra desorbitada per se, pero que teniendo en cuenta su bajo rendimiento, no se sostenía por ninguna parte. Así, en el tuit citado en el primer párrafo, el «obrigado» hacía referencia a su etapa benfiquista y, probablemente, al ahorro de 3 kilos de su ficha, ya que la rescisión le ha costado a Luís Filipe Vieira, presidente de la entidad lusa, otros dos.
Con los bolsillos llenos, el extremo serbio tuvo alguna exótica propuesta, como la del Al-Ahli de Arabia Saudí que dirige su compatriota Vladan Milojevic y en el que juega un ilustre como Marko Marin, en su día también bautizado como el ‘Messi alemán’ aunque naciera en Bosnia. Sin embargo, se frustró también la opción de ver a dos ‘nuevos Messis’ porque la llamada del entrenador del PAOK le sedujo más que los petrodólares. La promesa de Abel Ferreira, sin titubeos, fue clara: «ven aquí, que serás feliz».
We nailed it this time! #ZivkovicIsHere #PAOK #RiseUp pic.twitter.com/BP8KoFmhXc
— PAOK FC (@PAOK_FC) September 8, 2020
La ‘ley del ex’
Dicho y hecho: debutó apenas aterrizar en Grecia, disputando un cuarto de hora ante el Larisa el pasado viernes y este martes, en la tercera ronda previa de la Champions League, que se disputaba a partido único, hizo valer la famosa ‘ley del ex’. Es una ley no escrita en el mundo del fútbol en la que un jugador, al reencontrarse con su antiguo equipo, le marca un gol. Y el que anotó Zivkovic, hasta hace unas semanas ‘águila’, es de los que hacen mucha pupa.
Porque después de gastarse 80 millones de euros en refuerzos ―Darwin Núñez, Everton, Pedrinho o Luca Waldschmidt― y de reclutar nuevamente al técnico más laureado de su historia ―10 títulos en su haber―, el Benfica quedó apeado de la Liga de Campeones al caer ante el PAOK. En un cruel partido, en el que pudo adelantarse de mil y una maneras distintas, en el que fue superior, pero en el que las contras de los griegos tumbaron, de buenas a primeras, gran parte de las esperanzas que la afición tenía depositadas en el proyecto. Para colmo, el segundo de los dos tantos (2-1) que encajó y que fue la puntilla a su sorprendente eliminación, lo firmó el ‘Messi serbio’, el mismo al que apenas dos semanas atrás le abrían de par en par la puerta de salida.
Un KO que no únicamente hace tambalear los cimientos del Benfica en cuanto a ingresos ―queda el consuelo de la Europa League― sino que, además, pone más en jaque si cabe la continuidad al frente de la institución de su máximo mandatario. Con unas elecciones a la vuelta de la esquina, su nombre ya estaba en boca de todos en Portugal por un supuesto caso de corrupción. Ahora, incluso, hasta un candidato a las elecciones benfiquistas ―Rui Gomes― le ha pedido que abandone la carrera por la presidencia, en la que Luís Filipe Vieira suspira por su sexto mandato consecutivo. La ‘ley del ex’ en su máxima expresión, con obligada disculpa incluida en la no-celebración del golazo y que, a su vez, puede desencadenar un antes y un después en Da Luz. Si hoy el Benfica tuviera que escribir un tuit sobre Zivkovic, pondría de todo menos «obrigado».
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