Marcelo Bielsa está en boca de todos porque de su mano, el Leeds United ha regresado a la Premier League. Del Leeds recuerdo aquella eliminatoria de Champions League frente al Barcelona de la temporada 2000/2001. Era un equipo temible, con el gigantón Mark Viduka y su compatriota australiano Harry Kewell. De ambos, también, cómo la prensa los situaba en época estival en la órbita del equipo azulgrana. También llamaba la atención un delantero que posteriormente no se convirtió en el crack mundial que muchos presagiaban, como Alan Smith, el irlandés Robbie Keane, el joven cancerbero Paul Robinson, un Rio Ferdinand que comenzaba a despuntar o Jonathan Woodgate, que pasó en la enfermería gran parte de su periplo en el Real Madrid. Ese curso, el conjunto dirigido por David O’Leary terminó alcanzando las semifinales de Champions, donde después de apear en cuartos al Deportivo, sucumbieron ante el Valencia. En Premier quedaron cuartos. Tres años más tarde (2004), las deudas y los malos resultados terminaron con el equipo descendido. No quedó ahí la cosa, porque en 2007, los Whites tocaron fondo bajando hasta la tercera categoría del fútbol inglés.
Desde entonces, el sueño de regresar a la Premier era la principal obsesión de los aficionados de Elland Road, que encontraron en Marcelo Bielsa el hombre destinado a regresar a la élite. Acarició el soñado ascenso en su primera temporada (18/19), pero no pudo con el Derby County en las semifinales. En lugar de abandonar la disciplina británica, continuó hasta lograr el objetivo, que al fin esta temporada se ha hecho realidad. El ‘Loco’ es un técnico peculiar, único en su manera de entender el fútbol, ídolo para muchos de sus homólogos y elogiado por todos aquellos a los que alguna vez dirigió. De su filosofía pueden dar fe en España los dos clubes a los que entrenó: el Espanyol en 1998 y el Athletic desde 2013 hasta 2015, final de la Europa League incluida. Algunas de sus ruedas de prensa, de sus discursos, es más que probable que se enseñen en las escuelas de entrenadores. Bielsa no se casa con nadie y bajo su peculiar punto de vista, explica de manera pormenorizada su visión sobre el deporte rey.
Con el regreso a la Premier del Leeds, los focos no han hecho más que apuntar a un técnico que lejos de pensar en la jubilación, tiene cuerda para rato. Y en ese océano llamado Twitter, mezcla de baratijas y auténticas joyas, di con el siguiente vídeo del preparador argentino. Una charla organizada por la Federación Brasileña de Fútbol, que data de 2017, y en la que ofrece su visión sobre los medios de comunicación, con la que no puedo estar más de acuerdo.
«El procedimiento más poderoso que tiene la sociedad para educar ya no son más las escuelas, son los medios de comunicación. Porque son los medios de comunicación influyen más que la familia y la escuela, que son en verdad los elementos genuinas de formación. Es una vergüenza que los medios eduquen a la gente, porque tienen intereses específicos diferentes a los que tiene la escuela»
«El mismo argumento que se utiliza para amplificar en la victoria un comportamiento es el mismo que se utiliza en la derrota para condenar el comportamiento en la derrota. Si Neymar recupera la pelota y hace un gol, entonces van a decir que ´bárbaro´ domesticó a Neymar. Hizo que sea colectivo y no individual. Ahora si perdemos, entonces van a decir este burro hizo que Neymar persiga al rival y no que le pague al arco. Esa es la especialidad de los medios de comunicación se especializan en pervertir al ser humano en derrota o victoria».
Una realidad que afecta no únicamente a los medios generalistas, sino que se enfatiza en la prensa deportiva ―la que viene al caso―, en la que se acostumbra a atizar o elogiar según sople el viento. Un enfoque del que muchas veces cuesta huir y del que los medios hacen gala todos los días parapetados en unos intereses, mayormente económicos, que terminan calando en una sociedad que se cuestiona muy pocas cosas, que da todo por bueno y que es incapaz de formarse una opinión propia sin que alguno de sus ‘referentes’ periodísticos o más bien propagandísticos, le influencien. Es la cruda realidad que afecta tantos a los medios como a los consumidores de los mismos, y que Bielsa, en esa charla, no pudo resumir mejor.
Cuestiónatelo todo.