Imaginemos por un momento que hemos estado, no sé, siete años sin ver fútbol. Y que el recuerdo que tenemos de Ronaldinho es el de cuando fichó, hace una década, por el Barcelona. Esos tiempos en los que ponía en pie el Camp Nou y en los que su figura bastó para dar un giro de 180 grados a una entidad en declive. Imaginemos que hemos estado perdidos en medio del desierto todo este tiempo y que al encontrarnos una lámpara maravillosa le hemos pedido un deseo. Para los futboleros, el deseo no sería otro que reencontrarse con la magia que rezuma el brasileño. Y así, el genio nos obsequiaría con un vídeo como el que encabeza este post. Ninguno de nosotros nos percataríamos de que entre lo que fue y lo que es, Ronaldinho vivió la etapa más oscura de su carrera, la del ocaso, la del ni quiero ni puedo. En el Atlético Mineiro se parece más a aquella versión incandescente que le convirtió en el referente mundial del balompié que al que navegó a la deriva en sus últimos años en Can Barça, pasó con pena y sin gloria por Milan y trató de reconducir su carrera en su Brasil natal. Si no supiéramos que Dinho tiene 33 años, nos reiríamos de quienes aseguran que la figura del campeonato brasileño es Neymar. Sin embargo, toda esa magia que parece haber recuperado del baúl de los recuerdos, no ha sido suficiente para que Luiz Felipe Scolari se lo lleve a la Copa Confederaciones del próximo verano. Si España se encuentra con Brasil en un cruce que sería de altura, enfrente no tendrá a Ronnie.
Y es que el seleccionador de la canarinha dio ayer a conocer la lista de futbolistas que tratarán de levantar una Confederaciones en las que Brasil, como anfitrión, debe aspirar al título desde el inicio. Y a Felipao, a pesar de haber convocado a Ronaldinho en los últimos partidos, en los que ganaron a Bolivia —primera victoria tras cinco partidos sin lograrlo y en la que el Gaucho tuvo una actuación estelar— y empataron a dos frente a Chile, le ha dejado fuera de convocatoria. Una decisión llamativa porque el técnico parecía ser uno de los grandes valedores del ‘10’ y que ha levantado polvareda entre los fieles de la seleçao. «Para mí es inútil intentar complacer a uno u otro y sentirme mal. Prefiero sentirme bien y ser fiel a lo que pienso. Si sale mal, que hagan lo que quieran», afirmó el preparador sobre la ausencia de algunos jugadores de renombre. El motivo por el cual parece haber excluido al que fuera estandarte futbolístico no hace tanto y que actualmente es el mejor jugador en Brasil se debe a que Scolari ha preferido llamar a jóvenes jugadores de cara al Mundial del próximo año, que se curtan en una gran cita y no lleguen inmaculados al trono por excelencia. Hasta once de los 23 convocados juegan actualmente en el Brasileirão. El peso sobre el que recaerá la presión, pues, tiene nombre: Neymar. Precisamente el crack del Santos tiene una asignatura pendiente con la verdeamarelha.
Sin embargo, la ausencia de Ronaldinho no es la única. Tampoco jugará la Confederaciones Kakà, que aunque lejos de su mejor estado ha sido un habitual en las llamadas. Ramires (Chelsea), Pato (Corinthians), Coutinho o Lucas Leiva (Liverpool), o el colchonero Diego Costa, que fue convocado por primera vez hace unos meses, finalmente se han quedado fuera. Pese a todo, el plantel con el que se plantará Brasil no es moco de pavo. Entre los seleccionados hay algunos rostros familiares, como los de Dani Alves, Marcelo o Filipe Luis y otros con mucho recorrido como Thiago Silva, David Luiz, Dante, Lucas Moura o Hulk. Todos ellos tendrán que apañárselas sin Ronaldinho, que quizá ahora, y sólo ahora, merecía más que ninguno su presencia en la Copa Confederaciones. Un favor de Scolari a sus rivales.
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