Creo que no cabe duda alguna de que el primero es el infatigable Aritz Aduriz, cuyos réditos goleadores han salvado al Athletic Club en más de una y de dos ocasiones y que la pasada temporada, a sus 32 años, encontró la mejor campaña de su carrera. Para encontrar al segundo máximo anotador del Athletic nos tenemos que ir bastante atrás no sólo en estadísticas, sino también en el terreno de juego: en una temporada en la que al conjunto de Valverde le está costando encontrar los caminos del gol, es un central como San José el segundo futbolista que más veces lo ha cantado entre todas las competiciones.
Mikel San José es un central atípico: no es precisamente un seguro de vida atrás, donde alterna buenos partidos con errores no menos destacables. De hecho, esta temporada no es un fijo para Valverde, que ha preferido alinear en más ocasiones a Gurpegui junto al indiscutible Aymeric Laporte. También Etxeita ha tenido sus oportunidades. Pero San José, que también ha jugado en el mediocentro, tiene unos elevados índices de acierto cada vez que aparece por el área contraria en jugadas a balón parado. Fue él quien abrió el marcador en el último partido de Copa, donde el Athletic ganó al Celta 2-4 en Balaídos, también marcó ante el Getafe en liga con una de sus especialidades, el remate de cabeza, y fue el máximo goleador de Los Leones en la fase de grupos de la Champions al marcar el tanto de la victoria en Ucrania ante el Shakhtar y repetir en la última jornada ante el BATE en San Mamés. Esos dos tantos le valieron para igualar a Julen Guerrero como máximo goleador del club en la competición: no es que fuera un récord inalcanzable, pero seguro es un orgullo para el exjugador del Liverpool, por cuya cantera pasó antes de regresar a Bilbao.
Sorprendentemente fue además uno de los elegidos por Del Bosque hace unos meses para formar parte de la renovación de la selección tras el Mundial, aunque su presencia se debe además de sus méritos a la escasa presencia actual de centrales españoles de gran nivel. Pero a San José no se le puede negar su capacidad goleadora: cinco tantos en cada una de las dos últimas campañas así lo atestiguan.
Un equipo con poco gol
14 tantos en liga en 17 partidos son malas estadísticas para un equipo que el pasado año acabó entre los cuatro primeros. De esos catorce, cinco han sido marcados por Aduriz, que sigue siendo el estilete rojiblanco a pesar de estar aún lejos de las cifras de la pasada campaña, cuando anotó 16 goles. En Champions marcó uno.
El resto de goles ligueros se dispersan entre la plantilla. Futbolistas de la segunda línea de ataque que el pasado año ayudaron con sus tantos como Susaeta, De Marcos, Ibai o Muniain, no están viendo puerta este año. Muniain nunca fue un goleador, pero alcanzó los siete goles el año pasado por los seis que marcó Susaeta. Este año, Muniain lleva un gol en liga y Susaeta, ninguno. De Marcos, con un gol, ha estado jugando muy lejos del área. Por su parte, Ibai era el perfecto revulsivo al alcanzar los ocho tantos la pasada campaña, pero este año no ha celebrado ningún gol desde la previa ante el Napoli.
Borja Viguera, máximo goleador de segunda división el año pasado con el Alavés, ha entrado poco a poco en los planes de Valverde pero no ha explotado aún, aunque ya le ha dado tiempo a destacar en la eliminatoria copera ante el Alcoyano, marcando en ambos partidos. Respecto a Kike Sola, ni rastro del futbolista que destacó con Osasuna, y Gaizka Toquero no cuenta para el técnico.
Qué duda cabe de que la marcha de Ander Herrera al Manchester afectó al engranaje rojiblanco. Un Herrera que además de su fútbol aportó cinco tantos la pasada campaña. En el centro del campo todavía se espera a aquel Beñat del Betis, tan peligroso en el juego a balón parado. Por lo menos Iturraspe, con sus dos goles, ya se ha superado en lo que a materia goleadora se refiere, aunque el gol no sea ni mucho menos su función en el campo. Mikel Rico, la revelación del pasado año, marcó cinco goles; esta temporada acumula uno.
Todo parecía funcionar a la perfección en San Mamés la pasada temporada, pero este año se acusa mucho la irregularidad, y con ella, la falta de gol. A estas alturas, el pasado año llevaba doce goles más. Un motivo para la esperanza goleadora de Los Leones es que la segunda vuelta fue mucho más fructífera, terminando con 66 dianas.
Que sea un defensa el segundo máximo goleador del equipo entre todas las competiciones no es la mejor señal, pero el Athletic tiene a uno de los centrales más goleadores de la liga para mejorar sus números.