No cabe duda de que el FC Barcelona se ha comportado muy bien en relación a la enfermedad de Eric Abidal. Lo hemos visto todos y así lo reconoce, el primero, el lateral francés. Hasta ahora. Porque parece que la directiva encabezada por Sandro Rosell ha dejado de actuar como es debido ahora que, una vez que ya ha vuelto a jugar, Abidal está en el último tramo de su total recuperación.
Cuando quedan menos de dos meses y medio para que Monsieur Eric finalice su contrato con la entidad blaugrana (30 de Junio), nadie de la directiva se ha puesto en contacto con el francés para sentarse a hablar de su futuro. Así lo ha reconocido el futbolista en la larga y más que interesante entrevista que ayer concedió a Jordi Basté en el programa El món a RAC1.
“Yo quiero seguir jugando, si la salud me lo permite (…) Quiero seguir en el Barça, pero depende de ellos. Mi contrato se acaba en Junio. Si no hablan conmigo, ¿qué hago?”
A continuación Basté le pregunta si alguien de la Junta ha hablado con él sobre su renovación y Abidal confirma que no: “Tenemos que hablar… cuando quieran ellos“. La expresión facial del futbolista revela cierta decepción, por no decir más (podéis comprobarlo vosotros mismos en el vídeo que aparece en el enlace, a partir del minuto 32). Finalmente, en cuanto a la opción de convertirse en embajador del Barça en el futuro, Abidal afirma que la conoció por la prensa, no directamente por el presidente o alguien de su junta directiva. Una opción que no descarta pero siempre después de seguir jugando al fútbol el tiempo que su cuerpo le permita.
Resulta cuando menos curioso contemplar las prisas que ha tenido Rosell a la hora de anunciar su intención de presentarse a una futura reelección, cuando aún les quedan más de tres años para terminar su actual legislatura, y por el contrario, la poca diligencia con la que está tratando el caso de Abidal actualmente. Es una auténtica vergüenza.
El FC Barcelona no es una ONG para cuidar a enfermos de cáncer. Pero es que Abidal es apto para competir. No al máximo nivel, todavía, pero sí está suficientemente bien como para comenzar a ayudar al equipo cuando su técnico lo considere oportuno. Ya ha salido a disputar minutos en dos ocasiones y si bien resulta difícil que vaya a formar parte de un once titular en uno de los partidos importantes que le restan al Barça en esta campaña, parece fuera de toda duda que la evolución del defensa galo está enfocada a que estará en plenas condiciones físicas para la temporada que viene.
La directiva, con Rosell a la cabeza, ha querido contemporizar demasiado, esperar todo lo posible antes de pronunciarse. Se le ha acabado el tiempo. Abidal se ha cansado de esperar y se ha visto obligado a contar la verdad: nadie se ha dignado a sentarse con él para hablar de su futuro. Sería de esperar que sus compañeros de vestuario, tanto futbolistas como técnicos, salgan a apoyar a Abidal y, por consiguiente, a sonrojar aún más a los mandamases del club, sobre todo si su pasividad y silencio se mantienen.
No es una cuestión de que haya que renovar a Abidal por decreto. Pero lo que no puede ser es que, a menos de dos meses y medio para finalizar su contrato, nadie haya, cuando menos, emplazado a Monseiur Eric a concertar una fecha para hablar todo lo que hay que hablar cara a cara. Puedo entender que aún no tengan nada decidido, pero de ninguna manera me resulta aceptable que ni siquiera hayan puesto en conocimiento del jugador qué es lo que están pensando y cuándo se van a sentar en un despacho. No se puede presumir de valores y de ser més que un club y luego, a la hora de la verdad, hacer las cosas así de mal.
PS. No quiero finalizar este post sin extender mi indignación a todo el que se lo merece. La prensa deportiva barcelonista, es decir, Sport y Mundo Deportivo, compiten actualmente para ver cuál de los dos le hace más la pelota a la Junta Directiva del Barça. En semejante estado de las cosas, no debería sorprenderme que lleven a sus portadas el anuncio de la intención de Rosell de presentarse a una reelección para la que aún quedan tres largos años, y, por el contrario, no le den el valor que tienen a las declaraciones de Abidal en Rac1. Pero sí, me sorprende y me indigna. Será que aún soy demasiado joven para haber dejado de confiar en que hasta el más indigno pueda llegar a comportarse como es debido en los casos que verdaderamente importan.
