El Real Madrid es la víctima preferida para Leo Messi, hasta el punto de que raro era el Clásico en que no provocaba una sangría en la zaga merengue. Jose Mourinho divisó el problema, y creó un entramado defensivo para ahogar el juego del argentino con el que, dentro de lo posible, consiguió controlarle a la par que sus pupilos liberaron complejos.
En el Clásico del pasado domingo, vimos como Ancelotti obviaba eso de atar al 10, y como consecuencia Messi dio otro de sus recitales. Con espacio y tiempo para recibir el balón, girarse y pensar, el crack blaugrana despedazó al Madrid a base de pases milimétricos y olfato goleador.
De por sí, la actuación de Messi ya formaría parte de la historia, pero además sirvió para batir varios registros que la convierten en perenne. Messi se convirtió en el primer futbolista en la historia del FC Barcelona en lograr un hat-trick en el Santiago Bernabéu. Curiosamente, fue en la casa de Hugo Sánchez donde le sobrepasó en la tabla de goleadores históricos de la Liga. Con 26 años, Messi ya suma 236 goles en el campeonato nacional, y el mítico record de Zarra está solamente a 16 goles.
Pero el dato más llamativo, es que Leo Messi se convirtió el pasado domingo en el máximo goleador de la historia de los Clásicos. El argentino ha disputado 27 duelos entre Madrid y Barça, en los que ha sumado 21 goles -y 11 asistencias- que dejan atrás los 18 de Di Stefano. Después vendrían Raúl (15), Gento, Puskas y César (14), y Cristiano Ronaldo (13).