Asoma el Madrid de Ancelotti

Jese

Carlo Ancelotti ha llegado al Real Madrid con la idea de implantar su sello futbolístico, pero sin por ello erradicar las virtudes que la plantilla ya trae de serie. Así pues, el conjunto blanco ha pasado de hacerse fuerte sin la posesión y buscar el desequilibrio a través del vértigo -etapa de Jose Mourinho-, a dominar los encuentros a través del control del balón. Pero no es un juego de toque que se deje llevar por la parsimonia o el hastío. El Madrid es capaz de mantener la intensidad incluso cuando tiene el esférico, y eso no está al alcance de cualquiera.

Obvia decir que el Madrid de Ancelotti aún no es una máquina, y por tanto todavía no es capaz de mostrar su mejor versión en cada escenario y ante cada rival. Sin ir más lejos, el pasado domingo se vio claramente superado en la primera parte de su visita a San Mamés. Pero cuando nos da muestras de su mejor versión, nos hace entrever que tiene un potencial abrumador.

Ramos - Raul GarciaEl partido de ida de semifinales de Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, resuelto con un contundente 3-0, es una muestra de lo que puede llegar a ser el Madrid de Ancelotti. No tanto por el resultado como por las sensaciones. Conste que el Madrid no estuvo brillante en la elaboración de juego a la hora de crear ocasiones, pero fue capaz de maniatar durante 90 minutos al equipo del momento. El Madrid agarró al Atlético por la pechera y le dijo: “Te voy a explicar quién manda en el Santiago Bernabéu”.

Y es que las dos últimas visitas del conjunto del Cholo Simeone al estadio madridista habían escocido. Bien es cierto que tanto el contexto como el desarrollo de los encuentros fue muy diferente. Mientras en la final de Copa 2013 -con Mourinho aún en el banquillo- el Madrid cayó derrotado siendo muy superior, el choque correspondiente a la primera vuelta de la Liga 2013/2014 hizo mucho daño. El Atlético superó en todos los aspectos a un Real presa de la impotencia, incapaz de ni siquiera hacerle cosquillas a su rival en su propio campo.

Pero han pasado varios meses, y la evolución del Madrid de Ancelotti es más que evidente. No solo la evolución del esquema y el estilo, sino las piezas que lo conforman. Por aquel entonces eran Illarramendi y Khedira los que llevaban el peso del juego. Anoche, en su lugar, estaban Xabi Alonso y Luka Modric. Evidente diferencia.

Koke no es Tiago

Simeone colocó un doble pivote conformado por Koke y Gabi, otorgando las bandas a Diego y Arda. La ausencia de Tiago -o un mediocentro de su perfil, como Mario Suárez- condenó al Atlético. Koke, que es un fantástico futbolista, baja su nivel notablemente si no le colocan en la banda derecha. El Atlético del Cholo, que siempre se ha caracterizado por su rocosidad en la parcela central, no mostró esa característica en el Bernabéu.

Koke - ModricPero también el Madrid tuvo culpa de ello, buscando la superioridad numérica en la salida por banda. Arbeloa y Coentrao no tienen la calidad técnica de Marcelo y Carvajal, pero tácticamente son muy superiores. Su proyección en ataque es mucho más reducida que la de sus compañeros, pero seleccionan mejor el momento de incorporarse. Ancelotti les hizo adelantar líneas en la creación, juntándose a Jesé y Cristiano y contando con el apoyo de los volantes, Modric y Di María, muy abiertos. Esta superioridad numérica desordenaba al Atlético, que no podía vivir cómodamente en la parte central. Así aparecían los huecos tan impropios del conjunto de Simeone, y que el Madrid supo aprovechar. Sirva de ejemplo el gol de Pepe, incorporándose hasta el borde del área sin encontrar oposición.

Con la ventaja en el marcador el Madrid se quitó un peso de encima, y pudo desplegar su juego con la tranquilidad que otorga la ventaja. Mantuvo a raya a su rival a través de la posesión, empujándolo hacia su campo. Aunque las oportunidades no se encontraran fácilmente, al menos servía para, en caso de pérdida, dejar a Diego Costa con 50 metros por delante hasta llegar a Casillas.

Pero el Madrid ha ganado en fiabilidad, y las pérdidas no le hacen daño. Su transición defensiva roza la perfección, con el sacrificio de los mediocentros -qué gran movimiento de Ancelotti el colocar a Di María como volante- y la fiabilidad de los centrales. La pareja conformada por Sergio Ramos y Pepe está al nivel de hace dos años, pletóricos. Casillas y Diego López pasan prácticamente desapercibidos en cada partido, y eso es mérito de la zaga.

El Atlético de Madrid, en ataque, suele vivir de los errores del rival. Su problema ayer fue que jugó ante un equipo que no los cometía. Cuando el Madrid perdía el esférico, la intensidad era tan descomunal que incluso el conjunto colchonero se veía sorprendido. El Atlético llegó al Bernabéu convencido de sus posibilidades. Puede que incluso, interiormente, se sintieran favoritos. Quizás por eso se quedaron sin respuesta. Se vieron tan sorprendidos ante el aplastante dominio blanco, que no supieron contrarrestarlo.

La confirmación de Jesé Rodríguez

Jese - GodinJesé no ha llamado a la puerta, sino que la ha derribado. Bien es cierto que las lesiones de Gareth Bale le han despejado el camino, pero el canterano ha sabido aprovechar cada uno de los minutos que le han otorgado. Y ante el Atlético de Madrid, confirmó que no estamos ante una promesa, sino una auténtica realidad.

Tanto es así que Jesé fue el mayor peligro para el Atlético, por encima incluso de Cristiano Ronaldo. A buen seguro que Insúa habrá tenido pesadillas esta noche con el delantero canario. Seguro que el aficionado colchonero ha echado de menos a Filipe Luis, pero ese es el mérito de Jesé, que en cada una de sus intervenciones ha brillado. No solo en la derecha. En las pocas apariciones que tuvo en la izquierda, también le creó un dolor de cabeza importante a Juanfran. Y para culminar su gran noche, la genialidad del segundo gol. Genialidad no solo por el pase medido de Di María, sino por el fantástico desmarque de Jesé. Su velocidad sorprendió a los centrales atléticos y al propio Courtois -en su versión más insegura desde hace meses-, que no se esperaba la rápida y delicada definición del jugador madridista.

Sería una falta de respeto para el líder de la Liga BBVA afirmar por mi parte que la eliminatoria está vista para sentencia, pero lo cierto es que se antoja tremendamente complicado dar la vuelta a un 3-0 ante un Real Madrid que, carbure o no, es una roca defensiva. Y por si esto fuera poco, con las ausencias de Diego Costa por sanción, y presumiblemente de Villa por lesión. El carácter de Simeone, y que tan inculcado tienen sus jugadores, les obligará a dar el todo por el todo la semana que viene. Veremos para qué les alcanza.

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Daniel Iglesias

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