Isco para frenar un tornado

Atletico - Real

El duelo entre Atlético de Madrid y Real Madrid se saldó con un 2-2 que deja un sabor extraño a ambos equipos. Durante más o menos tiempo, ambos tuvieron contra las cuerdas a su enemigo -60 minutos para el Atlético, 30 para el Real-, pero también sintieron el peligro de poder ser noqueados.

Gran parte del debate se ha centrado en los laterales madridistas. Al parecer resultó extraño que Carlo Ancelotti apostara por Arbeloa y Coentrao, después del gran papel de Marcelo y Carvajal ante el Schalke 04. Seguramente el técnico italiano buscaba reforzar su zaga ante el presumible empuje rojiblanco, y en especial por las caídas a banda de Diego Costa.

No funcionó, pero por mérito de un Atlético de Madrid que se resiste a decir adiós a la Liga, y que tras el madrugador gol de Karim Benzema, demostró haber dejado atrás ese sometimiento mental de su eterno rival durante tantos años de derrotas, pasando a dominar el encuentro por completo.

Y es que la intensidad de los del Cholo Simeone rozó lo imposible. Presión endiablada al Madrid en su propio campo, que dejó a los visitantes sin capacidad de reacción. Sinceramente, creo que ni con Marcelo y Carvajal el Madrid podría haberse sobrepuesto a semejante empuje. El Atlético tenía como objetivo crear peligro a base de robos rápidos y lo más cerca posible del área de Diego López. Como consecuencia, el Madrid se fue partiendo. El centro del campo colchonero provocó que Modric y Di María retrasaran su posición, por lo que la salida de balón madridista se atascaba. Mientras, Diego Costa volvía loca a la pareja de centrales madridista, en el que posiblemente haya sido su mejor partido a pesar de no haber visto puerta.

El Atlético dio la vuelta al marcador merecidamente antes del descanso. Primero, con una gran jugada de Arda Turan que atrajo la atención de varios rivales para crear un hueco a la derecha que aprovechó Koke con un disparo seco. Una jugada que dejó en evidencia uno de los problemas a resolver aún por el Madrid. La nueva posición de Di María está siendo clave en el crecimiento del Madrid, pero aún tiene lagunas. Sobre todo en labores defensivas, de coberturas y orden táctico. Siempre decimos que es un gran futbolista, pero excesivamente precipitado.

En cuanto al segundo gol rojiblanco, llegó justo antes del final de la primera parte, con un gran disparo de Gabi desde 30 metros que pilló por sorpresa a Diego López. Tres jugadores le impidieron ver la trayectoria hasta que el balón estaba muy cerca, pero a pesar de ello, era un gol evitable.

Los cambios de Ancelotti

¿Reconoció Ancelotti que había cometido un error con su once dando entrada a Marcelo y Carvajal en la segunda parte? No lo creo. Simplemente vio que iba perdiendo, y decidió apostar por unos laterales que se desenvuelven mejor en facetas ofensivas. Pero también hay que tener en cuenta el momento del encuentro. El Atlético ya no mostraba la misma fiereza, sino que se agazapaba en su campo cerrando bien por el centro y dejando más espacio en las bandas.

Lo cierto es que con los cambios de Ancelotti, el partido cambió por completó. No solo por la entrada de los laterales, que dieron más profundidad al equipo y permitieron que Gareth Bale y Cristiano Ronaldo pudieran aparecer más por el área, sino también por la de Isco. El de Arroyo de la Miel canalizó el juego blanco, se asoció por la zona izquierda con Marcelo y Benzema, dio claridad a las combinaciones blancas, y el Madrid pasó a dominar el juego por completo. Los laterales pisaban el área, Modric recibía balones de cara, Cristiano al fin encontraba remates. El gol del empate era cuestión de tiempo, y acabó llegando tras una internada por banda de Carvajal que el propio Cristiano mandaría a la red rojiblanca.

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Daniel Iglesias

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