Al ritmo que marca Joao Félix. Así juega y gana los partidos un Atlético de Madrid que, a la espera de lo que haga la Real Sociedad y con un partido menos, encabeza la clasificación de LaLiga. Y una cuota importante de este Atleti que encandila corresponde al joven imberbe portugués, desencorsetado, sin complejos, liderando un equipo que necesitaba como agua de mayo ese paso adelante. Junto a Luis Suárez y el reconvertido Marcos Llorente forma un tridente de escándalo. Está que se sale Joao y eso, se plasma sobre el verde.

Los números hablan por sí solos: la temporada pasada, en 27 apariciones en el campeonato doméstico, el luso firmó 6 dianas y una asistencia. En lo que va de campaña acumula, en siete choques, 5 tantos y ha repartido tres asistencias. Su rendimiento en Europa también está siendo más determinante, jugándolo todo y no siendo, como era, el primer cambio de Simeone en cada envite. En Liga, sin embargo, únicamente ha completado dos duelos, aunque su incidencia en el frente de ataque colchonero es cada vez mayor y decisivo.

La losa de los 127 millones que costó su fichaje cada vez pesa menos. Y lo que el Cholo le pedía cuando Joao se marchaba a jugar con su selección, se está cumpliendo. Está trasladando esa personalidad, esas ganas de llevar la batuta y en definitiva, ese fútbol que vale tantos quilates ―y kilos― al contexto rojiblanco. Hace cosa de 10 días desvelaron una conversación privada entre Saúl y Oblak en la que el primero le comentaba al segundo que Joao «cuando quiere, puede cambiar el partido» y éste le contestaba «madre mía, qué bueno es». Fue durante el descanso del partido ante el Salzburgo y, cómo no, trajo cola.

Era una crítica positiva. Saúl dando a entender que con la calidad que tiene Joao, puede hacer lo que le dé la real gana. A lo que Oblak asintió. Joao, sin haber sido consciente de esa charla, respondió en la segunda mitad con dos chicharros, los que voltearon el tanteador y dieron el triunfo al Atlético. «Coge el balón y vete para adelante, diviértete», le dijo también el centrocampista al guardameta sobre lo que debería hacer el fichaje más caro de la historia colchonera. Y bien que lo hizo. Completó su mejor actuación desde que llegara al Manzanares en julio de 2019. Ante el Cádiz volvió a recrearse, como ya hizo ante el Granada u Osasuna. Dos tantos más a su cuenta particular y un escenario que cada vez resulta más esperanzador. Y el chaval solo tiene 20 añitos.

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Fernando Castellanos

Periodismo deportivo. En NdF desde 2006. Hacer todo lo que puedas es lo mínimo que puedes hacer. [ Twitter]