El de La Romareda era un partido difícil de afrontar para el FC Barcelona. Aún con la resaca por la tensión del duelo ante el PSG, con muchos titulares ausentes -Messi, Iniesta, Busquets, Piqué…- y con un once completamente novedoso para afrontar un duelo casi intrascendente para sus intereses: hace varias semanas que se ganó la Liga.
Y sin embargo, era una oportunidad de oro para el Real Zaragoza de lograr tres puntos con los que no contarían a principio de temporada en condiciones normales. Una victoria que pudiera suponer un punto de inflexión en la nefasta trayectoria del conjunto maño en lo que llevamos de 2013. Nada más lejos de la realidad. Los de Manolo Jiménez no opusieron resistencia.
Y eso que el Barça comenzó relajado, con un ritmo propio de las novedades en el once. Un once con el que Tito Vilanova pretendía recuperar soldados para la causa que se viene en diez días. Hablamos de Xavi, pieza imprescindible pero necesitada de rodaje. Hablamos de Alexis y Cesc, necesitados de confianza, sobre todo en sí mismos. Y hablamos de un Bartra que se postula como una de las opciones principales para acompañar a Piqué en la visita al Allianz Arena. Hace unos días, hablando sobre la mala planificación de la plantilla blaugrana para esta temporada, apuntábamos que Bartra podría haber sido una gran opción en este momento de necesidad si Vilanova y Roura le hubieran ido dando más oportunidades a lo largo del año. Hoy, aunque no ha sido sometido a gran trabajo, ha demostrado que sigue creciendo y mejorando. Especialmente en lo referente a la contundencia de la que no hacía gala hace unos meses, y que a veces es imprescindible tratándose de un central.
Otra opción para Munich podría ser la de colocar a Busquets en el centro de la defensa y dar entrada en el centro del campo a Song. El camerunés también ha firmado un buen papel en La Romareda, guardando las espaldas de Thiago y Xavi y posicionándose entre los dos centrales cuando el Barça tenía el balón para que los laterales pudieran incorporarse al ataque sin dejar grandes espacios. De todos modos, debemos ser conscientes de que el partido ante el Zaragoza no sirve de indicativo para lo que se viene con el Bayern de Múnich.
Thiago y Tello aprovechan su oportunidad
Tello es un futbolista muy específico. A espensas de la evolución que pueda tener a lo largo de los próximos años, es evidente que ahora mismo es un jugador con un estilo de juego muy marcado: partir pegado a la cal, velocidad, uno contra uno y definición al palo largo. Quizás sea futbolista de una jugada, pero es una jugada que hace tan bien que resulta imparable. Sus goles ante el Zaragoza le definen en estas características mencionadas, remarcando que en el primer gol cambió su definición hacia el palo corto, ante un Roberto que dejó demasiado espacio.
Mientras que Thiago se ha quitado el mal sabor de boca que dejó en sus últimas actuaciones. Seguramente el haber jugado por delante de Song y Xavi le haya venido bien. Es al tener que construir la jugada cuando Thiago más acusa su juventud. En ocasiones se lía más de la cuenta y comete errores que dejan vendido a su equipo. El haberle quitado de esa responsabilidad anoche, y jugar más cerca de la portería rival, le sirvió para sacar a relucir de nuevo ese desparpajo que le caracteriza, y con el que anotó el 0-1 tras un contragolpe frenético en compañía de Tello.
El Zaragoza sigue en caída libre
En las dos últimas temporadas el Real Zaragoza coqueteó durante todo el año con el descenso para terminar evitándolo con unas segundas vueltas fantásticas. En esta 2012/2013 está pasando justo lo contrario. Tras un inicio de campaña ilusionante, los de Jiménez se han atascado y no parecen dar síntomas de mejoría. El Zaragoza no conoce la victoria en lo que lleamos de 2013, y lleva un paupérrimo bagaje de 5 puntos de los últimos 42. Cifras que hacen saltar las alarmas al ver cómo le hacen caer a puestos de descenso, en beneficio de un Deportivo que de la mano de Fernando Vázquez, no cesa en su ascenso.