Las dudas que se ciernen sobre el Real Madrid después de su eliminación copera y su bajón físico tras la llegada del nuevo año se despejaron a medias después de la victoria de este mediodía en Getafe, donde los hombres de Carlo Ancelotti, en un frío Coliseum, ganaron sin pisar en exceso al acelerador. Las victorias suelen servir para apagar fuegos, pero ni la genialidad de Benzema ni los dos goles de Cristiano sirven, de momento, para convencer a la parroquia blanca de que la llama avivada por un mal inicio de 2015 es cosa del bache. Mientras algunos piden a gritos la recuperación de Modric, sus compañeros, por lo pronto, suman triunfos en campos propicios para rasgarse las vestiduras.
Hace menos frío cuando uno es campeón de invierno. Y cuando lleva guantes. Benzema llevaba dos, uno en cada mano, y el tercero, en su bota. De una jugada de fútbol sala nació el primer gol blanco, ya en la segunda parte, para desatascar un encuentro en el que tampoco el equipo de Quique Sánchez Flores estaba realizando méritos para llevarse el triunfo. Al técnico, que suma sus dos partidos por derrotas, le queda mucho camino por recorrer para darle personalidad a un Geta que coquetea seriamente con los puestos de descenso y cuyos aficionados no quieren que se convierta en una relación estable, de esas tóxicas y que sólo traen problemas a la larga.
Constatado el poco acierto en el primer acto que podría hacer cambiar el signo de las crónicas, el Real Madrid salió en el segundo a por un triunfo balsámico. Se aprovechó de un cada vez más agazapado rival para percutir en el área de Codina, que detuvo hasta no poder más. Sin la excelencia y la frescura que les caracterizaba hasta que se rompió la racha, bastó la superioridad de la plantilla blanca para sumar los tres puntos. Isco, con un disparo tras una buena jugada que detuvo el cancerbero y Kroos, con otro zapatazo que se estampó en la madera, podrían haber abierto la lata en el primer acto. Pero no fue hasta que apareció la genialidad de Karim cuando se desequilibró la balanza. Ronaldo abrió y cerró el marcador y Bale, de primeras, firmó el segundo. El Real Madrid celebra su título honorífico de campeón de invierno con un partido menos bajo el manto de la BBC.