Una décima de segundo para decir adiós a toda una temporada. Un choque de Sami Khedira con Andrea Pirlo dejó al internacional alemán doliéndose sobre el césped. El no estar acostumbrados a sus gestos de dolor despertaba un mal augurio, que se confirmó al día siguiente: doble rotura de ligarmentos en la rodilla derecha. Seis meses de baja. Casi imposible llegar al Mundial de Brasil.
Pero antes de la cita mundialística, queda toda una temporada de competición entre clubes, y la baja de Sami Khedira se presenta como un contratiempo importante para el Real Madrid de Carlo Ancelotti. El técnico italiano ya había encontrado su esquema con ese 4-3-3 con el que el conjunto blanco empezaba a dar buenas sensaciones. Khedira, ocupando la posición del interior derecho, tenía un papel fundamental en dicho planteamiento.
Khedira no es un futbolista diferencial, pero es el complemento que ayuda a que sus compañeros lo sean. Khedira nunca definirá un resultado, pero ayudará a que los cracks puedan hacerlo. Son los jugadores como él los que consiguen que un once con futbolistas como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Gareth Bale, Luka Modric o Marcelo se sostenga. Ningún futbolista ha complementado tan bien a un pilar como Xabi Alonso en su estancia en el Santiago Bernabéu. No es un prodigio técnico, pero tampoco es su labor meter goles o dar asistencias. En lo que sí es un experto es generando huecos para sus compañeros atacantes. Esos desmarques verticales que ayudan a crear espacios para la subida del lateral, o para que Bale -o Di María- busquen el espacio por dentro.
Con este esquema y tras la vuelta de Xabi Alonso, Khedira estaba firmando sus mejores actuaciones en labores ofensivas. Ningún jugador de la plantilla madridista tiene su capacidad para ir y venir de una área a la otra, colaborando en los dos aspectos del juego a la par que consigue mantener unido al bloque. Y es que a principio de temporada, el Madrid se partía con excesiva facilidad. Su ausencia se notará en esta materia.
¿Cómo corregir su hueco?
Lo primero que hay que decir es que la afición madridista debe mantener la calma. Aunque la baja es importante, tampoco es definitiva. Definitivo sería que se rompiera Cristiano Ronaldo, Xabi Alonso o Sergio Ramos. Los jugadores diferenciales, pero no los secundarios. Bien es cierto que Ancelotti no tiene a nadie en la plantilla con las mismas características que Sami Khedira, pero si algo le sobra a un club de esta envergadura son recursos.
Partimos de la base de que Ancelotti está decidido a apostar por el 4-3-3. Hace tiempo afirmó que era el esquema ideal para Cristiano y Bale, así que su principal cometido debe ser colocar las piezas de la forma que mejor le vaya a sus dos cracks. Así pues, todo apunta a que el técnico italiano seguirá apostando por este esquema, cambiando algunas piezas.
Son muchos los que piden a Casemiro, el gran olvidado a pesar de su gran pretemporada. Si bien la ausencia de Khedira le abrirá la opción de tener algún minuto, Ancelotti no apostará por él como una baza principal. Como explicó hace unos días, no puede adjudicar una tarea de tanta presión a un jugador tan joven e inexperto. Si el Madrid funcionase como una máquina, todo sería distinto y gozaría de más oportunidades. Pero mientras los primeros espadas no sean capaces de conseguir que todo vaya rodado, ¿cómo va a ser capaz Casemiro?
El nombre en el que todos piensan, y que sin duda será una de las principales alternativas, es Isco. En un Madrid ideal, el trivote Xabi Alonso, Modric e Isco sería un centro del campo colosal. Lo complicado es hacer que ese tridente funcione, y con las características de Isco no parece que eso vaya a pasar de momento. En el 4-3-3, el gran damnificado es el malagueño, que no encuentra un puesto de comodidad. Se le ha probado en la posición de interior en varias ocasiones, pero requiere un despliegue físico y táctico al que Isco no está acostumbrado.
Entonces, ¿quién es el mejor recambio para Khedira? Di María es el que más podría acercarse al despliegue del alemán. Es el puesto que ocupa en la selección argentina. Su físico también es privilegiado, la intensidad le viene de serie y tiene capacidad de sacrificio para ejercer las labores de un box to box. Modric se desplazaría al interior derecho, ocupando Di María el izquierdo, lo que le vendría bien al Madrid para ayudar en defensa su flanco más débil, con Marcelo y Cristiano. Sin embargo, no tiene la inteligencia ni la capacidad táctica de Khedira, y si se deja llevar por su frenesí con el balón en los pies, podría desembocar en un desorden colectivo muy peligroso para el Madrid.
Una alternativa que no están contemplando en ningún medio, pero que podría resultar muy interesante, es la de Fabio Coentrao. Una posición que ya ejerció en el propio Real Madrid bajo las órdenes de Jose Mourinho. Puede aportar solidez y orden táctico al equipo, y su despliegue físico también es notable. No sé si Ancelotti se lo está planteando, pero creo que si se decide a mantener el 4-3-3, Coentrao podría ser la mejor solución a la ausencia de Khedira.
Y digo si mantiene el 4-3-3, porque a pesar de que ha apostado definitivamente por él para su proyecto, si tras la baja de Khedira no lo ve viable una opción sería recuperar el 4-2-3-1. Al fin y al cabo, un 4-3-3 pero de centro del campo girado. Las opciones se multiplicarían, y regresaría esa posición de mediapunta que tanto echa de menos Isco. El doble pivote tendría un ocupante fijo con Xabi Alonso, y se podría probar la opción de Illarramendi a su vera. Ahora que sale el nombre de Illarra, ¿por qué no probar al vasco de interior? Sus características no se lo permiten. La posición de interior requiere una movilidad de la que Illarra carece. Ancelotti tiene claro que su posición es la de un mediocentro estático, alternativa a Xabi. Verlos juntos solo sería una opción si se volviera a usar el mencionado doble pivote.
Resumiento, la baja de Khedira es un contratiempo y un quebradero de cabeza para Ancelotti. Pero un equipo como el Madrid, sobrado de recursos, no debe encender las alarmas por una baja de este perfil. El técnico italiano buscará un nuevo camino para seguir creciendo, y lo encontrará. Quizás se vea ralentizada su marcha, pero la dinamita de su ofensiva le servirá para ganar margen de maniobra cada semana. Se echará de menos a Khedira, y podremos comprobar lo que aportaba al juego merengue. Pero será apasionante ver en próximos partidos cómo y con quién planea Ancelotti superar su pérdida.
