Salvavidas Ter Stegen
Comenzamos por el final. Por el partido que cerró la jornada dominical y lo hizo con un claro protagonista: Ter Stegen. Si días atrás hablábamos de la calidad bajo palos de Cillessen, su suplente y habitual en Copa, con partidos como el de San Mamés se entiende por qué el holandés es el recambio del alemán. Un Barcelona demasiado espeso, al que le pesaron demasiado las piernas en La Catedral, rescató un punto ante el Athletic Club gracias a los reflejos de su guardameta, clave y vital para que los pupilos de Gaizka Garitano, cuya mejoría es una evidencia, terminaran el encuentro con sensaciones encontradas. Susaeta y Raúl García en el primer capítulo y Williams, en dos ocasiones, en el segundo, dieron buena prueba de ello. El Barça ya tiene a seis puntos al desbocado Real Madrid.
La irrupción de En-Nesyri
El Leganés goleó al Real Betis y lo hizo con el papel fundamental de un futbolista que crece a pasos agigantados: Youssef En-Nesyri. A sus 21 años tiene todavía un mundo por delante pero de momento, que le quiten lo ‘bailao’. El 2019 le ha sentado de maravilla al ariete marroquí, que ha encontrado en Martin Braithwaite —fichajazo invernal— un perfecto aliado en la punta de ataque pepinera, en la que no hay que olvidar que no falta competencia (Carrillo, Michael Santos o Sabin Merino). Fue víctima de su acierto el Huesca y encadena tres partidos marcando: dos al Eibar, uno al Rayo y hat-trick en un mediodía inolvidable al conjunto de Quique Setién. En sus anteriores 16 apariciones, en los que tuvo un papel secundario, En-Nesyri sólo había metido un gol. A las órdenes de Pellegrino, el Lega ha encontrado en el exmalaguista la pólvora que enciende a sus rivales.
El lenguaraz Quique Setién
Y es que la maravillosa actuación de En-Nesyri que provocó el KO de su rival tuvo una reacción fulminante, la del entrenador del Betis, Quique Setién, que en un ataque de soberbia soltó lo siguiente en rueda de prensa:
Frase lapidaria donde las haya y que dejan claro el mal perder del técnico verdiblanco. Una sobrada que le resta credibilidad, que le desacredita y que trata de desprestigiar a un adversario que tampoco está tan “abajo” como dice: solamente a tres puntos del equipo que él entrena.