Desde que hablé hace tres años de la salida de Gorka Iraizoz han pasado cosas en la portería del Athletic. El relevo estaba garantizado en la figura de un Kepa Arrizabalaga que ya entonces demostraba todo su potencial, pero lo que parecía que iba a ser una larga trayectoria como guardián de la portería rojiblanca quedó en dos años de gran rendimiento y un millonario traspaso al Chelsea. El fútbol ya no es el de antes, y el Athletic lo nota especialmente: sus talentos ya no visten su camiseta la mayor parte de su carrera deportiva. No obstante, los tres palos no tardarían en ser de nuevo ocupados por otro guardameta de la escuela del club como Unai Simón.

Desde 1942 hasta 1979, los dueños de su portería fueron esencialmente tres: Raimundo Lezama, Carmelo Cedrún y el legendario José Ángel Iribar. Mitos del club al que dedicaron sus días como futbolistas. Pero los jugosos contratos actuales, así como la posibilidad de luchar por todos los títulos y jugar las mejores competiciones, hacen decantarse a futbolistas como Ander Herrera, Javi Martínez o el mismo Kepa a fichar por clubes como el Manchester United, el Bayern o el Chelsea. Son palabras mayores. Hoy en día es difícil ver casos como los de Julen Guerrero o Joseba Etxeberria.

Pero la marcha de Kepa no fue traumática: no puede serlo cuando en el club hay una excelente escuela de porteros. Siempre salieron buenos guardametas de Lezama, aunque no en todos los casos nutrió al primer equipo del Athletic. De hecho, arqueros que han defendido su portería en las últimas décadas no son canteranos propiamente dichos: el mismo Iraizoz o Imanol Etxeberria llegaron ya con la mayoría de edad a los filiales rojiblancos, como fue el caso de Andoni Zubizarreta en su día, por ejemplo. Sí lo es Aranzubia, que se puso durante varias temporadas los guantes del Athletic aunque terminó marchándose al Deportivo cuando decayó su rendimiento.

Pero en los últimos años, la tradicional escuela de Lezama ha dado sus frutos de nuevo: no es habitual que salgan tres porteros del nivel de Kepa, Unai Simón y Álex Remiro de golpe. Todos ellos jugaron en las divisiones inferiores del club y se curtieron en el Basconia, uno de sus filiales. Aunque después han seguido caminos distintos: Kepa, como ya hemos dicho, se marchó al Chelsea, donde ha demostrado su calidad pero también ha tenido sus más y sus menos con el técnico Frank Lampard, que alguna vez le ha sentado en el banquillo en favor de Willy Caballero.

El caso de Álex Remiro ha sido más estrambótico: fue cedido al Huesca, como Kepa a la Ponferradina y al Valladolid, y ascendió con el club aragonés a primera dejando grandes actuaciones. Parecía que volvía a Bilbao para pelear por el puesto, pero diferencias con el club a la hora de sentarse y renovar provocaron que ni siquiera llegase a debutar con el primer equipo. Su contrato expiró y se marchó al rival de siempre, la Real Sociedad, donde hoy es el titular.

Y a pesar de la marcha de dos buenos porteros como Kepa y Remiro, aún cuentan con Unai Simón. También iba a ser cedido cuando era el cuarto portero del equipo, en su caso al Elche, pero tras solo unas semanas volvió al club tras la marcha de Kepa a Londres.

Bautismo de fuego contra el Madrid

Conocí al joven portero alavés en vivo: el Real Madrid de Julen Lopetegui visitaba San Mamés, y estaba en una grada cercana a la portería de Simón cuando sacó un balón imposible a disparo de Modric. Fue la más espectacular de unas cuantas intervenciones que salvaron un punto para su equipo en un encuentro igualado que concluyó con empate a uno. Era su tercer partido con el equipo de Berizzo, y la sensación que tuve entonces fue que el Athletic podía estar contento de tener los 80 millones de Kepa en la caja y un talento como el de Unai Simón en plantilla.

No obstante, Simón no se hizo con la portería de inmediato, y en esa campaña, la pasada, Iago Herrerín jugó la mayoría de partidos. Pero Herrerín nunca ha estado libre de críticas por parte de la afición rojiblanca, y Unai Simón tampoco fue esquivo a ellas en algunos encuentros del pasado año. La de San Mamés siempre fue una portería exigente.

Pero este año se acabaron las dudas, Simón es el portero de Gaizka Garitano y el de Murgía no ha podido responder mejor: está siendo uno de los mejores futbolistas del equipo esta temporada y ya ha salvado varios puntos para los suyos. Y no solo en LaLiga: en la Copa del Rey firmó una gran actuación en el partido que dejó fuera al Barcelona en cuartos. Incluso no son pocos los que piden su llamada para la selección y acompañar a De Gea y su excompañero Kepa. No sería de extrañar, aunque también hay que tener en cuenta a Pau López, que rinde bien en la Roma.

Unai Simón sigue la senda de buenos porteros del club. Si sigue así, los cantos de sirena llegarán, de hecho se habló recientemente de un posible interés del Inter, que busca un sustituto al veterano Handanovic. En el club no quieren ni oír hablar de la salida de su guardameta, y dicen que él está contento en Bilbao. De lo que no hay duda es que el Athletic tendría portero para varios años.

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Gabriel Caballero

Periodista
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