El camino de Croacia hacia la final del Mundial ha estado lleno de piedras, nada que ver con la fase de grupos. La victoria en el debut ante Nigeria y el contundente triunfo sobre Argentina dieron pronto el pase a octavos, haciendo del tercer partido ante Islandia un trámite, al menos para la selección balcánica. Aunque tenía su miga porque tampoco la clasificación para la cita de Rusia fue sencilla: la misma Islandia mandó a Croacia a la repesca, donde se la jugó sin muchos apuros ante Grecia. Una vez en las eliminatorias, remontadas, penaltis y prórrogas varias dan fe del merecido y difícil pase del combinado croata a una final por primera vez en su historia.

Primero fue Mandzukic el que tuvo que remontar instantes después el tempranero gol de de Jorgensen para Dinamarca. Una vez en los penaltis, Subasic se hizo grande en la línea de gol para ser el héroe de octavos.

Ya en cuartos, la anfitriona Rusia deparó un intenso encuentro al que no le faltó de nada: Cheryshev marcó otro golazo más en su cuenta para adelantar a los suyos, de modo que Croacia tuvo que remangarse de nuevo para reparar la faena y remontar el resultado adverso: tuvo que llevar el partido a la prórroga, gol de Kramaric mediante, y esperar al gol de Vida para certificar la remontada. Lo que no estaba en el guion era el empate de Fernandes para Rusia. Otra vez a los penaltis, y otra vez Subasic a dar el callo, y eso que parecía haberse lesionado durante el partido poniendo en vilo a los suyos. Si los penaltis son una lotería, a Croacia siempre le toca.

En semifinales tuvo que sobreponerse a un gran gol de falta de Trippier para Inglaterra. Fue Perisic, con cinco minutos de inspiración, quien derribó la resistencia inglesa y equilibró fuerzas para mandar el partido a la prórroga. Muchos ya se imaginaban otra tanta de penaltis, otra vez a Subasic parando algún penalti, otra vez a Rakitic marcando el definitivo, como en octavos y en cuartos… pero Mandzukic, delantero de raza, el infatigable, tenía otros planes, y estos pasaban por marcar el tanto decisivo y clasificar a Croacia para su primera final.

El camino ha sido pedregoso, pero Croacia supo superar las adversidades. La clarividencia y el liderazgo de Modric, las intervenciones de Subasic, la calidad de Rakitic, el desequilibrio de Rebic y Perisic, los goles y el empuje de Mandzukic… Un gran equipo que tendrá en Francia un duro rival, su última piedra en el camino.

En NdF | El XI histórico de Croacia

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Gabriel Caballero

Periodista
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