Los que crecimos en los noventa recordamos aquellos duelos entre Real Madrid y Bayern como auténticas batallas en la arena, donde guerreros como Raúl, Kahn, Hierro o Effenberg convirtieron aquellos partidos en recuerdos memorables y en parte importante de la historia de la Liga de Campeones. Unas veces ganaban unos y otras veces ganaban otros: cómo olvidar, por ejemplo, aquella temporada 99-00 en la que el Bayern apabulló al equipo blanco con dos victorias en la fase de grupos, 4-1 y 2-4, relegando al Madrid al segundo puesto. Se volverían a enfrentar en semifinales y la historia cambió: Anelka decidió que aquel sería su gran momento en su fugaz paso por el Madrid y marcó en la ida y en la vuelta. Fue el año de la Octava.
Los duelos se sucedieron a lo largo de los años, como en la fatídica tanda de penaltis de 2012 que privó al equipo de Mourinho de pasar a la final, cuando hasta Cristiano Ronaldo falló su lanzamiento. La vendetta llegaría dos años después ante el Bayern de Guardiola, con una clara victoria por 0-4 en Alemania que allanó el paso hacia la final de Lisboa.
No están ninguno de los dos en su mejor momento: el Madrid está en marzo sin posibilidad de pelear ningún título, y el Bayern ha sido eliminado de la Liga de Campeones tras ofrecer una mala imagen en casa ante el Liverpool. Al equipo de Kovac le queda una Bundesliga donde parece no tener rival ni siquiera esta temporada, en la que comenzó muy mal y ha terminado remontando nueve puntos al Borussia hasta recuperar el liderato. Pero eso no es suficiente para el club de los Beckenbauer o Rummenigge.
El Madrid, con la vista puesta en el ataque…
El Real Madrid viene de un ciclo histórico en Europa, pero la exigencia es siempre ganar y caer como se cayó ante el Ajax no es de recibo en el Bernabéu. Además, la Liga y la Copa se resisten con demasiada asiduidad. Zidane ha regresado al equipo con el optimismo bajo el brazo y ya se mira a la próxima temporada, camino en el que se prevé una larga lista de rumores y futuribles.
No creo, tanto en el caso de alemanes y de españoles, que sea necesaria una revolución en la plantilla pues ambas cuentan con un núcleo fuerte de jugadores más que válidos, pero sí serán necesarios varios retoques y ya se habla y mucho de la inversión que harán para ello. Respecto al Madrid habrá que estar pendientes tanto de las altas como de las bajas: si sale Marcelo será necesario un lateral, si sale Varane será necesario un central (ya que Militao llega para darle la réplica a Ramos y Varane), y si salen Kroos o Modric será necesario un centrocampista de enjundia, aunque este podría llegar independientemente de las salidas, ¿Pogba? ¿Pjanic? ¿Eriksen?
Donde no cabe duda de que hacen falta refuerzos es en ataque: Bale y Benzema no han hecho olvidar a Cristiano, ni en términos goleadores ni de competitividad. El galés podría tener que hacer las maletas tras no superar la prueba como estandarte del equipo, mientras Benzema ha protagonizado una temporada más lúcida y, aunque siga sin ser un gran goleador, su fútbol sigue convenciendo y puede tener hueco al lado de los posibles refuerzos, estando Mbappé, Hazard o Mané entre los favoritos. Y no nos olvidemos de Vinicius, de su buena irrupción y del aire fresco que trajo consigo. Habrá de trabajar lo del remate, pero que siga intacta esa velocidad, regate y atrevimiento.
… mientras el Bayern se reconstruye desde atrás
Sorprende, en esta época de grandes dispendios y precios inflados, que hasta hace unos días el fichaje más caro de un gigante como el Bayern estuviese en los 41,5 millones que costó el traspaso de Tolisso procedente del Lyon. Antes del centrocampista galo, el récord estaba en los 40 millones que pagaron al Athletic en 2012 por Javi Martínez. Estas cifras han sido eclipsadas y hasta dobladas tras el reciente fichaje de Lucas Hernández procedente del Atlético, al que han abonado la cláusula de 80 millones. El francés, titular en el lateral izquierdo de la Francia campeona del mundo, supone un excelente refuerzo para el club bávaro, como también lo es el jugador que ocupaba el otro lateral en el equipo de Deschamps: Pavard procedente del Stuttgart. Ambos pueden jugar de central o lateral y darán varias opciones a una zaga en la que se ha asentado Niklas Süle, titular también en la Mannschaft. Y no nos podemos olvidar de Hummels y Boateng, ambos con 30 años y fútbol por delante (Ramos y Piqué, por ejemplo, tienen 32).
Con una base de jugadores como Neuer, Alaba, Goreztka, Kimmich, Thiago, Tolisso, Javi Martínez, Gnabry, Coman, Müller, Lewandowski o los ya mencionados, el Bayern necesita varios retoques pero ya tiene un grupo fuerte de buenos futbolistas. Necesitará renovar las alas, eso sí, tras la anunciada marcha de los ya veteranos Robben y Ribery, que tanto han dado en el Allianz Arena. Y no se sabe aún qué pasará con James, del que tienen una opción de compra y que no contaba para Kovac, pero que ahora vive un buen momento. Un Niko Kovac del que, por cierto, no se puede asegurar del todo su presencia en el banquillo del equipo la próxima temporada: los rumores sobre posibles sustitutos son frecuentes.
Jóvenes talentos germanos como el mediapunta Kai Havertz del Bayer Leverkusen, una de las revelaciones de la temporada, o el más asentado Werner, delantero del Leipzig, suenan como posibles refuerzos de un equipo acostumbrado a llevarse lo más granado de la liga alemana. Y no es para nada descartable la llegada de un galáctico que haga olvidar a Robbery, siendo Gareth Bale uno de los que se ha hablado en los últimos días.
No cesará la rumorología sobre los posibles refuerzos de ambos equipos: no son pocos los que ya han ocupado titulares y aún estamos en marzo.