Si ya era extraño ser futbolista en Estados Unidos, imagínate ser portero. En un país donde siempre mandaron el béisbol, el baloncesto o el fútbol, pero el americano, dedicarse al Soccer era una rareza, y entre los que eligieron lo que fuera de las fronteras norteamericanas era el deporte rey, algunos valientes decidieron ponerse los guantes.
Grandes estrellas como Pelé, Beckenbauer o Cruyff encendieron la chispa en buena parte de los aficionados con su paso por la NASL (North American Soccer League), como era entonces conocido el fútbol de Estados Unidos. El Mundial de 1994, celebrado en suelo americano, supuso el espaldarazo definitivo para el Soccer, que hoy disfruta de una MLS que crece paulatinamente y que ha visto extraordinarios futbolistas pasar por sus estadios, aunque fuera en su mayoría en el ocaso de sus carreras.
Antes de aquel Mundial de 1994, la selección de Estados Unidos ya participó en el de Italia 90, y no se perderían la gran cita del balompié durante siete torneos consecutivos, todo un hito para The Yankees (fallando, eso sí, en el de 2018). Ya en aquel Mundial de Italia el titular en la portería fue Tony Meola, una de las grandes figuras mediáticas del fútbol estadounidense y con el que iniciamos el repaso a los guardametas más célebres de su historia reciente, aquellos encargados de que las redes del país de las Barras y Estrellas quedasen a buen recaudo.
Tony Meola
Un todoterreno del deporte: Meola jugó al béisbol, al baloncesto o al fútbol americano, pero se decidió por el fútbol posiblemente decidido a seguir los pasos de su padre, inmigrante italiano que jugó también como guardameta en el Avellino de la Serie B italiana. Tras ser el portero titular en el Mundial de Italia, Meola llegó al de su país como una de las grandes estrellas de su selección junto a los Alexi Lalas, Wynalda, Cobi Jones, Tab Ramos y compañía.
Pero lo de Tony Meola era un caso aparte: era tal su popularidad que incluso un videojuego de la entonces en boga Super Nintendo llevaba su nombre.
Portero de gran envergadura, en los inicios de su carrera jugó en dos clubes ingleses, Brighton y Watford, pero no llegó a asentarse y regresó a su país, iniciando una larga trayectoria en la MLS.
Pero no se olvidó de otros deportes: tras el Mundial de 1994 quiso probar suerte en la NFL con los New York Jets al más puro estilo Angoy, pero no logró hacerse un sitio en este deporte. Para cuando quiso regresar al Soccer, Meola ya se había perdido la histórica Copa América de 1995, en la que Estados Unidos quedó cuarta y donde había derrotado a Argentina por 3-0 en la fase de grupos. No obstante regresó posteriormente a la selección, pero ya como suplente habitual, siendo su último Mundial el de 2002 en Corea y Japón.
Kasey Keller
Precisamente el sustituto de Meola en la selección fue seguramente el más conocido en España, un Kasey Keller que defendió la portería del Rayo Vallecano durante dos temporadas con buenas actuaciones. También hizo carrera en Inglaterra: si Tony Meola fue un precursor en la portería norteamericana, Keller lo fue para sus compañeros en la Premier League. No en vano fue titular en el Tottenham durante un par de temporadas, y antes ya se convirtió en un ídolo para la hinchada del Millwall de 1992 a 1996. También jugó en el Leicester, Southampton y Fulham, y en Alemania con el Borussia Mönchengladbach.
Estuvo presente en cuatro mundiales, 1990, 1998, 2002 y 2006, siendo titular en 1998 y 2006, además de ser el arquero de aquella selección semifinalista de la Copa América en 1995.
Brad Friedel
Un caso especial el de Brad Friedel, pues hasta los 41 años estuvo defendiendo como titular, y con buenas actuaciones, la portería de todo un Tottenham. Y no era cualquier Tottenham: era el de Harry Redknapp, con los Bale, Modric, Van der Vaart y compañía. Fue la guinda a una excelsa carrera en la que se puso los guantes durante 17 años en Inglaterra en las porterías de Liverpool, Aston Villa y Blackburn, donde fue indiscutible durante ocho temporadas.
Antes, en los noventa había jugado en Dinamarca con el Brondby y en Turquía con el Galatasaray. Con la selección disputó tres mundiales en 1994, 1998 y 2002, siendo el titular en este último, donde Estados Unidos logró la mejor clasificación de su historia reciente al llegar a cuartos de final, ronda en la que perdió ante Alemania por la mínima.
Como curiosidad, ostenta el récord de partidos consecutivos en la Premier, 310 encuentros y además con tres equipos distintos: Blackburn, Aston Villa y Tottenham, lo que da cuenta de su regularidad. También es uno de los pocos porteros que ha marcado un gol en la Premier, siendo otro de ellos nuestro siguiente protagonista.
Tim Howard
Algo debía de tener Tim Howard para que Sir Alex Ferguson se lo llevase a Old Trafford procedente de Nueva York en 2004. Tras la marcha de Barthez llegó para disputarse el puesto con el norirlandés Carroll, pero la llegada de Van der Sar dos años después provocó su salida hacia el Everton, donde se convertiría en uno de sus pilares durante diez temporadas.
Con la selección estuvo en tres mundiales: 2006, 2010 y 2014, siendo titular en los dos últimos, en los que Estados Unidos alcanzó los octavos de final. Especialmente recordado es su partido ante Bélgica en 2014, en el que el equipo de Hazard, Lukaku y De Bruyne tuvo que recurrir a la prórroga tras no haber manera de batirle durante los primeros noventa minutos.
También fue nombrado mejor portero de la Copa Confederaciones de 2009, en la que su selección llegó a la final tras derrotar a España.
Zack Steffen, presente y futuro
Tras brillar en el Columbus Crew, el portero de Pensilvania fichó el pasado verano por el Manchester City, que lo cedió un año al Fortuna Düsseldorf. Sus buenas actuaciones en la Bundesliga hicieron que los citizens se planteasen su incorporación a la plantilla, habida cuenta de la veteranía de Claudio Bravo. Sin embargo, una lesión reciente que lo tendrá un tiempo alejado de la portería podría acelerar la renovación del chileno por un año más.
A sus 25 años, Steffen se presenta como la mejor opción de futuro para la portería de Estados Unidos, no en vano fue ya el titular en la Copa de Oro de 2019. Un futuro en el que se vislumbra otro mundial con el país norteamericano como anfitrión: será en 2026, esta vez con sede compartida con México y Canadá.
Bonus Track: Hope Solo
Si el fútbol estadounidense masculino ha vivido en las últimas décadas una evolución, el femenino es una de las grandes potencias del deporte rey en el mundo, si no la que más. Y entre sus grandes exponentes, además de Alex Morgan o Megan Rapinoe, está su exguardameta de galáctico apellido, la mediática Hope Solo.
Con la friolera de 202 partidos internacionales, dos medallas de oro olímpicas y un mundial conquistado, el de 2015 en la vecina Canadá, Hope Solo se sitúa como una de las figuras más importantes no solo del fútbol femenino estadounidense, sino en todo el mundo.
Desarrolló casi toda su carrera en equipos de Estados Unidos de Washington, Atlanta o Seattle, además de efímeros pasos por Suecia y el Olympique de Lyon, uno de los equipos más fuertes del fútbol femenino.
En NdF | La efímera United Soccer Association