Se sabía sin tener la certeza, pero esta ya llegó en forma de un comunicado oficial por parte del Real Madrid del que ya solo quedaba por conocer la fecha y la hora. En un mundo tan prudente en declaraciones en cuanto a este tipo de asuntos, chocaba ver cómo estos días había futbolistas que ya hablaban de Eden Hazard como jugador del Real Madrid, así estaba el asunto. Quizá por esclarecer algunos detalles o por la negociación entre ambos equipos en cuanto a la cifra final del traspaso, el anuncio oficial se ha hecho esperar hasta hoy cuando se ha desvelado que el futbolista belga firmará hasta 2024 y será presentado el jueves 13 de junio tras pasar el pertinente reconocimiento médico.

No se ha mencionado el montante final del traspaso, aunque se estima que ronda los 100 millones de euros más variables. Aunque se sabía desde hace tiempo, todo parecía en calma antes de que el Chelsea jugase la final de la Europa League y cerrase así su temporada haciéndose con el título tras derrotar al Arsenal. Ese mismo día, tras ser nombrado MVP y en el que brilló por última vez con la camiseta blue, Hazard ya hablaba de despedidas y nuevos retos. Un guiño más, uno de muchos.

Tras la final se aceleraron las negociaciones por un jugador que Zidane llevaba mucho tiempo queriendo en su plantilla. Incluso Florentino Pérez, ejemplo claro de esa prudencia de la que antes hablábamos, afirmaba en El Larguero que llevaba muchos años tras su fichaje y que esperaba poder cerrarlo este año.

Siete temporadas ha estado en Stamford Bridge, adonde llegó del Lille cuando ya Zidane aconsejaba a la casa blanca su fichaje: siempre consideró que se convertiría en uno de los mejores jugadores del mundo y no erraba en sus predicciones. En este tiempo en el Chelsea se ha convertido en uno de los mejores futbolistas que han vestido esa camiseta, apoyando además esta consideración con dos títulos de Premier League, una FA Cup, una Copa de la liga y dos Europa League. En su debe, no faltaron en su día críticas por su irregularidad, especialmente en la temporada 15-16 cuando, tras ganar el título de liga con Mourinho, bajó considerablemente su rendimiento. Pero un año después volvió por sus fueros con Antonio Conte conquistando de nuevo el título liguero.

Los años han dado estabilidad a su juego, y llega al Bernabéu en el mejor momento de su carrera a sus 28 años y habiendo sido Balón de Plata en el último Mundial, donde lideró a Bélgica hacia el tercer escalón del podio. Eso busca el Real Madrid: una referencia que quedó huérfana tras la salida de Cristiano Ronaldo. Quizá no un líder en cuanto a carácter y jerarquía, pero sí ese talento que lo convierta en el futbolista a seguir. Un hueco vacío que este año intentó paliar Benzema en una loable temporada y para el que Vinicius también se apuntó con 18 años y mucho desparpajo, al menos en cuanto a la ilusión que despertó en la grada y el hecho de ser ese futbolista al que todos buscaban en el ataque hasta su lesión.

Se convierte así en el cuarto fichaje confirmado tras los de Rodrygo, cerrado desde hace tiempo y cedido en el Santos, Militao y Luka Jovic, confirmado hace unos días. No es un goleador nato pero en Madrid podría crecer en esta faceta, aunque sí asegura un buen número de tantos y asistencias por temporada, además de aportar juego y desequilibrio. Queda por ver cómo le ubicará Zidane en su pizarra: si mantiene el 4-3-3 podría entrar desde la banda izquierda hacia el centro, pero si cambia a un 4-4-2 que ya utilizó con Isco como mediapunta, podría ocupar ese lugar por detrás de los dos delanteros, o también como uno de ellos junto a a Benzema o Jovic. El tiempo lo dirá.

En este “Madrid de los belgas” donde se reencontrará con Courtois como ya hiciera en el Chelsea, está destinado a ejercer un papel protagonista en un año que se procurará poco tenga que ver con el anterior. Con Hazard será más factible.

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Gabriel Caballero

Periodista
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