griezman messi fc barcelona

Sí, se lo que vais a decir, otro artículo hablando sobre la gran oportunidad que se le plantea a Griezmann, tras la lesión del joven Ansu Fati, para triunfar en el Barça -que novedad-. Comprendo y comparto vuestra frustración, al jugador galo se le están dando todas las oportunidades habidas y por haber, sin obtener el éxito deseado. Desde que está en la disciplina azulgrana ha sido probado en ambos extremos, de media punta -como él sugirió-, como delantero centro y hasta de falso nueve. Con el mismo resultado en todas las posiciones: mucho trabajo, pero poco peligro de cara a portería.

Sus números hablan por sí solos, la pasada campaña logro anotar 9 tantos en liga, mientras en esta lleva 2 en 7  jornadas disputados hasta la fecha. Unas cifras muy por debajo de las expectativas. Hay que reconocer que Antoine nunca ha sido un delantero voraz, pero desde su último año en la Real y su periplo por el Atlético, nunca había bajado de los 15 goles por temporada en la competición doméstica. Llegando a alcanzar  los 22 tantos en la 14/15 y en la 15/16. Haciendo olvidar, en cierta medida, los registros del ‘tigre’ Falcao, que abandonó la disciplina colchonera el verano de 2014 dejando en su haber multitud de exhibiciones, goles y títulos.

A esta falta de gol en el Barça, se le suman dos declaraciones públicas que persiguen al francés desde su llegada a Barcelona: por un lado, la declinación a la primera oferta culé en forma de culebrón televisivo, producido por Gerard Piqué -por cierto-; en segundo lugar, su comparación con Messi y Cristiano tras ganar la copa del mundo con Francia, con la desafortunada frase: “ya como en la mesa de Messi y Cristiano”. El tiempo ha dictaminado que en esa cena no había asiento reservado para el principito.

Pese a todas estas adversidades Griezmann sigue empeñado, quizás por orgullo propio más que por amor al club, en demostrar que puede triunfar en conjunto culé. Y es que hay algo que no le podemos negar: su entrega. Partido tras partido vemos como tira desmarques de ruptura, baja a recibir balones, presiona como el que más, incluso hace coberturas defensivas que muy pocos jugadores de su categoría realizan. El problema parece más mental, de ofuscación de cara a puerta, que de entrega.

Con el parón de selecciones, la lesión de Ansu y con las dos últimas jornadas viendo puerta, se presenta una situación inmejorable para ver la mejor versión del francés. Todo depende de él. Este sábado ante el Atlético le tocará ocupar, presumiblemente, el flanco derecho; con su compatriota Dembelé por el costado izquierdo. Quizás vuelva a realizar un partido intrascendente, cosa que no extrañaría a quien escribe estás palabras, pero no sé por qué tengo un buen presentimiento de cara a este choque, quizás sea por la ley del ex o porque siempre veo el vaso medio lleno. En fin… espero que haya agua en la piscina.

Griezmann, ha llegado tu hora. Otra vez.

En NdF | La decisión de Griezmann y la pifia de Piqué
En NdF | Siguen Cristiano Ronaldo y Messi; se cae Griezmann

Sobre el autor Ver todos los posts

Dani González