El Bayern Múnich infunde el respeto propio del que es uno de los clubes más fuertes del mundo: desde aquel equipo liderado por Franz Beckenbauer que ganó tres Copas de Europa seguidas hasta el campeón de 2013, el de Robben, Ribery y Müller, pasando por el de los años 90 con Kahn, Basler, Schöll, Effenberg, Matthäus… Célebres fueron en aquellos años sus duelos con el Real Madrid, una época en la que el hecho de tener que jugar contra aquel equipo era sinónimo de una batalla sin tregua, no sólo por la calidad que atesoraban sino por lo que imponían futbolistas como Kahn y Effenberg, auténticos gladiadores del césped de los que se prefería no tener noticias. Como todo gran club, el Bayern ha tenido grandes delanteros como los históricos Gerd Müller y Rumenigge, y más recientemente Elber, Makaay, Klose, Luca Toni, Klinsmann, Mario Gómez, Thomas Müller o Lewandowski, además de efectivos secundarios como Pizarro, Roque Santa Cruz o el gigantón Carsten Jancker, perfecta definición de ‘9’ a la vieja usanza. Pero lógicamente también los ha habido sin tanta suerte o que pasaron más desapercibidos, a pesar de que llegaron al club bávaro con buenas expectativas. Repasemos aquí a esos delanteros que también escribieron su página en el libro del club.

Adolfo Tren Valencia (1993-1994)

El colombiano Valencia llegó a Múnich en 1993 procedente de Independiente de Santa Fe. Sus goles en este club y con la selección de Colombia, con la que marcó tres goles a Francia en un amistoso, despertaron el interés del Bayern, que lo fichó en un momento complicado en el que llevaban tres años sin levantar título alguno. Valencia se adaptó bien a la Bundesliga y se hizo un hueco en el XI, primero con Ribbeck y después con Beckenbauer, que se hizo cargo del banquillo por primera vez, y ayudó con 11 goles ganar de nuevo el título en Alemania. Sin embargo, la llegada de Trapattoni al año siguiente precipitó su marcha, pues no contaba con él, y recaló en el Atlético de Madrid donde no tuvo un buen año con desavenencias varias con Jesús Gil incluidas. Hoy, su compatriota James brilla en el club alemán.

Jean Pierre Papin (1994-1996)

El delantero francés llegó al Milan como el traspaso más caro de la historia, pero su etapa en San Siro no sería tan brillante como en Marsella: el límite en el cupo de extranjeros en el campo (con la competencia de Van Basten, Rijkaard, Gullit, Boban, Savicevic, Desailly…), las lesiones y su poca afinidad con los sistemas tácticos de Fabio Capello lastraron sus dos años en Italia, a pesar de que marcó un buen número de goles, tras los que fichó por el Bayern como sustituto de Valencia. Estuvo dos campañas en Alemania, pero la primera estuvo lastrada por las lesiones y en la segunda jugó algo más, ganando además la Copa de la UEFA ante el Girondins, pero apenas veía puerta y poco se vio del Balón de Oro de 1992. Tras dos años en la Bundesliga regresó a Francia precisamente para vestir la camiseta del Girondins, donde hizo las paces con el gol.

Emil Kostadinov (1995-1996)

Con el traspaso de Valencia y las lesiones de Papin, el Bayern acudió al mercado de invierno en busca de gol y encontró a Kostadinov, que llevaba media temporada en el Deportivo sin pena ni gloria. Kostadinov había sido una de las estrellas de la sorprendente selección de Bulgaria en el Mundial de 1994, donde alcanzaron el cuarto puesto, y precisamente jugaron ese Mundial gracias a un gol del delantero en el último partido de la clasificación ante Francia, que dejó fuera al equipo de Cantona y un Papin que sería su compañero en Múnich. Permaneció temporada y media en el Bayern donde alternó la titularidad con el banquillo y no marcó muchos goles, aunque sí anotó uno muy importante en la vuelta de la final de la UEFA ante el Girondins en Francia.

Ruggiero Rizzitelli (1996-1998)

En 1996, Trapattoni volvió al banquillo del Bayern y con él se llevó a Ruggiero Rizzitelli, un movimiento sorprendente ya que Rizzitelli no era una estrella del fútbol italiano ni tampoco una joven promesa, aunque sí un reputado goleador en el Calcio. En aquellos años, delanteros como Vialli y Ravanelli emigraban a la liga inglesa pero raro era ver a un italiano en la Bundesliga, por lo que Rizzitelli fue un pionero en este sentido, ayudado por la presencia de Trapattoni. El punta contaba con 29 años y había jugado en 1988 la Eurocopa con Italia, aunque su trayectoria con la Azzurra fue discreta. Destacó en sus años en la Roma formando ataque con Rudi Völler, y las dos temporadas anteriores a su fichaje por el Bayern las pasó marcando goles con el Torino. En Alemania estuvo a la sombra de Klinsmann, Zickler y Jancker, aunque dejó buena impresión en los minutos que tuvo durante dos temporadas y marcó 11 goles en 45 partidos. Una década después, su compatriota Luca Toni sería máximo goleador de la Bundesliga con los bávaros.

Ali Daei (1998-1999)

El delantero iraní es seguramente el mejor jugador de la historia de su país y posee un récord que va a ser francamente complicado de superar: el de mayor número de goles con su selección, nada menos que 109 en 149 partidos, por delante de los 84 de Puskas con Hungría. Actualmente, el que más cerca estaría de conseguirlo sería Cristiano Ronaldo con 79, todavía demasiado lejos. Ali Daei llegó al fútbol europeo para jugar en el Arminia Bielefeld alemán, y su buena campaña llamó la atención de Beckenbauer, quien lo fichó para el Bayern en 1998. Daei se convirtió en el primer futbolista asiático en jugar la Liga de Campeones, aunque a pesar de sus goles saliendo desde el banquillo no pudo ganarse un hueco en el XI con Elber, Zickler y Jancker, y un año después fichó por el Hertha de Berlín. Unos años después, en 2004, otro delantero iraní, Vahid Hashemian, fichó por el Bayern tras sus buenos números en Alemania con el Bochum, pero no tuvo mejor suerte que Daei.

Landon Donovan (2008-2009)

Klinsmann, entrenador entonces del Bayern, había sido consejero técnico en Los Ángeles Galaxy y quedó sorprendido con el rendimiento de Landon Donovan, así que, cuando terminó la MLS en noviembre de 2008, se llevó al mediapunta estadounidense a Múnich cedido hasta el comienzo de la nueva temporada en 2009 en Estados Unidos. Donovan, que ya había estado cuatro años antes en Alemania con el Bayer Leverkusen, apenas participó en el equipo siendo el cuarto delantero por detrás de Klose, Toni y Podolski, y tras cuatro meses de cesión los dirigentes del club decidieron no extender su contrato. Pocos meses después recalaría en el Everton, donde tuvo una actuación más destacada.

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Gabriel Caballero

Periodista
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