Recuerdo haber escrito algo hace tiempo sobre Nils Petersen. El delantero alemán había sido el máximo goleador de la segunda división germana en 2011 y el Bayern de Múnich se hacía con sus servicios: Klose acababa de fichar por la Lazio y el equipo alemán necesitaba un delantero que complementase a Mario Gómez. Me llamó la atención que un gigante como el Bayern pescase en la segunda división, aunque entonces Petersen contase con 21 años, hubiese sido internacional en categorías inferiores con la Mannschaft y mostrase sus dotes goleadoras al marcar 25 goles en la 2. Bundesliga. No me imaginaba al Madrid o al Barcelona haciendo algo similar en España, fichando al máximo goleador de la Liga Adelante para su plantilla. Sí lo ha hecho otro gigante en horas bajas, el Milan, al hacerse con los servicios del ítalo-peruano Gianluca Lapadula, máximo anotador de la Serie B con el Pescara y por quien también se habían interesado Juventus o Nápoles, entre otros. El caso es que Nils Petersen no tuvo mucha suerte en el Bayern, donde contó con pocos minutos en una plantilla de lujo, como suelen acostumbrar en el Allianz Arena. Le había perdido la pista hasta que hace unos días volvía a leer su nombre: acababa de marcar cinco goles a Fiyi con la selección alemana en los Juegos Olímpicos de Río.
Petersen, jornalero del gol, fuerte y rematador, de la vieja escuela germana, se marchó de Múnich tras sólo un año en el club y fue cedido al Werder Bremen, donde tendría otra nueva oportunidad de demostrar su capacidad goleadora en la Bundesliga. Su primer año fue bueno al marcar 11 goles y el Werder se lo quedó en propiedad, pero su rendimiento fue descendiendo en el Weserstadion. Tras tres años en Bremen fichó en el mercado invernal de 2015 por un Friburgo que trataba de huir de la quema del descenso: no lo consiguió a pesar de que Petersen llegó desatado, marcando tres goles en su debut al Eintracht de Frankfurt, y alcanzaría los nueve tantos en doce partidos. Se quedó en Friburgo para devolver al club a la máxima categoría y lo logró ayudando con 21 goles, con lo que el equipo del sur de Alemania volverá a competir este año en la Bundesliga.
Convocatoria para los Juegos Olímpicos de Río
Su buena temporada no pasó desapercibida para Horst Hrubesch, seleccionador alemán sub-23 y antaño delantero goleador y leyenda del Hamburgo, donde era conocido por “El Tanque”. No lo tenía fácil Hrubesch para formar su convocatoria para los Juegos Olímpicos a pesar de la magnífica generación de jóvenes del fútbol alemán: muchos habían jugado ya la Eurocopa como Sané, Draxler, Weigl, Kimmich o Emre Çan, y la federación alemana había puesto varias limitaciones a la hora de conformar la convocatoria: no podrían acudir jugadores con compromisos oficiales de sus clubes, tampoco futbolistas que hubiesen cambiado de club para así facilitar su adaptación, y sólo podían ser convocados un máximo de dos jugadores por club. Todo ello dejaba claro que para la federación alemana, los JJOO eran algo secundario.
Y a pesar de ello, Hrubesch ha logrado formar un equipo muy competitivo con jóvenes de gran talento como Max Meyer del Schalke, Julian Brandt del Bayer Leverkusen, Serge Gnabry del Arsenal o Matthias Ginter del Borussia. Además se ocuparon las tres plazas para mayores de 23 años con los hermanos Lars y Sven Bender y con el propio Nils Petersen, que hoy cuenta 27 primaveras.
Empezó con dudas Alemania el torneo con dos empates ante México y Corea del Sur. En ambos partidos, Petersen saltó al campo en los últimos minutos ya que Davie Selke, del Leipzig, está siendo el habitual ‘9’ titular. Pero en el tercer partido, con el pase a cuartos en juego, Petersen salió en el XI ante las Islas Fiyi, sin duda el toque exótico en el torneo de fútbol masculino, y marcó cinco goles en el 10-0 que le endosó Alemania para sellar la clasificación. No fue un récord en los Juegos Olímpicos, no obstante, ya que a principios del siglo pasado hubo quien llegó a los diez goles en un único partido. Eran otros tiempos.
Ante Portugal volvió a sentarse en el banquillo para salir al final de la segunda parte en el 4-0 con el que Alemania batió al equipo luso, y lo mismo hizo ante Nigeria en semifinales pero esta vez le dio tiempo a marcar el segundo tanto con el que sentenciaron al combinado africano, oro olímpico en 1996. Con seis tantos, Petersen es el actual máximo goleador del torneo junto a su compañero Gnabry.
De esta manera, Alemania se medirá en la final a la selección brasileña de Neymar, Gabriel Jesús, Marquinhos y compañía. Quién le iba a decir a Nils Petersen cuando goleaba para el Energie Cottbus en la 2. Bundesliga que algún día sería medallista en unos Juegos Olímpicos, queda por ver si de plata o de oro. Tras una carrera de altibajos no ha logrado aún debutar con la selección absoluta de Alemania, pero la Mannschaft le tenía reservado el reto olímpico.