Estuve mirando el otro día la ficha técnica del Estados Unidos-Panamá, como supongo habréis hecho todos, para ver el equipo que tenían los norteamericanos. Ninguna sorpresa: Pulisic, el futbolista del Chelsea apodado Capitán América, fue la figura del partido con un hat-trick en la victoria de los suyos por 5-1 ante el combinado de Centroamérica, partido en el que ambos buscaban plaza en la Concacaf para el próximo Mundial de Qatar. La sorpresa me la llevé al ver el nombre del entrenador de Panamá: Thomas Christiansen. ¿Será el Thomas Christiansen que jugó en el Racing, el Barcelona y en unos cuantos equipos más de la liga española? ¿El que llegó a debutar en la selección en una controvertida decisión de Javier Clemente? Efectivamente, ese Thomas Christiansen.
Seguro que os ha pasado alguna vez que os habéis topado con algún exfutbolista en una noticia, en la televisión o, como en este caso, en una ficha técnica ocupando algún cargo dentro del mundo del fútbol y habéis pensado: “anda, mira quién es”. Recuerdo principalmente a Christiansen de su paso por el Racing y el giro que dio su carrera años después, pero empecemos por el principio: de padre danés y madre española, recaló en el filial del Barcelona en 1991 para jugar en segunda división con 18 años. Su gran momento llegaría en la temporada siguiente, cuando marcó 14 goles y llamó la atención de todos, también en su Dinamarca natal.
Debut en la selección jugando en segunda
Lógicamente, en el país nórdico se interesaron por su situación de cara a una posible incorporación a la selección danesa. Javier Clemente, ojo avizor y a sabiendas de su doble nacionalidad, no se lo pensó dos veces a la hora de convocar al joven futbolista para la absoluta aunque jugase en segunda división y Johan Cruyff no le encontrase acomodo en su Dream Team, el primer equipo azulgrana. Pero Clemente quería asegurar los servicios de Christiansen con España, como se hizo más tarde con Bojan o Munir, y lo llevó con la selección levantando una fuerte polvareda con su decisión. Nada nuevo, por otra parte, en la agenda de Clemente. Hubiese sido curioso ver algo así hoy en día vista la polémica reciente con la convocatoria de Gavi por parte de Luis Enrique.
Christiansen debutó contra México y poco después participó también en la goleada contra Lituania, marcando su primer y único gol con la selección. Cristóbal, Bakero, Beguiristain y Aldana marcaron los otros tantos del 5-0 final. No volvió a jugar con la selección, ni tampoco pudo jugar con Dinamarca, claro.
A pesar de todo el revuelo mediático en torno a su figura no encontró un hueco en el primer equipo del Barcelona, con lo que comenzó su peregrinaje por el fútbol español. Equipos como el Sevilla o el Atlético se interesaron por él, pero el Barcelona prefirió cederlo a otros equipos más modestos en base a intereses por determinados jugadores. Fue cedido primero al Sporting, donde jugó con Abelardo o Manjarín marcando cuatro goles. Después fue cedido a Osasuna y Racing, donde la presencia de Radchenko le privó de un sitio en el once. Solo marcó un gol en liga: al Albacete con Molina en la portería.
Regresó al Barcelona B y jugó después en el Oviedo, el Villarreal y el Terrassa, ya en segunda B. Parecía que su carrera declinaba y su paso por el Panionios griego y el regreso a Dinamarca para jugar en el Herfolge reforzaban esa idea, pero el fútbol y la vida dan muchas vueltas.
Una noticia en Don Balón
Entonces no había internet como lo conocemos ahora y el seguimiento de las ligas extranjeras era muy limitado. Seguramente fue en la revista Don Balón donde leí una noticia en 2003 que me sorprendió: Thomas Christiansen, máximo goleador de la Bundesliga. ¿Sería el mismo Christiansen del Racing y el Barcelona? Efectivamente. ¿Cómo es posible que aquel jugador al que se le había perdido la pista fuera el máximo goleador de la liga en la que jugaban el Bayern o el Borussia Dortmund?
Jugando en el Herfolge, su carrera dio un giro cuando un ojeador del Bochum fue a ver a un compañero suyo. Le gustó también su actuación y se llevó a los dos a Alemania. Su inicio en la Bundesliga no fue bueno con el descenso del equipo, pero fue clave al año siguiente en el ascenso y, de nuevo en la primera división del fútbol germano, fue máximo goleador del torneo con 21 tantos empatado con un tal Giovane Elber. A sus 30 años y tras un largo peregrinaje, su momento llegó en Alemania.
Fichó entonces por el Hannover 96 para reemplazar a Fredi Bobic, pero tras un buen inicio, las lesiones se sucedieron y no volvió a mostrar su mejor nivel. Se retiró pronto, con 33 años.
Carrera en los banquillos y sorpresas en la Concacaf
Comenzó su aventura en los banquillos en 2012 como segundo entrenador de Al-Jazira. Ya como máximo responsable, estuvo en Chipre dirigiendo al AEK Larnaca y al APOEL, para después hacer las maletas a Inglaterra y entrenar al histórico Leeds en la Championship, antes de dirigir al Royal Union Saint Gilloise en la segunda belga.
En 2020 se encontraba sin equipo, y su llegada al banquillo de Panamá fue un poco por casualidad, ya que fueron sus agentes los que se pusieron en contacto con la federación sin consultarle. En cualquier otro momento habría sido diferente, pero cuando llegó Christiansen a Panamá, el listón estaba alto: la selección panameña se había clasificado por primera vez en su historia para un mundial en 2018 con el colombiano Hernán Darío Gómez como DT (el Bolillo ya había hecho lo mismo en 2002 con Ecuador). Perdieron los tres partidos de la fase de grupos contra Belgica, Inglaterra y Túnez, pero la gesta estaba hecha y esperaban repetirla para el Mundial de Qatar.
No era una tarea sencilla: en un torneo octagonal con las ocho mejores selecciones de Norteamérica y Centroamérica, clasifican de forma directa las tres primeras y la cuarta disputa el play-off contra una selección de Oceanía. Los cocos son indudablemente México y Estados Unidos, además de la Costa Rica de Keylor Navas. En años anteriores ha habido espacio para sorpresas, como la de Jamaica en 1998, Trinidad y Tobago en 2006 (con Dwight Yorke como gran estrella y Leo Beenhakker en el banquillo), Honduras en 2010 y 2014 y la misma Panamá en 2018, dejando fuera además a Estados Unidos, que había participado de forma ininterrumpida en los mundiales desde 1990.
Pero este año la sorpresa se la ha apuntado Canadá, que de forma incontestable es la única que ha asegurado billete para Qatar, y eso que una de sus grandes estrellas, el lateral zurdo del Bayern Alphonso Davies (la otra es el delantero Jonathan David, del Lille), se ha perdido varios encuentros por lesión. México, Estados Unidos y Costa Rica se jugarán las dos plazas directas y la repesca, que salvo sorpresa será para los ticos.
Panamá ha sido la quinta en discordia, ya sin opciones tras la goleada recibida por Estados Unidos. Ha sido una decepción tras la histórica clasificación de 2018, pero el trabajo de Christiansen no ha sido malo al contar con opciones casi hasta el final. De hecho, ya se rumorea su posible llegada al banquillo de algún club mexicano en caso de no renovar con Panamá. Quién sabe si Christiansen nos volverá a sorprender una vez más en el futuro.