En los últimos tiempos había sido habitual que los grandes fichajes pasasen de largo por San Siro. Lejos quedaban los días en los que el Milan fichaba a lo mejor del continente: Van Basten, Gullit, Weah, Shevchenko, Nesta, Rui Costa… Y si hablamos del talento joven italiano en las últimas temporadas, lo normal era ver cómo Bernardeschi fichaba por la Juventus, Pellegrini o Mancini por la Roma, Sensi y Nicolò Barella por el Inter… O incluso Verratti por el PSG sin haber siquiera debutado en Serie A.

No solo el equipo rossonero no tenía liquidez suficiente para abordar grandes contrataciones, sino que los futbolistas que despuntaban preferían decantarse por proyectos que parecían más asentados, y es que el Milan llevaba ya demasiados años dando tumbos por la Serie A, peleando por entrar en Europa League, lejos de sus objetivos habituales y con cambios de entrenador y de plantilla más asiduos de lo deseable. Lo normal era apostar por fichajes arriesgados: algunos podían salir bien (como el caso de Theo), pero muchos otros salían mal o regular.

Hay excepciones, claro: con Romagnoli, el Milan fichó en 2015 a uno de los defensas más prometedores del Calcio tras su gran año como cedido en la Sampdoria por la Roma. Con 20 años se fichaba a un central, un capitán y un jefe de la defensa para muchos años. Por otra parte, en el verano de 2017 se hizo una gran inversión tras la venta de Berlusconi a un conglomerado procedente de China; aquel año llegaron Bonucci, Kessié, Ricardo Rodríguez, Musacchio, Calhanoglu, Conti… Pero de nuevo, no fue un buen año para la escuadra lombarda, que terminó el año en puestos de Europa League.

De nuevo un destino atractivo

Curiosamente, ha sido en el tramo final de la última temporada cuando se ha visto la mejor versión de jugadores como Kessié o Calhanoglu: el Milan de Pioli fue el mejor equipo de Italia tras el parón por la cuarentena, y es que el técnico parmesano, muy discutido cuando ni siquiera había saltado a los campos de entrenamiento de Milanello, dio con la tecla para construir un equipo rápido, letal al contragolpe y con un bloque definido que sacaba lo mejor de futbolistas como los mencionados.

La llegada de Ibrahimovic en el mercado invernal fue otro acicate, y es que el sueco no solo aportó goles y asistencias, también liderazgo, carácter y experiencia en un equipo muy joven.

Todos estos ingredientes hacen que el Milan sea de nuevo un destino atractivo, y la mejor prueba de ello es el fichaje de uno de los jugadores más prometedores de Italia: Sandro Tonali, centrocampista de 20 años que brilló en el Brescia y en las inferiores de la Azzurra. Cuando parecía que lo tenía hecho con el Inter, finalmente fue el vecino rossonero quien aceleró para hacerse con su fichaje con una fórmula de cesión con opción de compra: 10 millones por la cesión, 15 por la opción de compra más 10 en variables.

Cómo encaja Tonali en el sistema de Pioli

Será interesante ver cómo Pioli encaja a Tonali en el equipo. Nunca ocultó el joven centrocampista su afición por el Milan, y a pesar de que muchos lo comparaban con Andrea Pirlo, su ídolo siempre fue el compañero de aquel en la medular: Gennaro Gattuso. Lo cierto es que Tonali no es exactamente uno ni otro: no es un duro fajador como Rino ni un fantasista como Pirlo, pero tiene algo de los dos con su propio toque personal.

En un equipo que funciona, tocar algo siempre se ve con reticencias. Lo lógico sería ver a Tonali en el doble pivote del 4-2-3-1, pero ahí ha funcionado a la perfección la dupla africana formada por Bennacer y Kessié. Más posicional Bennacer y más libre para recorrer metros Kessié, Tonali podría ocupar el lugar de cualquiera de ellos: puede iniciar la jugada desde atrás, pero también puede ir hacia arriba aprovechando su buena conducción. Lo que está claro es que a Pioli le hacían falta más centrocampistas: la temporada de Kessié y Bennacer, especialmente tras el parón, ha sido muy buena, pero más allá de ellos estaban, muy lejos, Biglia y Krunic. De hecho no se descarta el regreso de Tiémoué Bakayoko, que tan buen rendimiento diera hace dos años. Serían cuatro centrocampistas de mucho peso.

Otra opción es cambiar el dibujo y jugar con tres centrocampistas, pero eso sacrificaría la figura del mediapunta, en la que tan bien rindió Hakan Calhanoglu.

Las primeras jornadas nos irán sacando de dudas, y en cualquier caso, la temporada es larga y esta temporada el cuadro italiano sí estará en Europa tras cumplir el año de sanción pactada. Lo que es seguro es que con Tonali, el Milan vuelve a hacer fichajes propios de un club con su historia y solera.

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Gabriel Caballero

Periodista
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