Sonaba realmente bien un Brasil – Croacia como partido inaugural para el Mundial de Brasil 2014, y el duelo entre ambos ha estado a la altura de las expectativas. Brasil ha dejado entrever por qué es la principal favorita al título, y Croacia ha dado la razón a los que creíamos que le podía dar un susto a los pupilos de Scolari. Lo ha logrado, al menos, hasta que el colegiado Yuichi Nishimura se lo permitió.
Scolari puso sobre el terreno de juego la Brasil que le gusta, primando el orden táctico y la fuerza física por encima de la imaginación. Todo lo contrario de una Croacia que, dirigida por Niko Kovac, apostó por la calidad técnica con un doble pivote conformado por Modric y Rakitic, con Kovacic por delante de ellos.
El partido arrancó con Brasil dominando el esférico, pero sin incomodar a una Croacia que sabía buscarle las cosquillas a la Canarinha atacando por la banda de Dani Alves a través de Olic. Por allí llegó el 0-1 de Marcelo en propia puerta, y que marcaría un punto de inflexión en la primera parte.
Brasil estaba nerviosa. Estaba fallando ante su público y no lograba jugar con comodidad. Fue entonces cuando Neymar asumió galones y se erigió como protagonista. Percibió los tremendos espacios que había a la espalda de Rakitic, y comenzó a moverse por esa zona mientras Hulk fijaba su posición en la izquierda. El crack del Barça logró el 1-1 tras un disparo cruzado, suave pero muy colocado, al que Pletikosa no llegaba tras su aparatosa estirada.
Brasil había merecido empatar el encuentro, encerrando a una Croacia a la que no le duraba el balón a través de una presión a base de orden y colocación. Pero en la segunda parte las fuerzas se igualaron. Con los cambios de Scolari, Brasil se hizo muy largo entre sus líneas, y esos espacios le sirvieron a Luka Modric para coger la batuta. El mediocentro madridista podía girar con comodidad y conducir unos metros antes de dar criterio al juego croata con aperturas a las bandas o apoyos con Rakitic.
El partido estaba más abierto que nunca. Croacia estaba dando trabajo al veterano Julio César. Y fue entonces cuando Nishimura lo mando todo al garete pitando un penalti inexistente a favor de Brasil, después de que Fred se dejara caer de manera vergonzosa. Neymar transformaba la pena máxima con Pletikosa dejando la sensación, una vez más, de que podría haber hecho mucho más.
Croacia siguió buscando el empate a base de tejer jugadas, pero Brasil ya estaba bien armada en su campo esperando el momento de sentenciar el encuentro al contragolpe. Y así fue como Oscar -el mejor de Brasil junto a Neymar- puso el 3-1 definitivo tras un punterazo raso a la derecha de la portería croata.