La jornada dominical en el Mundial de Rusia 2018 si deja algo en claro, tras el esperado estreno de Alemania y Brasil, es que los favoritos, a día de hoy, no existen. Al empate de España y la victoria con más dudas que certezas de Francia se sumaron la derrota de la Mannschaft ante México y el empate a uno entre la Seleçao y Suiza. Resultados que de buen seguro se han cargado más de una porra y que pone de manifiesto que las victorias se ganan sobre el verde.
México fue la primera en dar la campanada al cargarse al vigente campeón. Alemania comenzó titubeando ante el Tri, que terminó llevándose el gato al agua con un golazo de Hirving Lozano. El todavía jugador del PSV —no tardará en marcharse a un campeonato más competitivo— mostró su desparpajo y calidad ante un rival que salió con Neuer —lesionado toda la temporada— bajo palos y al que quizá pudo la presión del debut. Los de Carlos Osorio se defendieron como gato panza arriba y provocaron con su triunfo sobre la mínima un terremoto en su país que sirve, además, para apaciguar las críticas no sólo sobre el seleccionador colombiano, sino sobre una plantilla que prolongó su polémica fiesta previa al Mundial, sobre el verde del Olímpico Luzhniki.
La otra sorpresa que nos tenía deparada la tarde del domingo fue la que protagonizó Brasil en su estreno. Los de Tite salieron a por todas ante Suiza y jugaron 20 minutos de auténtico gustazo para el espectador. Sin embargo, echaron el freno tras el golazo —bajo su sello propio— de Coutinho y terminaron pagándolo. Lejos de encarrilar la victoria frente a un cuadro atenazo, fue cediendo metros a los de Vladimir Petković, que poco a poco se acercaron a la meta de Alisson hasta lograr el empate cinco minutos después de la reanudación. Con toda la segunda mitad por delante, Tite no arriesgó. Quitó a Casemiro para poner a Fernandinho; a Paulinho para poner a Renato Augusto y a Gabriel Jesús para dar entrada a Firmino quien —a mi parecer— debió ser titular. No dio resultado. Suiza, un cuadro bien estructurado, sumó un puntazo ante una Brasil que fue de más a menos.
Estos marcadores, unidos al de Argentina o Portugal —que bueno, empató contra España— dejan claro que el camino no va a ser fácil para ninguno de los favoritos. Este lunes se estrenan otras eternas candidatas como Inglaterra o Bélgica, de la que como siempre se espera mucho. Y rebaja el nerviosismo, si lo había, tras el empate de la Roja en su estreno mundialista. A tenor de lo vivido hasta ahora, Rusia, que metió cinco a Arabia Saudí, es la que mejores sensaciones ha dejado. Y ojo, que los anfitriones son los peor clasificados del ranking FIFA (ocupan la posición 70) de su Mundial. Quién nos lo iba a decir.