Italia ‘ficha’ a Jorginho

Hoy el Hellas Verona aguarda, resignado, a que los números dicten un descenso a la Serie B que parece cantado: con sólo 19 puntos en 30 partidos y a nueve de la salvación a falta de ocho jornadas, el club de la ciudad de los Montesco y los Capuleto parece tener reservada una plaza en la segunda categoría del fútbol italiano para la próxima temporada (aunque, eso sí, gestas mayores se han visto). Parece que fue ayer cuando, allá por 2013, los Gialloblu regresaron a la Serie A y se convirtieron en la revelación del Calcio, guiados por un Luca Toni que vivía una tercera juventud y un Iturbe que no ha vuelto a mostrar aquel nivel en la Roma y el Bournemouth. En el centro del campo, un chaval de nombre brasileño pero maneras italianas se convertía en otro de los pilares del Marcantonio Bentegodi. Los grandes tomaron nota, y Rafa Benítez fichó a Jorginho en el mercado de invierno para su Nápoles en su búsqueda de una plaza para la Liga de Campeones. No le fue tan bien a Jorginho en la siguiente temporada y media en San Paolo, alternando la titularidad con el banquillo y sin encontrar en el doble pivote de Benítez el rendimiento que había mostrado en Verona, pero la llegada de Maurizio Sarri el pasado verano fue un nuevo comienzo para él, como para muchos otros compañeros suyos del Partenopei, hasta el punto de haber sido convocado por Antonio Conte por vez primera para la selección italiana.

Nacido en Brasil, Jorge Luiz Frello Filho se trasladó a temprana edad a Italia y creció en el país transalpino. Ingresó en la cantera del Hellas Verona y allí se empapó de las costumbres del fútbol italiano sin olvidarse de sus raíces. Con la doble nacionalidad merced a parientes italianos, las categorías inferiores de la selección vieron en él un buen activo para la Sub 21, y así Jorginho se vistió la camiseta Azzurra en 2012 cuando aún jugaba en la Serie B con el Verona.

Hoy es uno de los pilares del Nápoles en la complicada tarea de dar caza a la Juventus por el título de la Serie A: la Vecchia Signora sólo está a tres puntos del conjunto napolitano, pero algo extraño tiene que pasar para que los de Allegri se dejen algo por el camino. Por si acaso, el Nápoles va ganando sus propios partidos. Sólo la increíble racha juventina puede dar sombra a la excelente temporada de los de Sarri, y es que desde la llegada del técnico procedente del Empoli han sido varios los jugadores que han aumentado exponencialmente su rendimiento: Insigne ha vuelto a ser una de las esperanzas del fútbol italiano, Higuaín marca más goles que nunca, Albiol vuelve a mostrarse como un central firme… Para la plaza de mediocentro, Sarri se llevó a Nápoles a uno de sus mejores jugadores en Empoli, Mirko Valdifiori. No obstante, en San Paolo ya tenía la pieza que requería para su engranaje: Jorginho se convertiría en el metrónomo del equipo, el encargado de dar salida al balón y también de ayudar en tareas defensivas. Para completar la tripleta del centro del campo, Sarri fichó al brasileño Allan procedente del Udinese para convertirse en el pulmón del equipo, ubicado a la derecha de Jorginho. A su izquierda, Marek Hamsik, un clásico de San Paolo, retrasaría unos metros su posición para enlazar el centro del campo con la tripleta ofensiva formada por Insigne, Higuaín y Callejón.

La renovación de Italia

Antonio Conte, que afronta sus últimos meses como seleccionador antes de coger las riendas del Chelsea, tiene la tarea de renovar un centro del campo en el que ya parece no contar con Pirlo y De Rossi. Con Marco Verratti la transición es más sencilla, además de otros jugadores consolidados como Montolivo, Parolo y Marchisio (ausente en esta convocatoria por lesión). También Roberto Soriano, de la Sampdoria, se ha convertido en un habitual de la selección, y otro brasileño nacionalizado, Thiago Motta, aportará su oficio y veteranía. La novedad de la convocatoria para el centro del campo es el propio Jorginho, aunque ya se venía especulando con su llamada desde hace tiempo gracias a su buena temporada.

Que Jorginho debute en alguno de los dos amistosos que tiene programados Italia, ante España y Alemania, no impediría una futura llamada de Brasil, aunque sí es una muestra de que el centrocampista del Nápoles se decanta por su país de adopción. No hubiese sido un mal fichaje para el centro del campo de Dunga (tampoco lo sería su compañero Allan), pero ahora, Jorginho tiene la oportunidad de hacerse un hueco para la Eurocopa en la Squadra Azzurra gracias al rendimiento que demuestra jornada tras jornada en San Paolo.

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Gabriel Caballero

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